Huir

575 36 5
                                    

-¿entonces qué le dijiste? -le pregunté a Finn tomándolo de la mano mientras caminábamos hacia la cafetería. Todos nos volteaban a ver y estaba nerviosa de que Finn se sintiera incomodo por la atención, pero para mi sorpresa estaba demasiado concentrado contándome como le había contado a su compañero de basketball de nosotros como para notar a las personas hablando sobre nuestras manos entrelazadas.

-que eres mi novia

-¿y qué te dijo?

-que no me creía y luego le dije que cuando lo viera en la cafetería te iba a besar enfrente de él para que me creyera- alzó los hombros como si fuera cosa de sentido común y me reí negando con la cabeza

-entonces me tienes que dar un buen beso ¿no?

-si- sonrío de lado y pegué mi cabeza en su brazo enterrándola en su suéter sonriendo por un segundo

Cuando llegamos a la cafetería los susurros y miradas en el pasillo se habían quedado cortos, nos voltearon a ver y se notó un silencio mientras caminábamos hacia la mesa donde estaba Kurt.

Por un momento me volteé a ver y me sentí insegura, ya no tenía mi uniforme rojo ni mi cola de caballo alta, solo era Rachel y fue ahí cuando la realidad me había pegado. Finn apretó mi mano mientras cruzábamos la cafetería, adivinando lo que estaba pasando por mi cabeza.

Llegamos a la mesa con Kurt y me sentía rara, no era por Finn, era por mi. Creí que lo de la "popularidad" no me iba a importar pero si lo hacía. No cambiaría a Finn por nada pero si estaba segura de que se sentiría mejor mi situación actual con un uniforme rojo

-¿estás bien?- la voz de Finn me había sacado de mis pensamientos

-si- le sonreí haciendo un esfuerzo por sonreírle a Kurt mientras hablaba de algo sobre el glee club

-¿quieres que salgamos de aquí?- dijo Finn mientras volteaba a ver la entera cafetería mirándonos

-no, estoy bien- le sonreí poniendo mi mano sobre su rodilla -¿qué decías Kurt?

-Que Mr. Schue va a hacer la junta del glee club hoy a las seis, al parecer si vamos a poder seguir y todo eso, justo a tiempo para las nacionales 

-eso es genial, mínimo voy a poder seguir en el glee club- sonreí

-pero hemos perdido mucho tiempo, no tenemos canciones ni nada...- dijo Finn mirando a un tipo que pasaba frente a nosotros con la camiseta del equipo de basketball de la escuela, supuse que ese era el tipo que no le había crecido a Finn que yo era su novia

-¿es él?- le pregunté mientras el asentía, el tipo se había sentado en la mesa frente a nosotros mientras nos miraba fijamente. Volteé a ver a Finn y lo besé, fue corto pero no lo suficiente para que mi día se amargara

-¿puedes dejar de zorrear en la cafetería? Gracias linda- era Santana pasando junto a nuestra mesa. Miré al suelo tratando de controlarme y no arrancarle sus extensiones pero Finn me tomó la mano apretándola

-Finn no puedo hacer esto- lo miré disculpándome y salí de ahí, obviamente no tardó en seguirme y me alcanzó en el pasillo fuera de la cafetera

-Ey, Ey ¿estás bien?- me tomó del brazo dándome vuelta para que frenara y lo mirara -¿qué pasa?

-es más difícil de lo que creí, a nadie le importo, solo me miran para juzgarme y hablar de mi- dije fastidiada- y luego Santana que no me deja en paz

Enséñame [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora