Falda roja y coleta en mano

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Estaba caminando por los pasillos de la escuela mientras sentía a todos mirándome. Sonreí mientras me ajustaba mi cola de caballo y ponía las manos en mi cintura.

Caminé hacia el único lugar que me interesaba llegar disfrutando de la cara de confusión de todos. Ni sabían lo que estaba por venir. ¿Rachel Berry una ladrona? ¿Rachel Berry una zorra? ¿Rachel Berry la mentirosa? Nunca más.

Llegué a mi destino y entré sin siquiera tocar la puerta.

-fuera, no tengo nada que hablar contigo

-Coach Sylvester tengo que proponerle algo que le va a interesar- cerré la puerta tras de mí sonriendo mientras tomaba asiento frente a ella.

FINN'S POV:

-te ves patético- dijo Sam sentándose junto a mí en la cafetería -ya sonríe, demuéstrale que te vale

-no me vale Sam

-okay, chance no te vale. Pero ella no tiene porque saber eso. Demuéstrale que se equivocó y que su orgullo hizo que te perdiera, hazla rogar por ti ¿no que tanto amor y no sé qué?

-Sam no estoy para tu humor

-yo pienso que los dos se tienen que pedir perdón- dijo Kurt sentándose enfrente de nosotros

-¿los dos? Finn no hizo nada malo- habló Sam por mi

-no lo sé...- continuó Kurt- hay algo que no me checa, Rachel no se acercó a Quinn, yo soy testigo, pero no puedo meter las manos al fuego por ella, eso te tocaba a ti- dijo mirándome y me mordí el interior de mi mejilla derecha mientras lo miraba

-Kurt, todos vimos como el boleto salió de su bolsa- volvió a contestar Sam

-pues sí pero no lo sé, ella se veía muy convincente cuando decía que no lo había hecho, yo conozco a Rachel y si puede a llegar a ser algo pesada aveces pero no es una mentirosa

-¡Jugó con Finn! ¿Por qué todos olvidan eso?- dijo Sam y la verdad es que tenía un buen punto -mira digas lo que digas yo siempre supe que ella era de lo peor- continuó mientras se levantaba de la mesa y miraba a Kurt - los veo luego, tengo que irme

Ambos estábamos viendo como Sam desaparecía por la puerta de la cafetería

-mira Finn, si Blaine estuviera en el lugar de Rachel y yo en el tuyo no sé qué pasaría, pero si sé que no me arriesgaría a perder a la persona que quiero por hacerle caso a los demás y menos cuando se trata de Puck y Santana

-No lo sé Kurt, le quiero creer pero...ella me dijo que si yo estuviera en su lugar me creería, ¿sí le pasara a Blaine si le creerías? Porque es fácil decirlo pero todos vimos como salió el boleto, y sé que Rachel quería a volver a ser popular y esas cosas... No se, tal vez en un ataque pensó que si iba ella a la audición esa todo se solucionaría, no lo sé.

-mira si le pasara a Blaine estaría con él siempre, en las buenas y en las malas, porque aunque no estamos casados ni nada- dijo sonriendo- él es mi persona. Creo que culpable o no ella merece que alguien la apoye, escuché que ahora hasta Mercedes está creyendo que ella fue. No tiene a nadie Finn y tú le diste la espalda por lo que entiendo- dijo levantándose- aún y si Blaine fuera culpable, vería qué hacer para solucionarlo.

Se fue dejándome solo en la mesa con mil y un pensamientos en la cabeza. No había dormido nada. Me sentía horrible.

Ayer en la casa de Rachel sentía que había dejado de respirar. Le había dicho que no era necesario terminar, le dije que no valía la pena echar todo a perder por un estúpido bolero pero ella me dijo que no era por el boleto sino porque yo no le creía y se sentía traicionada.

No sabía qué hacer. Me pasé las manos por la cara mientras sentía una sensación horrible en el estomago. No quería imaginar un escenario diferente en donde ella no lo había hecho porque eso significaría que yo era un imbécil y que nunca me iba a perdonar.

Me sentía mal. Me levanté y caminé hacia el salón donde iba a tener mi próxima clase. Mientras iba caminado, inconscientemente la estaba buscando. Caminaba lento por si ella iba saliendo de algún salón o pasillo pero lo que vi me revolvió el estómago

-¿Rachel?- ella estaba de espaldas y no la habría reconocido si no hubiera sido por su mochila. Ella giró y la vi, era ella, tenía el uniforme de las cheerios y su coleta alta. La miré.

Rachel sonreía mientras yo trataba de entender qué estaba pasando

-y...¿te gusta?- dijo sonriendo mientras giraba. Ella lo había logrado, era una de ellas otra vez, su plan había funcionado.

-¿qué estás haciendo?

-oh vamos Finn, mírame. Soy yo- comenzó a caminar y yo la seguí -había subestimado la tela y lo bien que me queda

-Rachel para- la tomé de la mano para ir a otro pasillo, uno donde no hubiera gente y pudiéramos hablar

-¿qué?

-¿qué haces?

-recuperando mi vida Finn ¿te molesta que use esta falda, que me peine así?

-Rach no necesitas ser una de ellas para ser quien eres, no necesitas demostrar nada

-¿ah sí? ¿Y quién soy? Una ladrona?- ella se acercaba más a mí mientras jugaba con el cabello que caía de su coleta alta

-Rachel esto es incomodo

-vamos Finn- me tomó de los brazos, apoyando su cabeza en mi pecho -solo dime que me veo bien, solo eso- la abrace comprendiendo que esto iba más allá de sólo un uniforme o de algún peinado... era quien ella era.

Se separó y me miró -por más que quiera decirte que te extraño y que no quiero terminar, no puedo olvidar que los preferiste a ellos que a mí y ni siquiera hiciste el intento de creerme... No puedo seguir con esto, así que solo dime que estás decepcionado de mí por caer tan bajo, tan bajo como para ir y arrastrarme por este uniforme, dime que tú no me extrañas y que hice lo correcto

-¿por qué haría algo así?

-porque así va a ser más fácil verte todos los días

-No puedo hacer eso

-es lo mínimo que puedes hacer ¿okay?- se notaba que estaba frustrada- tienes que facilitarme todo esto porque es muy difícil

-Rachel no tienes que hacer esto

-si, si tengo. Porque tú no me crees, piensas que debo disculparme

-Te creo ¿okay? Te creo- ella solo me miró con el ceño fruncido y entendí lo que había dicho Kurt, sea lo que sea Rachel era lo único que tenía, nos teníamos el uno al otro, no podía dejar eso por un mentado boleto. Y ahora ahí estaba Rachel, parada frente a mí, y me dolía ver que le costaba creerme.

Si me ponía a pensar, a mí también me hubiera dolido que ella no me creyera, aún con todo lo que pasó en la casa del lago, ella siempre fue sincera conmigo... Por más dura que fuera la verdad

-¿de verdad?- me tranquilizó ver que estaba empezando a sonreír

-si, yo...- quería decirle que lo sentía y que le creía una vez más, pero sus labios me silenciaron de la mejor manera

-pues yo ahora no te creo a ti ¿cómo se siente?- sonrío en mis labios y no pude evitar hacer lo mismo. Rachel Berry era una persona fácil de extrañar.

Enséñame [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora