Ya era tarde, las luces estaban apagadas y solo teníamos como iluminación la luz gris que entraba por la ventana de mi cuarto.
Miré a Finn acostado con su espalda recargada en el colchón, estaba atento a mi siguiente movimiento al igual que yo.
Le sonreí mientras le ponía mis manos en el borde de su blusa, quitándosela. Él alzó las manos y la espalda para ayudarme a sacarla del todo. Finn podría ser un niño más en McKinley, un cero a la izquierda, él nerd de los lentes... Pero para mí, en ese momento era lo más lindo y sexy que había.
Finn estaba ahí, en mi cama sin playera y con el cabello todo alborotado. Me acerqué a él para besarlo, se sentía muy bien. Estaba sentada a horcajadas sobre él, con mis piernas al rededor de su cadera.
Besé su abdomen para subir a su cuello y después a su oreja. Mordí su lóbulo sonriendo al sentir como se tensaba. Tomé sus manos mirándolo y las puse sobre mi cadera, demasiado tímido para hacerlo él solo.
Lo besé y él giró, dejándome bajo él está vez. Nos miramos pero Finn rompió el contacto cuando bajó su cara a mi cuello. Cerré los ojos mientras disfrutaba de la humedad de sus labios sobre mi piel.
Tomé su nuca enredando mis dedos en su cabello para tirar de él más cerca de mi. Si hace 2 semanas alguien me hubiera dicho que iba a estar con Finn en esta situación me hubiera reído en su cara.
Nos dejamos de besar y sentí como sus manos bajan de mi cintura a mis piernas sin romper el contracto visual en ningún momento.
Tomé su cara en entré mis manos para subirle sus lentes poco a poco a su frente y así tener mejor visión de sus ojos cafés. Era demasiado atractivo, no comprendía como era posible que sus pecas encajaran perfectamente con la piel de su nariz, casi como si estás estuvieran pintadas a mano para dejar un camino hacia las comisuras de sus labios ligeramente inclinadas hacia la derecha, marcando el inicio y el final de su sonrisa.
Bajé la mirada sonriendo porque eso había sido demasiado intenso y real para mí. Lo acerqué a mis labios mientras le quitaba por completo los lentes. Estaba acostada bajo él con una pierna entre las suyas y moviéndonos a un ritmo lento al igual que el del beso. Busqué su mano una vez más y la moví a la parte norte de mi anatomía dejando que me sintiera. Sus manos eran torpes pero no lo podía culpar porque la posición en la que estábamos no lo dejaba tener acceso del todo.
Lo empujé de los hombros notando su incertidumbre, la cual no duro mucho porque una vez más hice cambiar de posición, dejándolo acostado en la cama conmigo encima, estaba sentada sobre sus piernas, puse mis manos en el borde de mi playera para después sacarla por completo.
La expresión en su rostro no tenia precio, me excitaba la manera en la que me veía. Yo ya lo había hecho con alguien, unas cuantas veces se podría decir... pero nunca me habían visto de esa forma. Me gustaba.
Él se incorporó en la cama, sentándose. Ahora él estaba sentado conmigo encima, yo tenia ambas piernas rodeando su cintura. Su cara estaba a la altura de mi cuello y no dudó en hacer contacto. Lo acerqué a mi poniendo mis manos en sus hombros mientras sentía como sus labios bajaban cada vez más.
Finn alzó su cabeza al igual que la mirada, estábamos sonriendo y supe que él también tenia la sonrisa que yo no había podido quitar desde hace rato. Alcanzó mis labios en la oscuridad del cuarto mientras nuestras manos se entrelazaban. Mi pecho subía y bajaba al igual que el de él por lo excitante del momento.
Me incliné para besarlo pero el susurró cuando nuestros labios habían hecho contacto
-me tengo ir... Sam me debe de estar esperando -estaba algo confundida, pues en mi cabeza no había nada más aparte de ese momento, pero luego me acordé de la situación ¿qué estaba pasando? ¿cómo habíamos acabado así? se suponía que estaba castigada y que Finn regresaría a su casa con Sam... pero no quería que se fuera, así que no le hice caso.
Tomé su cara entre mis manos para besarlo y esta vez mi beso no obtuvo queja. Poco a poco Finn fue recostando su espalda en la cama mientras yo lo seguía, unida por el beso. Apreté mis piernas alrededor de él haciendo que nuestros cuerpos estuvieran mas cerca... Mala idea porque ahora todo había pasado a otro nivel. Finn se tensó mientras lo sentía abajo de mi, pensé que mi estomagó iba a explotar. mientras cerraba los ojos disfrutando del roce.
-Rach..- susurró en mis labios y mordí su labio inferior. Tenía un sabor fresco pero mientras mas lo probaba, podía sentir perfectamente lo dulce de mi labial cambiando con sus labios. Estaba apunto de subir la situación a otro nivel pero tenia que saber si él estaba en el mismo canal que yo
-Finn espera- frené todo y lo hice mirarme, él lo hacía confuso pero la sonrisa no se quitaba
-¿qué pasa?
-¿quieres que pase?- me miró pero después de unos segundos su gesto cambió. Alzó una ceja mientras me miraba inmóvil... ¿eso era un no? Me estaba empezando a ponerme incomoda pues me hacia sentir como si solo yo estuviera pensando eso. ¿qué tanto estaba pensando? solo tenia que decir si o no y esperaba que su respuesta fuera afirmativa porque yo cada vez lo quería más.
-no se Rachel- contestó mientras me miraba serio. Eso era un "no". Eso era un "me voy a ir ahora que puedo." Así que solo me moví de la posición en la que estábamos y me levanté de la cama sintiéndome incomoda.
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Enséñame [EDITANDO]
Romance10 personas 2 habitaciones Rachel Finn Chico bueno Niña rebelde Atrapados en una casa sin salida por una semana...