Subimos a su coche y fuimos a ese "lugar especial", que resultó ser un lago precioso que ni sabía que existía.
- Esto es precioso, ¿por qué es especial? - pregunté.
- Aquí mis padres me dijeron que era un demonio, de eso hace solo un año... - se quedo callado - Ashley... - me llamó.
- ¿Si?
- Cuando tus padres sepan que tu alma gemela es un demonio ¿qué harás? - no sabía que contestar - si los demás ángeles se enteran se lo dirán a quién sea que esté ahí arriba - dijo mirando el cielo - y probablemente manden matarte...
- Y tendría que huir de ángeles y demonios a la vez... - terminé su oración - ¿por qué querrían matarme? Digo, soy uno de los suyos, no tienen porque hacer eso.
- No serías la primera a la que matan... me he estado informando.
- Y yo que pensaba que los ángeles eran buenos.
- Solo lo aparentan - nos quedamos en silencio, pero no era un silencio incómodo, sino todo lo contrario - ¿cuándo cumples los 20?
- La semana que viene, ¿por?
- Si es como ocurre con los demonios, te mandarán al cielo un tiempo.
- ¿Y si no lo es?
- No sabrás utilizar tus poderes, ni sabrás si tienes.
- ¿Tu fuiste? - callé un momento - al infierno, digo... ¿estuviste allí practicando con tus poderes? ¿o aún no los conoces?
- Si, yo estuve dos meses, equivalente a 20 años, y sé utilizar mis poderes perfectamente...
Otro silencio.
- Oye Kian, tengo que irme...
- ¿te llevo?
- No - contesté sarcástica - puedo ir andando a la otra punta de la ciudad.
- Vale, vamos.
Me cogió de la mano y me ayudó a levantarme de la piedra donde estábamos sentados.
Me sentía extraña... segura... como si pudiera hacer cualquier cosa...
Llegamos al coche y me soltó, y rápidamente ese sentimiento se fue.
El camino a casa fue en silencio, y cuando digo en silencio me refiero a que ni la radio estaba encendida.
Por suerte llegamos rápido a mi casa.
- No se como despedirme... - dijo mirándome.
- Ya somos dos... pero cuando lo sepas, llámame así me lo dices - nos reímos.
- Prefiero visitarte...
- Ahora que lo pienso... ¿dónde vives? Tu has visto hasta mi cuarto de baño y yo no se donde vives tu, es un poco injusto, ¿no crees?
- Tranquila fiera, algún día vendrás.
- Vale... - dije no muy convencida - adiós - salí del coche.
- Espera... - me giré - ¿no me das un beso?
- Ven a por él.
Bajó rápidamente del coche y se acercó a mi.
- ¿No querías un beso?
Me beso sin previo aviso.
Nos separamos por falta de aire, cuando lo recuperamos nos volvimos a besar
Estuvimos besándonos, delante de la puerta de mi casa hasta que oímos que alguien carraspeo.
- Mierda - susurró Kian.
- Ashley... estás castigada - dijo mi padre cabreado.
- Lo siento - me susurró Kian - no quería que esto pasara - le di una sonrisa tranquilizadora.
- Mejor vete, no puedes hacer nada... - me miró y yo asentí.
- Adiós - se subió al coche y se marchó.
- Hija, entra a casa inmediatamente.
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Bailando con el diablo
МистикаSus ojos negros como la oscuridad más profunda hacen que todos tengan miedo de él. ¿Por qué yo no? ------------------------- Creditos de la portada a @TereRodriguezok