24. DOS POR UNO

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24. DOS POR UNO.

Ashley POV's

Me encuentro en la cocina de la casa de Kian desayunando tranquilamente.

Bueno, de tranquilamente nada, Mack me envió un mensaje diciendo que tenia que conocer a alguien, y aparte ya sabía como advertir a mis padres sin ponerlos en peligro, mas o menos.

El timbre de la puerta sonó cuando Kian estaba saliendo del pasillo.

- Buenos días - le dí un beso - desayuna, yo abro.

- Vale - fue hacia la cocina.

Yo, por mi parte fui a abrir a Mackenzie.

- Buenos días Mack.

- Buenos días Ash.

Había un chico detrás, bastante parecido a ella.

- ¿Quién...?

- Ashley, él es mi hermano Aaron, Aaron ella es la chica a la que quiero ayudar, Ashley.

- Encantado de conocerte Aaron - me dio dos besos.

- Igualmente Ashley.

- Llámame Ash - noté a Kian a mi lado - Aaron él es mi novio Kian, Kian, él es el hermano de Mack, Aaron.

- Hola - se estrecharon las manos - pasad.

Los hermanos entraron a casa.

- Mack - llamé su atención - no me dijiste nunca que tenías un hermano...

- No podía hablar de él allá, estaba muy controlada, pero ahora si.

- Y me ha pedido ayuda, yo soy como ella, salvo porque yo crecí con demonios y ella con ángeles.

- Me enseñará a mentir para pode ayudaros.

- Que mundo mas descontrolado, un ángel y un demonio juntos, otro mintiendo... - todos reímos.

Mackenzie se puso muy sería.

- Ashley, ¿qué harás con tus padres?

- Llamaré a mi amiga en un rato para que los saque de mi casa y los lleve a un lugar seguro.

- No puedes decirle nada sobre...

- Lo sé, nada sobre ángeles y demonios, le diré que he vuelto del viaje y les he preparado una sorpresa y espero que funcione.

- Si quieres puedo acompañarla, o incluso ir yo solo a por ellos... Ya sabes, no me conocen.

- Notarían tu lado demonio y pasarían de ti.

- Pero si voy luego de que vaya tu amiga, vendrían porque sospecharían algo.

- Bien pensado - miré a Kian - al ser demonio entenderán que te ha pasado algo y irán, los sacarás de casa y podremos llevarlos a un sitio dónde estén protegidos.

- Llamaré a Jess.

Me levanté y fui a la habitación para tener mas privacidad.

Llamé a Jess.

Contestó al cuarto tono.

- Hola Ash, ¿qué tal van tus segundas vacaciones?

- Ya han terminado, necesito tu ayuda.

- Quedamos para ir a tomar algo y me lo cuentas.

- Jess, les estoy preparando un sorpresa a mis padres y mis hermanos, no puedo ni tener un descanso porque quiero que salga perfecto.

- ¿Y eso?

- Mis abuelos me han abierto la mente, por eso.

- Vale, pero me recuerdas nunca ir a ver a tus abuelos.

- Te quiero, te quiero... Eres la mejor amiga del mundo - tu no.

- ¿Cuándo...?

- Cuando salgan los gemelos de clase.

- Vale, mañana saldremos si o si.

- Si quieres te vienes a casa de Kian mañana y hacemos noche de chicas.

- ¡Me encantaría! - me la podía imaginar saltando por donde quiera que esté.

- Vale, nos vemos.

- Adiós, te quiero, nos vemos - y colgó.

Guardé el teléfono en el bolsillo y fui al salón, donde estaban todos.

- ¿Y bien? - preguntó Aaron.

- Irá a por ellos, pero... - miré a Kian.

- Ay dios...

- Mañana vendrá para una noche de chicas, puedes quedarte si quieres Mack, así vas aprendiendo a mentir.

- Me encantaría - contestó

- Pues ya tienes planes para mañana por la noche - Aaron la abrazó por los hombros.

- Solo tengo una pregunta - llamé su atención.

- ¿Dónde los llevamos? - siguió Kian.

- Podríamos llevarlos a mi casa y luego poner trampas para ángeles y demonios como las que habéis puesto aquí.

- No se como se me ha podido olvidar - Kian se restregó las manos por la cara en señal de frustración.

- Somos inmunes o algo así, ¿por qué no me lo dijisteis ayer? - preguntó Mack.

- Tenía la intuición de que eras una espía, no te lo podía decir - le contestó Kian.

- Bueno, dime tu dirección para enviársela a mi amiga.

Me dijo la dirección, la escribí y se la envié a Jess.

- Nosotros nos vamos, que tengo que enseñar a mentir a esta chica buena.

- Vale, cogeremos las cosas y iremos a preparar todo lo posible - los acompañamos a la puerta y nos despedimos. Cuando subieron al coche volvimos a entrar.

- Estoy nerviosa.

- Todo saldrá bien.

Mi teléfono sonó indicando que ha llegado un mensaje.

Era de Jess.

"¿Lo has hecho a propósito? Me acosté con el chico que vive ahí, está muy bueno"

Miré a Kian y sonreí.

- ¿Qué?

- Conoce a Aaron y le gusta.

- ¿Te ha dicho todo eso en un mensaje?

- No, ha dicho que está bueno en un mensaje, le da vergüenza admitirlo - lo miré.

- Hay un pero.

- ¿Y si esto sale mal y todos morimos? No me podría perdonar si le ocurriera algo.

- Alguien sabio dijo: cruzaremos a ese puente cuando lleguemos a él... Ahora hay que preparar lo de hoy.

- Cierto.

- Voy a coger el libro y vamos a casa de Aaron, no le des muchas vueltas al asunto de tu amiga.

- Lo intentaré - grité, ya que él estaba en la habitación.

Cuando salió me cogió de la mano y nos fuimos a casa de Aaron.

Solo espero que esto funcione. Y que encontremos a alguien mas que nos pueda ayudar, eso estaría bien.





Bailando con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora