- Hija... - dijo mi padre.
- No me vengas con hija... - hice una pequeña pausa - todos sabemos que lo que acabo de decir es verdad - mi madre me miró con los ojos llenos de lágrimas.
- No puedes hacernos esto - dijo ella - tomemos la decisión que tomemos te vamos a perder.
- Cariño - le dijo mi padre - solo hay una respuesta correcta - se giró hacia mi - si lo permitimos nos matarán a nosotros también... La semana que viene vendrán a por ti unos ángeles, hasta ese entonces te quedarás aquí, cuando vuelvas no vengas a vernos.
- Vale.
Salí de casa y fui a un parque cercano, allí llamé a Jess.
- Hey - me contestó alegre.
- Hola - intenté sonar igual.
- ¿Qué está mal?
- Nada, no quiero preocuparte... Te he llamado para decirte que la semana que viene iré de viaje, es el regalo de cumpleaños de mis padres - me dolió decir esa palabra.
- Y yo que pensaba que podría superarlos... - dijo "dolida"
- Casi siempre los superas, así que no te preocupes...
- ¿Cuánto tiempo estarás de viaje?
- Pues no lo se... no se lo he preguntado.
- Ashley, me tengo que ir, que debo comer para tomarme las asquerosas pastillas para el dolor, y mi madre me llama. Hablamos luego.
- Hablamos luego - colgué.
Estuve un rato largo sentada en el banco, viendo como la gente pasaba de un lado a otro ajena a todo lo que ocurría.
Noté a alguien a mi lado.
- ¿Te han castigado mucho?
- Un poco bastante - reímos - oye Kian - me giré para verlo mejor - la semana que viene tengo que ir a eso que me dijiste.
- Apenas se ha notado el cambió de conversación - dijo con sarcasmo - así que dime, ¿qué ha sucedido? - preguntó preocupado.
- Discutí con ellos... me gritaron mucho y cuando vuelva no tengo que verles, quieren que desaparezca de sus vidas - dije triste.
- ¿la marca?
- Si... Lo que me molesta es que quieren conservar las apariencias, así que hasta el martes seguiré viviendo con ellos y seremos una familia "feliz".
- Los ángeles no son tan buenos después de todo, creo que incluso son peores que nosotros, ya sabes: la gente de espera lo peor de los demonios, pero lo mejor de los ángeles.
- Entiendo tu forma de pensar.
Nos quedamos en silencio.
Cuando el atardecer iluminó el parque con su luz anaranjada decidí que ya era hora de irme.
- Kian... - lo llamé, el se giro - es hora de irme.
- Vale - nos levantamos - ¿te acompaño?
- Mejor que no. Adiós.
- Adiós.
Me fui a casa, ahora tendría que afrontar mis problemas, y creo que haber salido cuando estaba castigada no ayudará mucho.
![](https://img.wattpad.com/cover/44473535-288-k107711.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Bailando con el diablo
ParanormalSus ojos negros como la oscuridad más profunda hacen que todos tengan miedo de él. ¿Por qué yo no? ------------------------- Creditos de la portada a @TereRodriguezok