6. ¿QUÉ HAGO AHORA?

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No puedo salir, si lo hago Kian me matará, pero tampoco quiero quedarme.

No se que hacer, sinceramente esto es una mierda.

- Ashley - me llamó mi padre.

Salí de la habitación para ir a buscarle.

- ¿Me buscabas, papá?

- No, solo te he llamado por amor al arte - dijo con sarcasmo - solo quiero saber si estás bien, he escuchado voces en tu habitación.

- Estaba hablando con Jess.

- No eran ese tipo de voces, tu madre está revisando haber si hay alguien - lo miré con la boca abierta. No me lo puedo creer.

- No me lo puedo creer - dije indignada.

- Es por tu bien...

Mi madre llegó en esos momentos a la cocina, asintió con la cabeza hacia mi padre.

- Ashley, tenemos que hablar.

Fuimos a sentarnos en los sillones de la sala de estar, yo estaba delante de ellos dos.

- ¿Por qué estabas revisando mi habitación? - le pregunté directamente a mi madre.

- Tu padre y yo... notamos a alguien... que podría ser peligroso para ti...

- No había nadie.

- No mientas Ashley - me regañó papá.

- Hija... el otro día ya lo noté, cuando me preguntaste si olía extraño... y hoy también.

- No queremos que estés con él o ella.

- ¿Por qué?

- Porque es peligroso... - se miraron un momento, luego mi madre siguió - era un demonio.

- Lo sé.

- ¿Lo sabes? - preguntaron los dos a la vez, sin creérselo.

- Lo sé, y hoy me ha salvado, y por mucho que me lo prohibas seguiré hablando con él.

- No te lo podemos permitir, Ashley... nosotros somos ángeles, tu eres un ángel... los ángeles y los demonios viven en una continua guerra, ellos quieren matarnos.

- También lo sé "las ordenes son claras: buscar, encontrar y matar a los ángeles" - cité las palabras del "doctor" - mamá, papá... ¿puedo haceros una pregunta? - cambié de tema rápidamente.

- Claro - dijeron a la vez.

- ¿Es posible que dos personas tengan la misma marca en el mismo sitio?

- En nosotros y los demonios si, en humanos no.

- ¿Qué significa?

- Que son almas gemelas - dijo mi madre - nosotros las tenemos.

- Vale, una última pregunta.

- Dijiste que solo era una...

- Bueno, ¿Y si un demonio y un ángel tienen la misma marca? ¿Qué pasaría?

- Eso no se ha dado todavía, así que no se sabe.

- Bueno, ahora vamos a por tus hermanos... puedes ir a tu habitación.

Subí rápidamente a mi habitación. Entré y le puse el seguro.

Me puse mi pijama y me deje caer en la cama, mirando el techo.

Tenía mucho en lo que pensar.

Hace unos días era una adolescente normal que solo se preocupaba por lo que ponerse por las noches y hoy resulta que no soy tan normal, soy un ángel que tiene alma gemela, y esa alma gemela es el enemigo.

Me gustaba mas como eran las cosas antes.

- ¿En qué piensas? - dijo alguien, me sobresalté.

- ¿Quieres matarme del susto?

- No eres tan fácil de matar - Kian se sentó en mi cama.

- Mis padres saben que has estado aquí y...

- ¿Te prohibieron verme porque soy peligroso? - asentí, ambos reímos - tus padres también son ángeles.

- Lo sé... - nos quedamos en silencio - sé el significado de la marca.

- Yo también.

Bailando con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora