5. Las Pruebas.

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Unos días después, Mellie nos avisó que debíamos prepararnos para las pruebas. Estas consisten en que debes demostrar tus habilidades adquiridas durante el entrenamiento frente a los Vigilantes de los Juegos. Luego, ellos te califican del 1 al 12 para decir cuan preparado estás.

El día de las pruebas estaba muy nerviosa. Estábamos esperando nuestro llamado. Tristan, como siempre, me calmó acariciándome el cabello y diciéndome: "Vas a salir muy bien, los dejarás boquiabiertos". Me sentí más confiada y me relajé un poco. 

Luego de unos minutos, fue el turno de Tristan. Yo cruzaba los dedos deseando que le fuese bien en la prueba. Luego de otros 5 minutos más, las compuertas del gimnasio se abrieron y eso indicaba que era mi turno. Antes de entrar, Tristan me deseó suerte y yo le agradecí. 

Entré en la habitación, que era gigante y oscura, y pude ver a los Vigilantes en un escenario, en el que había una mesa con platillos, y alrededor, unos sirvientes Avox, que son "criminales" a los que se les corta la lengua y se los obliga a servir como esclavos en el Capitolio.

Noté un panel donde estaban dispuestos: cuchillos, arcos y flechas, estrellas ninjas y otras armas. Tomé un par de cuchillos y estrellas ninjas y me dirigí hacia mi puesto. Me puse en posición y después de unos segundos, entré en acción. Lanzé cuchillos por el aire que daban casi siempre en el blanco de la diana. Demostré mi gran habilidad con la estrellas ninjas, hasta que me distraje por el estruendo de una carcajada y una de mis estrellas fue a dar fuera del blanco. Me di vuelta, y noté que nadie prestaba atención a mi demostración. Entré en un ataque de ira y entonces tomé otra estrella, que lancé en dirección a ellos. Esta se clavó en el gran sombrero de frutas de uno de los vigilantes.

Todos voltearon a verme con una mirada de desaprobación, y algunos con algo de terror. Recordé lo que dijeron sobre las entrevistas de una Tributo que había hecho algo parecido, y me acordé de que ella había hecho una reverencia burlona diciendo: "Gracias por su consideración", y entonces, decidí hacer lo mismo. Luego, me retiré sin nada más que decir.

Cuando volvimos de las pruebas, Mellie me regañó porque se había enterado de lo que hice. Le parecía totalmente desagradable mi actitud. En cambio, Plutarch y Tristan se reían de la histeria de Mellie y de lo que yo había hecho. Jinxed y Ahri tenían otras opiniones, estaban asombradas por mi valentía y desinterés al hacerlo, pero no me felicitaron ni nada de eso, porque conocían perfectamente la historia de aquella muchacha del 12 que casi se convirtió en Líder de la Rebelión, que por cierto fue sofocada, y lo que yo había hecho era muy parecido a lo que ella hizo cuando estuvo en los Juegos.

Luego de unos minutos, la pantalla gigante del salón se encendió, y aparecieron los comentaristas más populares del Capitolio. Dijeron algunas bromas y luego pasaron a mostrar las puntuaciones de los Tributos Distrito por Distrito.

 Luego de unos minutos, llegaron al 7, y allí mostraron la puntuación de Tristan: Un 11. Me alegré por él y luego seguí viendo, esperando a ver qué puntuación me habían dado después de lo que había ocurrido en mi prueba. Nunca me lo esperé: Un 12, la puntuación más alta. Plutarch, Mellie, Tristan, Jinxed y Arhi, me felicitaron, aunque yo aún estaba en shock. Ya mas calmada, me permitieron ir a mi habitación, donde aproveché para darme un baño y descansar, ya que estos serían los últimos días "tranquilos" de toda esta locura de los Juegos del Hambre.


Los Juegos Del Hambre: La Historia de Cressida Fink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora