Los Juegos Del Hambre: La Historia de Cressida Fink.

18. La Vencedora de los 76° Juegos del Hambre.

El Aerodeslizador me dejó en el Centro de Tributos. Me hicieron bajar por el ascensor hasta el Centro de Preparación, donde todo el equipo me esperaba. Las puertas del ascensor se abrieron, y me reencontré con Mellie, Plutarch, Jinxed y Arhi. Inmediatamente me saludaron y felicitaron por el gran triunfo, los llenaba de orgullo que la representante de su Distrito fuese la ganadora de los Juegos.

Los saludé con una sonrisa muy falsa, porque la verdad, estaba rota por dentro. No me importaba haber tenido el gran honor y la suerte de ganar. Lo único que quería y me importaba en este mundo, se ha ido.

— ¡Ay, Cressida! ¡Cuánta alegría me da verte! —Mellie chillaba entusiasmada.

— Gracias, Mellie... —Murmuré sin fuerzas, pues de tanto llorar ya no tenía energías para nada.

— Realmente me has dado una gran impresión. Estoy muy orgulloso —Dijo Plutarch.

— Yo también... Pero no de mí... Sino de alguien que abandoné en la Arena —Solté, con la mirada gacha.

Me volteé, y allí vi a Jinxed. Ella me extendió los brazos, y yo sin dudar me aferré a ella como si fuese mi última esperanza. De verdad necesitaba desahogarme por todas las desgracias que había sufrido.

— Gracias... —Le susurré, totalmente agradecida con ella, mientras volvía a sollozar a pesar de que creía que había agotado todas mis lágrimas.

— ¿Por qué? —Inquirió ella con suavidad.

— Simplemente por todo... Por depositar tu confianza en mí. Por tener fe y esperanza... Por creer en que yo podría lograrlo.

— No hay de qué... —Respondió ella, para luego acariciar mi cabello dulcemente, como Tristan lo hacía.

Me aparté de Jinxed, y volteé mi mirada hacia Arhi, que me miraba a los ojos con compasión. Podía notar a simple que ella se había encariñado con Tristan (Era obvio, ¿Quién no podría quedarse encantado con un chico tan... perfecto como él?), y que su muerte también le estaba afectando.

— Yo... Lo siento. Enserio, no quería que pasara... —Le confesaba mientras algunas lágrimas se escapaban de mis ojos y recorrían mis mejillas.

— No... No hay nada por qué pedir disculpas -Me contestó mientras me abrazaba y compartía mi llanto— No es tu culpa, Cressida. No pienses jamás una cosa así

— Pero pude haberlo evitado... Pude haberlo hecho... —Respondí, echándome la culpa. Porque él tendría que haber ganado, se lo merecía más que ninguna otra persona.

— Mírame — Alzó mi barbilla para que la mirara a los ojos, que también se encontraban rojos por el llanto. El rimel de vibrantes colores se había corrido pero parecía no importarle en lo absoluto— Estoy muy, muy orgullosa de tí...

Asentí levemente y me aparté de ella. Siguieron felicitándome algunos segundos más, y luego Jinxed me aconsejó que fuera a bañarme, ya que dentro de algunas horas me harían la típica entrevista que se le hace al vencedor de los Juegos del Hambre.

Luego de una media hora, en la que me ducharon como 3 veces, me lavaron el cabello y me hicieron tratamientos con cremas y más para dejarme como si nunca hubiese estado en la Arena, estaba sumergida en un vestido corto, de gaza o seda, de color rosa pastel. Unas bailarinas blancas y una coronilla de flores blancas completaban esta tierna vestimenta.

Llegó la hora de la entrevista. Volví a encontrarme con Haymitch Aigner, el simpático conductor, con el que charlé la noche antes de los Juegos. Me saludó cordialmente, y tuve que fingir mi alegría.

— ¡Cressida, qué gusto volver a verte aquí! —El público bramó excitado al escuchar mi nombre.

— El gusto es completamente mío... —Respondí, aunque realmente no sentía ni una pizca de emoción por estar allí.

— ¡Qué bello vestido traes puesto! Te lo ha hecho Jinxed, ¿Verdad?

— Correcto — Y mostré la sonrisa más falsa que pude elaborar.

A continuación me hizo preguntas acerca de lo que había vivido en los Juegos. Sobre cómo me sentí con algunas situaciones. Luego, comenzamos a ver videos de los "mejores" momentos de los Juegos.

Pude ver grabaciones de la Cornucopia al Iniciar los Juegos, cuando se armó la muralla de fuego en el bosque, cuando los profesionales me persiguieron, también cuando Kendra, Tristan y yo decidimos aliarnos, etc. No pude evitar sentir cierta nostalgia cuando vi a Tristan y a Kendra. Al ver los videos de sus muertes, simplemente comencé a llorar.

Al terminar la entrevista, Haymitch pronunció una frase que quedó grabada a fuego en mi mente, y que sería un doloroso peso para mí por el resto de mis días.

— Aquí esta su vencedora de los 76° Juegos del Hambre: ¡Cressida Fink, del Distrito 7!