21. El Distrito 7. | CAPÍTULO FINAL.

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Abrí los ojos por fin, gracias a la luz que se filtraba por las cortinas de las ventanas. Me levanté, apartando las cálidas mantas que me cubrían y me acerqué, apartando las cortinas para apreciar el extenso bosque al otro lado del cristal, que significa que estamos muy prontos a llegar al Distrito 7.

Algunas lágrimas empañan mis ojos por la emoción, porque creí que nunca volvería a ver estos bosques, y finalmente estoy aquí, de nuevo en casa, aunque no de la forma ni con la persona que quería.

Alguien toca la puerta de mi vagón y me apuro a abrirla, para ver que no hay nadie. En cambio, han dejado una enorme caja de color salmón con un moño blanco, de la que cuelga una tarjeta con un mensaje. Me arrodillo para leerla.

"Espero que éste vestido te guste tanto como a mí el haberlo diseñado. 

Un pequeño regalo de despedida.

— Con cariño, Jinxed"

Sonrío ante el gesto y, luego de meter la caja al vagón, cierro la compuerta y la abro, para sacar un hermoso vestido de gaza color salmón. Me apresuro a quitarme el camisón y me visto con el vestido, completando el atuendo con unas sandalias doradas que venían en la misma caja. 

Más tarde entra Mellie, quien me llama para desayunar ya que pronto habremos llegado a la estación de tren.

Momentos más tarde, después de un fastuoso desayuno, Mellie vuelve a aparecer con una sonrisa en su rostro y la frase "Hemos llegado al Distrito 7".

Ambas, bajamos en la estación, donde un auto negro nos recibe para llevarnos directamente al Edificio de Justicia. Una vez allí, el Alcalde nos recibe con un acto en honor a la Vencedora de los Juegos de este año, y un extenso discurso frente a todos los habitantes del distrito que culmina con un "¡Bienvenida a casa, Cressida!"

Terminado su discurso, me fue permitido bajar del escenario, donde todos me abrieron paso hasta que mis ojos por fin pudieron ver la figura de mi madre, que extendía ambos brazos mientras sus ojos lloraban emocionados. No perdí el tiempo y corrí hacia ella, aferrándome como si en cualquier momento pudiera desvanecerse.

— ¡Mamá! —Sollocé— ¡Mamá, lo siento! ¡No he traído a Tristan de vuelta, por favor no me odies!

Ella acarició mi pelo, y luego, acunando mi rostro entre sus manos, me obligó a levantar la mirada para ver como sonreía con compasión en sus ojos.

— Hija mía —Dijo— Jamás pienses que ha sido tu culpa, yo también lo extraño, pero soy felíz porque has vuelto a casa.

Ambas nos fundimos en un abrazo lleno de sentimientos que no seríamos capaces de expresar con palabras, mientras podía escuchar de fondo a la multitud aplaudiendo y celebrando por su vencedora.

Había vuelto a casa.

*  *  *  *  *  *  *  *

¡Capítulo final! Aquí concluye la fascinante aventura de Cressida Fink en lo Juegos del Hambre...

Estoy pensando en hacer el Epílogo, pero no me he decidido aún. Así que les dejo a ustedes la elección.

Aquí termina mi primera novela. Si esta te gustó, espera que otra salga. Estoy considerando escribir otra novela. 



Los Juegos Del Hambre: La Historia de Cressida Fink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora