Llevaba una bandeja en cada mano, una con un pedido distinto a la otra. Corría de aquí para allá, un pedido por aquí, una entrega por allá. Siendo las cinco puntuales de la tarde, me encontraba correteando por todo el café, trabajando, como todos los miércoles a las cinco de la tarde.
Estaba nerviosa hasta la mierda, preocupada por nuestro encuentro en cualquier momento de aquel día. Me fui tan enojada con él de la Fiesta de Desire, que no quise decirle todo lo que pensaba en ese momento, o me iría de la lengua y le diría algo que no es cierto, por lo que me contuve.
Hace dos días, cuando me acompaño a casa, le dije que quería hablar con el hoy, y que no importa si venia en el horario de trabajo, ya que tenemos un pequeño receso a las cinco y media de la tarde, y continuamos a las seis. Entonces aproveche y le dije que viniera.
No sabia de pronto si quería que fuera. Pero necesitaba decirle que haber dicho que yo era su novia estuvo completamente fuera de lugar, decirle la verdad, decirle que ya no lo amaba y que enmendara su error.
Decirle la verdad, era ahora primordial para que arreglara lo que había dicho en la fiesta, y Yo necesitaba saber que el no se sentiría mal. Hace dos días que me la paso pensando porque mintió de esa forma, si estar con alguien como yo no le favorece ni social ni económicamente.
Sentí que la puerta del Café se abría, y me congele en el instante en el que lo vi cruzarla. Corrí al otro extremo del Restaurante y me hice la que tomaba una orden, mirando por sobre el rabillo del ojo. Entonces, nuestras miradas se cruzaron por unos momentos, en los que quería hundirme bajo tierra.
Entonces, me vi en la necesidad de ir a dejar un pedido al mostrador donde trabajaba mi padre y dirigirme de entre cambio a la mesa donde se había ubicado. Ahora ya no había tanta gente como hace media hora ya que se acercaba la hora del receso, así que no me seria un desafío atender el local y hablar con él al mismo tiempo.
Me senté en la silla enfrente a la suya. Abrió la boca para decir algo, pero levante la mano, y lo interrumpí.
—No digas nada, Doblas.
Me miró confundido, y negó con la cabeza.
— Se me ha resultado raro que me llamaras— Confesó con una sonrisa, y mirándome tan fijamente, que lograba distraerme— Por eso vine. Pensé que tendría que ser algo realmente importante como para que justo tú me llamaras.
Lo mire ahora yo completamente confundida, y enarque una ceja.
—Ruben...— En ese momento vi como una mano se alzo en una de las mesas. Me levante y fui a toda velocidad a tomar el pedido, y corrí aun mas rápido a la barandilla de broches para dejar los pedidos, tome el ultimo que había dejado y lo deje en su mesa correspondiente.
¿Que me había querido decir? ¿Porque llevaba esa sonrisa tan picarona en el rostro?
Sacudí la cabeza y volví a caminar a la mesa de Ruben. Me senté y nuevamente, me miraba... atento.
—Ruben—Le llame la atención, y me miro concentrado— Lo que hiciste el Lunes no estuvo bien.
Comencé a ver como muchas personas abandonaban el restaurante, y solo quedaban las que todavía comían. Al voltear a verlo, miraba hacia abajo. Jugaba con sus dedos sobre la mesa y lucia todavía mas preocupado y nervioso que yo, y Demonios, eso si que era difícil.
— ¿Por que dijiste eso?— Esta vez, me percate de sonar mas pretenciosa que enojada, aunque fuera lo contrario.
Hizo un puchero imposible de resistir, y, de algún extraño modo, me entraron unas extrañas y estúpidas ganas de besarle. Me tape la cara con una mano y con los ojos cerrados, deje salir el aire que ni sabia que contenía.
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Al Final te Enamorare | Ruben Doblas
FanfictionLo conocí hace once años, en un campamento de boy scouts. Lo quise, pero se acabo hace mucho tiempo. Ahora, el ha vuelto para recordarme todo el dolor que sucumbio mi vida hace años, y para decirme - a la vez- que me ama y que no soportaria vivir s...