Al Final te Enamorare | Ruben Doblas

Veinticuatro

Todo se torna negro cuando luego de tres tragos que han tomado, Doblas me coge de la muñeca y Me obliga a Apoyarme sobre el Mostrador para mirarlo frente a Frente, y tanta cercania hay entre el y yo que Puedo sentir su aliento perfumado de alcohol.

Es un olor asqueroso, repulsivo, pero Me limito a quedarme ahi. No puedo hacer otra cosa que fruncir el Seño.

—Astrid— Dice mi nombre y me provoca escalofrios que recorren mis venas— No deberias estar aqui. Este no es un lugar decente.

Mi frente se arruga aun mas y cierro los ojos para no abofetearlo o Mis compañeras pueden creer algo indebido.

Unas vagas ganas de Molerlo a Golpes me invaden por completo, y De repente me pregunto desde cuando hacia que visitaba lugares como este, o si miraba a las Mujeres que danzaban en el escenario exibiendo mas carne de la que deberian.

—Y tu si Puedes ¿No es así?

Un dolor extraño y punzante se asienta en mi pecho y mi estomago se siente como una cueva de rocas, Las lagrimas comienzan a quemar en mis ojos pero reprimo abandonarlas. No pienso llorar aqui ahora, en pleno trabajo, y menos por una estupidez como los celos de unas conclusiones de las cuales no tengo base.

¿Estoy Celosa?

El solo hecho de Pensar que Doblas Halla estado en algun otro tipo de estos Lugares me carcome el alma, Y no quiero que sea asi. No quiero siquiera soportar la idea en mi cabeza de que halla podido estar con otra Persona que no sea yo, Que halla mirado otra Mujer que no sea yo y que Haya sido capas de Sonreir ante las complacencias y Placeres mentales que otra Mujer le Pueda otorgar.

Solo yo Puedo hacer eso, Solo yo puedo brindarle amor y Satisfaccion, y solo en mi Puede el descansar. El pensar que el buscó esa satisfaccion en otra parte solo hace mi dolor y mi angustia mas entrañable.

¿Sera que... lo está logrando?

Abro los ojos y El corazon me da una punzada: Mira hacia el Escenario, Donde Fedra, una bailarina con de los mejores cuerpos que se hayan podido ver, da su numero en el Escenario.

No...

Intento no llorar, pero es una tarea casi Imposible. Le propino un furioso puñetazo a la mesa de los licores y estos tiemblan en su sitio por el impacto, pero El ruido no es lo suficientemente fuerte como para interrumpir el baile por la Musica mas alla de lo estrepitosa.

Camino hacia la Puerta de Servicio y Luego hacia la Oficina de Harvey Meller, El hombre negro que Dirige la cantina.
Golpeo la puerta con mis nudillos y escucho los pasos fuertes del hombre encaminandose hacia mi, y abre la Puerta con algo de rudeza.

—Astrid— Balbucea mi nombre entre sus labios— ¿Que deseas, Primor?

—Finalizar mi horario laboral— Anuncio y me mira de Pies a cabeza, como Buscando aprovacion en mi fisico, y de repente Pienso que tal vez la Sopa no sea tan mala comida.

—Esta bien, Trimmingham. Puedes retirarte— Anuncia y cierra la Puerta en mis narices.

Camino en reversa y Recogo mi bolso del suelo, en la sala de Servicio, entonces veo que la Puerta que da al escenario se abre, y La musa de cabello Ceniciento y Ojos claros Entra a carcajadas. Debo salir de aqui rapido.