Veintiuno

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Me despierto en una cama particularmente incomoda, incomodísima. Miro a mi alrededor, y me paralizo de completo terror cuando descubro que estoy durmiendo en una litera, dentro de la celda en una delegación. El pánico se arraiga a mi estómago y Corro a toda velocidad hacia los barrotes metálicos, y los sacudo en un intento por escapar.

—¡¡Ayuda!! — Exclamo desesperada porque sea tan solo una muy mala pesadilla, golpeo mi cabeza dos veces contra los barrotes y siento el sabor de la sangre empaparme los labios.

Es real...

—¡¡Alguien Saqueme de aquí!! — Vuelvo a gritar a todo lo que dan mis Pulmones en dirección a la única puerta normal que veo.

Pasan los segundos, los minutos y las horas y yo sigo aferrada a los barrotes de metal, mirando hacia afuera.

No se supone que este ahí. Yo no he matado a nadie, Yo no mate a Mamá...

Comienzo a llorar, desconsolada, Adolorida por la herida que me hice en los labios cuando los estrelle contra el acero, con los musculos de los brazos agarrotados de tanto enroscarlos a estos, como una serpiente.

Quiero salir, necesito salir y declararme Inocente, necesitan saber que lo soy, Yo soy inocente...

En ese momento, siento el ruido de unas llaves Retorciendose en el picaporte, y Hago un esfuerzo sobrehumano para volver a pararme como puedo y Volver a los alaridos de dolor.

—¡¡Dejadme Salir!! — Volvi a vociferar en un ahullido, que sono como sollozo debido a las lagrimas que me abandonaban constantemente.

Un policía algo bajo de estatura Guia a cuatro Personas hacia donde me encuentro.

Oliver Rogel, mi padre. Terrence, el chico que atiende el Restaurante con nosotros. Mangel y Ruben.

No puedo evitar parar de llorar, y tan pronto me dejan salir de ahí dentro Corro hacia Mangel, y Los cuatro me funden en un abrazo familiar. La ley echa carne no nos dice nada, y por el contrario, se apoya sobre una celda y observa la escena.

Siento Ocho manos sobándome la espalda, acariciando mi cabello y Susurrandome al Oido que todo estará bien, que van a conseguir sacarme de la celda definitivamente, Que yo no mate a nadie y que los cuatro saben que yo soy inocente.

Tras media hora de regodear lagrimas, el Policia se harta y nos guía a los cuatro a una oficina con las paredes, la moqueta y los muebles de Blanco brillante. Parece Oficina de manicomio.

Entonces, entra un Policia muchísimo mas imponente que el otro, puesto que este tiene un uniforme azul, mientras todos los demás son mas bien militares.

—Buenas Tardes— Pronuncia y junta las manos sobre el escritorio cuando ya se sento. Frente a este hay cinco Sillas y cada uno de nosotros se sienta en cada una: Yo en el centro, Oliver a mi derecha y Mangel a mi izquierda. Al lado de Mangel esta Rubius y al Lado de Oliver esta Terrence.

—Como sabran, La semana pasada El Restaurante Rogel's fue asaltado por dos damas, Una de ellas murió Minutos después de Asesinar a la Señora Rogel— Pude sentir como un pesado suspiro provenia de ambos lados— Y a la asaltante se le fue propinado un disparo en el pecho, acabandole la vida.

Luego deja de generalizar la mirada a todos, y la posa en mi— Astrid Trimmingham, ¿Cierto? — Asiento con debilidad, sintiendo como mi mundo entero se tambalea, como el temblor se apodera de mis sentidos, como toda mi mente entera se Nubla y me siento como una completa estupida— Tu eres la principal sospechosa y hay altas probabilidades de que hayas sido tú quien mato a la Señora Hayes, una de las mujeres que los asalto.

Nos miramos entre todos, pero soy quien recibe mas miradas. Algunas cargadas de algo de culpa, otras cargadas de dolor y tristeza, otras amenazadoras – cabe decir- La de este hombre. No se que se, y no dejo de frotar mis manos una contra la otra para proporcionarles calor a estas mismas y No evito en lo absoluto mirar hacia abajo.

El silencio que esta apoderado del ambiente de esa oficina de la delegacion es tan antipatico que ninguno Se atreve a romperlo, tanto asi que hasta el propio Oficial encargado de hacernos sufrir esta temblando mentalmente.

No me siento bien, el estomago se me revuelve, siento el choque de mis tripas unas con otras y como un extraño acido invade mi higado, y eso solo hace que quiera Vomitar e irme a la mierda, sin importar si soy la real culpable de la muerte de la ladrona o no, Solo quiero salir de ahi de una vez por todas y dejar de escuchar la martiriosa voz del oficial que me Acusa de algo que yo se que no hice.

Todo prosigue en la bruma de la nada misma, en el silencio Aterrador. Nadie mueve un pelo, Nadie se inmuta, y todos parecen estar en la misma condicion que yo, Y solo quieren Salir corriendo hacia cualquier lugar.

De repente, algo capta mi atencion por Completo. Es el ruido de una silla chillar contra la ceramica y ceder hacia atras. No soy la unica que mira en direccion al Chirrido, y podemos ver como Terry esta de Pie.

Ninguno entiende exactamente que Sucede, Pero el Clava su vista con feracidad en el oficial.

Todo sucede a una velocidad antinatural, tan rápido, tan fugaz, que apenas lo pude anotar mentalmente.

Terry se abalanza sobre el escritorio del Policia, donde se hallaba el arma cargada unos momentos Antes, mientras iniciábamos la conversación.

El pánico se arraiga en mi sistema y puedo comenzar a temblar. Pero es tan Estupidamente enfermizo el temor que siento Cuando apunta hacia Mi padre, pero continua mirando a los ojos al policía.

Tiemblo como una hoja, desesperada, y no se que hacer.

—Tranquilo, Oficial— Exclama y todos podemos ver como la mano le tiembla un infierno, y tememos que apreté el gatillo por accidente— No voy a dispararle al Señor Rogel a menos que Usted intente tocarme.

El Policia permanece de pie, mirándolo con ganas de asesinarlo. Si las miradas Asesinaran, Terrence Mallbvur estaría muerto y enterrado.

—Necesito que usted me escuche— Vuelve a hablar Terrence hacia el oficial, el cual asiente casi en un acalambrado movimiento, debido a los nervios. Ninguno le puede sacar los ojos de encima al muchacho de Cabello crespo negro en el cual tanto confiamos el poco tiempo que trabajó junto a Nosotros— Voy a enmendar mi error. Lo lamento. Lo lamento tanto, pero la ladrona Mató a La señora Rogel.

Sus parpados tiemblan y con la otra mano se rasca el mentón y el cuello.

El pánico es aun mas atrozador cuando apunta el arma en la cabeza de Ruben, y cierro los ojos Para evadir Desmayarme.

—Soy el Culpable de la muerte de la Asaltante fallecida, la señorita Hayes— Cuando abro los ojos, ahogo un grito solo para no hacer que dispare por el impacto de mi grito, Pues el arma apunta a mi frente.

—Señor Mallbvur... Baje el arma— Pide el oficial casi en un susurro para evitarle un susto a Terry. Nadie lo puede creer, pero este chico nos esta apuntando con un arma a la cabeza, uno por uno.

Todo sucede tan rápido, que el Impacto del Ruido ensordecedor del tiro de gracia se hace presente, y al menos a mi me toma varios minutos Procesar la imagen de Terrence Muerto en el suelo con un Disparo en la cabeza, y todavía mas me cuesta entender que se ha suicidado delante del Oficial.

Al Final te Enamorare | Ruben DoblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora