Pasado espinozo

10 2 0
                                    

VICTORIA MERLIN

Si le hubiera pedido a los Dioses -ya sea en el mundo muggle o mundo mágico- que crearan un hombre para mi, ese sería Matt. Ya la semana había pasado desde que nuestra conexión se había intensificado, no sólo en el lado sexual, que por cierto parecíamos ninfómanos, sino en todo sentido. La balanza se estaba inclinando a mi favor, sin embargo tenía una inquietud, el mismo Mattheo, de pronto se encontraba muy distraído, pensativo, se fastidiaba con mayor facilidad y evadía a Tom cuando buscaba platicar a solas, no quisiera entrometerme en sus asuntos pero si necesita ayuda claro que se la daría, es el chico que se está adueñando de mi corazón.

-Hey Vic, espera...-La voz de Cedric interrumpió mi caminata, para mi suerte nos habían asignado como compañeros para un trabajo de investigación, y si... es ironía, me di vuelta y me vi obligada a curvar una sonrisa, no quería ser descortés, aunque el trío de traidores con Sirius orquestaron todo aquel plan, Cedric estaba al margen de todo.-quisiera hablar sobre el proyecto, podemos vernos luego si es que puedes, así lo acabamos lo más pronto posible, el capullo de Flitwick solo nos dio 4 días de plazo.

-Si claro, a las 6pm en la biblioteca.- contesté, en sus ojos se podía visualizar que estaba más nervioso de lo común, viendo hacia todos lados como un demente. todo empeoró cuando las voces y risas de mis amigos resonaron por los pasillos, su desasociego aumentó con creces.

-Nos vemos más tarde, adiós.- sin nada más que decir salió disparado por los pasillos dejándome con las palabras en la boca.

-Hey cariño, ¿donde estabas?.- dijo Matt acercándose a mí a paso más rápido que el resto. Por mi cabeza pasó la idea de contarle mi plan de estudio con Cedric pero no le gustaría para nada la idea, sus celos y protección intensiva a veces me agobiaba, pero también intentaba comprenderlo, jamás había tenido algo parecido a una relación y ya he pasado por bastantes situaciones peligrosas en las cuales él me ha rescatado, entonces no tenía mucho que discutir sobre su forma de ser, lo aceptaba tal cual era.

-Hey, después de clases tenemos entrenamiento.- la voz de Regulus fue como una salida para no responderle a Matt, sin contar que tal situación me beneficiaba, así podría hacer el trabajo lo más rápido posible y ahorrarme escenitas desfavorables.

-Esta vez no puedes faltar Riddle, se acerca el partido contra Gryffindor.- la advertencia de Draco pareció no interesarle a Matt, lo miraba con el mismo aburrimiento que demuestra en las clases de Snape.

-¿Irás a verme, niñata?.- me preguntó, tomándome entre sus brazos y dejándome a la altura de su rostro, amaba que lo hiciese, me sentía una niña pequeña mimada.

-No puedo hoy cariño, debo estudiar.- al escucharme frunció el ceño, algo que le fascinaba era verme sentada en las gradas viendo como se pavoneaba por ser el mejor cazador de Slytherin y reconocido por todo Hogwarts. En teoría tampoco le estaba mintiendo, solo omití la parte que incluye a cierto tejón.

-Deja que haga sus cosas Riddle.- murmuró Theo, tan indiferente como siempre cuando se trataba de Matt y de mi.

-Debe estar agobiada porque no te le despegas nunca.- agregó Tom, los demás comenzaron a reír.

-Cállense imbéciles, no les incumbe.- gruñó Matt, desviando su rostro para dedicarles una mirada odiosa aún manteniéndome en sus brazos.

-No es cierto cariño, adoro que estés siempre a mi lado.- dije, besando sus labios.

-Te miente Riddle.- añadió Blaise entre risas.

-Si, nadie te aguanta.- exclamó Enzo carcajeando.

-Pues yo sí.- hablé con una sonrisa triunfante, abrazando el cuello de mi castaño.

Adictiva perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora