Matiz de emociones

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MATTHEO RIDDLE

Desperté en mi habitación apenas tomando conocimiento, los párpados me pesaban, me ardía el labio al igual que los nudillos, algo helado descansaba en mi frente, supongo que una toalla. La luz del foco me encandiló y rápidamente recordé lo que había pasado: Quidditch. Valerie. Biblioteca. Victoria. Diggory.

Me senté en el colchón de un brinco, Tom se acercó a mí, se veía más malhumorado y despinado de lo común.

-Victoria, ¿dónde está?.- mi pregunta lo molestó aún más, pero no me interesaba, debía ir a verla.

-Detente Mattheo.- exigió entredientes.

-No, no entiendes...

-Claro que lo entiendo imbécil, por eso estoy aquí, mi pregunta es ¿tu entiendes lo que hiciste?.- me cuestionó señalándome con su dedo.

-De que mierda hablas.- mi respuesta lo hizo reír de forma irónica.

-Armaste una pelea con Diggory en la biblioteca.

-Si, estaba con Victoria y...

-Según tu mente retorcida estaban coqueteando, ¿no?, o peor aún, lo creíste las mentiras de mierda a Valerie.- dijo, como siempre mi maldito hermanito lo sabía todo.

-Como sabes que ella...- dije titubeante pero nuevamente fui interrumpido.

-Legeremancia Mattheo.- contestó, sin duda esto me molestaba aún más.

-¡Detesto que te entrometas en mi mente! ¡y eso no es excusa!, dijo la verdad, estaba con Diggory en la biblioteca, ¡joder!.- exclamé poniéndome de pie.

-¡Estudiando maldito imbécil!, ¿otra vez vas hacer manipulado por Krum?, Vamos Mattheo, eres mas que esto.- masculló, restregándose el rostro.

-¡Ella me dijo que estudiaría sola!.- al parecer mis contestaciones le daban aún más razones para seguir aumentando su enfado.

-No, ella te dijo que estudiaría, jamás te dijo que lo haría sola.- respondió entredientes.

-¡Me mintió joder!, estaba con ese idiota en la biblioteca.

-¡NO TE MINTIÓ!.- tomó aire y revolvió su cabello, fue al escritorio, tomó un manojo de hojas y me las lanzó.- estaban haciendo un ensayo, un maldito ensayo Mattheo, Flitwick armó los dúos, pero como tú siempre andas en las nubes ni siquiera fuiste capaz de buscar tu nombre en la lista... ¿y sabes que?, muy buen ensayo.

-Y si lo que dices es cierto, ¿Porque no me dijo que estaría con Diggory en la biblioteca?.- mi pregunta era tonta, lo sabía, él solo soltó una pequeña risa y me miró incrédulo.

-¿Tú porqué crees, Mattheo?.- tenía razón, siempre la tenía... conecté todos mis cables a tierra.

-Debo ir por ella.- murmuré buscando mis zapatos.

-No lo harás.- exigió Tom imponiendo su figura delante de mí.

-¡Maldita sea, Tom!, sólo déjame salir.- exclamé, empujando a mi hermano a un lado.

-No, te quedarás aquí, porque para que dejaras vivo a Diggory me orillaste a desmayarte, además tuve que darte poción de dragón ígneo.- contestó.

-¿Porque carajos lo haz hecho?, no tiene sentido.- claro que no lo tenía, es decir, esa poción es para el aumento de energía, dependiendo de las emociones que lleves en ese instante claro, en mi caso, la ira.

-¡Claro que lo tiene!, porque gracias a que lo hice Dumbledore creyó mi historia de que te pusieron esa poción en la comida y que por eso actuaste deliberadamente, ¡evité que te expulsaran imbécil!.- sus palabras me dejaron perplejo, actúe como un capullo... me apoyé en el escritorio y mi visión se perdió en la alfombra.

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