El concierto... y segunda cita.

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—Por favor mamá, es el primo de James, conoces a su familia, son buenas personas.

Me es complicado rogarle a mi mamá para obtener su permiso. Normalmente ella me lo da enseguida, pero siempre era porque salia con James (Y mi madre lo conoce perfectamente, ademas, le cae bien) o con mis demás amigos. Ahora el problema era que no conoce a Marck. Me resultara mas difícil convencerla.

Todavía no comprendo si tuve o no una cita con Marck. Me divertí, pero no se si estoy lista para olvidar a James, no podría mas bien. Tal ves solo estoy confundiendo las cosas y exagerando.

—Conozco a la de James, pero no a la de Marck.

—Mamá, el va a venir a recogerme, lo vas a conocer, solo no lo espantes por favor.

—No te prometo nada.

Genial.

—¿Entonces si?

—Solo si me agrada, y me tienes que llamar antes y después del concierto.

Estricto, pero aceptable.

—Esta bien.

—No me parece bien que te hayas arreglado asumiendo que tenias mi permiso y que a ultima hora me lo consultaras.

—Es porque se que eres increíblemente comprensiva y buena.

Ella pone esa cara que siempre usa cuando no esta convencida.

—Te diré que porque soy increíblemente comprensiva y buena te daré la oportunidad de considerarlo. Todo depende de tu amigo.

Le sonrío.

—Ya veras, te caerá de maravilla.

—Mas le vale.

Suena el timbre de la puerta, el timbre que consiste en una parte de la canción de Beethoven. No me preguntes cual, no me fascina la música clásica. Siempre que la escucho me da vergüenza abrir la puerta, no se porque, de hecho debería gustarme que los demás nos vean como una familia sofisticada. Pero no lo somos, bueno, yo no, mi padres si. O eso se esfuerzan por ser.

—Por favor, no seas mala.

—Ya veremos.

Hago una mueca y voy a abrir la puerta. Al hacerlo encuentro a Marck en la entrada. Lleva unos vaqueros, una camisa azul elegante pero nada formal, mas bien moderna y unos zapatos a juego. No te imaginas lo guapo que se ve.
Me aclaro mi garganta y me fuerzo a que salga de ella palabras con sentido y educadas, y no un "Por dios, estas hermoso".

—Hola Marck, pasa.

El me sonríe y entra.

—Hola jovencito, soy la Sra. Sauther.

Marck voltea hacia la voz proveniente de mi madre.

Agh, Sra. Sauther.

—Mucho gusto, Sra. Sauther. Me llamo Marck, Marck Harrison.

—Ya veo. Toma asiento Marck, quiero conocerte mejor.

O no.

—Mamá—la regaño—se nos hace tarde

—Oh esta bien, no tardare mucho.

Tengo ganas de ir a la pared que hay a mi derecha y empezar una pelea de cabezazos, si es que la pared tiene una.

—No se preocupe. Seguro no llegamos tarde al concierto, Alison.

¿Como es que mantiene la compostura? Ni una señal de nervios. El si que es bueno.

Lo siento, pero...te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora