Café frio

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Estoy sentada en el pasto afuera de las cabañas, con los audífonos puestos, pensando seriamente en decirle a Marck que ya viene siendo hora de ir al pueblo mas cercano.

Prometí a mi madre llamarla en cuanto pudiera, no creo que se preocupe, le dije que no tendríamos señal aquí, así que supongo que podemos esperar un poco mas, pero enserio necesito escuchar su voz, la extraño mucho.

Siento que tocan mi hombro y yo giro para ver de quien se trata.

 —¿Que haces aquí, James?—me quito los audífonos.

— Vine a hablar contigo.

Se sienta enfrente de mi

 —¿Hasta ahora?

— ¿Que querías que hiciera? Tu estabas molesta.

— ¿Y crees que no lo estoy ahora?

—No entiendo porque lo estas, tu eres la que me abandonaste, yo tendría que estarlo. 

¿Esta hablando enserio? Lo miro incrédula.

— Eres increíble James Daniels—me dispongo a pararme, pero el me detiene tomándome del brazo.

— ¿Enserio vas a hacer esto?

—¿Hacer que?

— Actuar como una tonta adolescente, de esas que se enojan primero para que no se enojen con ellas.

No entiendo que le pasa, se comporta de una manera en la que nunca se había comportado.

—Debes conocer a las tonta adolescentes muy bien ¿No? sin embargo parece como si no me conocieras a mi.

Resopla.

— Te conozco mas que tu misma. Me molesta que me hayas dejado aun lado, me molesta que vayas por la vida con Marck sin importarte lo que siento, sin importarte lo que me pasa.

— Me importan tus sentimientos, James. Es solo que no me había dado cuenta de lo lejos que me encontraba de ti, luego trate de arreglarlo y disculparme ¿que hiciste tu? me corriste delante de Vanessa y no me defendiste de lo que esa arpía me decía.

— Vanessa solo trataba de ayudarme, no es ninguna arpía. 

— Vaya, ¿lo ves? no entiendo a que viniste, date prisa, acaba de defender a tu querida Vanessa, que yo tengo que ir a ver a Marck.

El aprieta la mandíbula. 

Lo ultimo lo dije para provocarlo, aunque de cierta manera es verdad. Me molesta que piense que el no tuvo la culpa de nada y que yo solo actuó como una idiota. Si se hubiese disculpado sinceramente juro que lo hubiese perdonado, pero no fue así y no estoy dispuesta a humillarme aceptando que yo tuve toda la culpa cuando no fue así. 

— Yo te...yo te...olvídalo, Alison. No tiene sentido 

— No James, no lo tiene. 

Me paro y me alejo de mi mejor amigo.

*******************

 —Pero ¿por que no puedes ir?

Marck hace una mueca.

— Créeme que quiero ir contigo, hermosa. Pero tengo que ir con Logan a arreglar algunos asuntos de nuestra estancia aquí.

— ¿No habían pagado ya? 

— Si pero al parecer hay un problema.

—¿Entonces?

— Iras con Alec y James. Tendrán que pasar por algunas cosas antes, no hemos quedado sin comida nada saludable, ya sabes, golosinas. 

Lo siento, pero...te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora