Capítulo 15

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(Santiago)


Si alguien me preguntara como es que termine en esta situación, simplemente no sabría que responder. De estar junto a Eduardo dentro de una fuente en un parque casi abandonado, pase a estar buscando a Yeray en un bar gay.

Después de que se repusiera un poco de la borrachera que ya tenía cuando me fue a ver, decidió que quería ir a tomar más, y ya que no pude hacerle cambiar de opinión, pensé en convencer a Edu de irse a su casa, pero él también me ignoro, y hora me seguía entre el mar de personas que estaban en la pista de baile, mientras intentábamos localizar a mi ebrio amigo.

—¡Santiago! —escuche gritar a Edu por encima de la música y después como me jalaba hacia el otro lado—. ¡Ahí está Yeray!

Rápidamente me gire y dirigí la mirada hacía donde parecía estar Yeray. Efectivamente este estaba de ese lado, en el área del bar donde había sillones y mesas, y estaba lanzándose a un chico al que no le podía ver la cara.

Eduardo fue más rápido y ya se encontraba corriendo. No me quedo más que seguirlo.

El problema fue que ninguno de los dos supo que hacer en el momento que estuvimos en frente, pues para ese momento, ya se estaba devorando la boca con el chico desconocido. No sabía si era por la borrachera o porque intentaba olvidar a la persona de la que tanto se había quejado mientras aun estábamos en el parque. De cualquier manera, tenía que evitar que cometiese otra locura aun peor.

—¡Hey! —al decir eso, jale de la playera a mi amigo y este casi se cae, pero Eduardo, quien reacciono más rápido que yo otra vez, evito que sucediera, emitiendo una mueca por el esfuerzo.

—¿Qué crees que haces, hermano? —el chico se mostraba confundido, y bueno, quizás molesto—. ¿No me digas que "es tuyo"? Pero si ya tienes a ese chico de cabello morado, ¿me dices que buscabas un trio?

—¿Qué? ¡No! —el tipo estaba o muy borracho, o muy idiota como para pensar eso—. Es mi amigo, esta borracho y no sabe lo que hace.

—Pues déjame decirte que no parecía, si incluso quería que fuéramos a las habitaciones.

—Pue solo esta borracho y deprimido, aléjate de él.

Quise dejar ahí a chico desconocido, no me gustaba que estuviese pensando en aprovecharse así de Yeray.

—¡Dav! ¿Qué no queres besarme? —Yeray movía exageradamente sus brazos, a la par que intentaba acercarse de nuevo al de piel morocha.

—No sabes lo que me encantaría hacerlo amorcito, pero tu amigo no me deja —me señalo y le dedico una mirada coqueta a Yeray, a quien parecía no importarle ni mi presencia ni la de Eduardo.

—Solo ignóralos —empujo un poco más a Edu librándose de su agarre, y corrió nuevamente a los brazos (y labios) del de ojos cafés.

Edu se puso a mi lado, mirando con nerviosismo a Yeray, quien estaba completamente fuera de sí. Tenía que llevarlo lejos antes de que comenzaran a quitarse la ropa. Así que volví a jalarlo lejos del chico, comenzando a caminar hacia la puerta sin decirle nada a aquel idiota.

—Vamos Ed —le mire rápidamente y continúe mi camino, escuchando como Yeray se quejaba de no haber podido continuar con el chico, al que termino nombrando David y chico candente.


* * *


(Yeray)



La cabeza me palpitaba y sentía que iba a explotar, tenía un sabor horrible en mi boca y no lograba saber dónde estaba. Los muebles y la decoración me decían que no estaba en mi cuarto, pero que ya había estado aquí, el problema era que no lograba recordar nada.

Alguien dio unos golpes en la puerta que terminaron aumentando mi dolor de cabeza en gran magnitud, pese a que yo sabía que no fueron realmente fuertes. Dije un "pase" y note que mi garganta estaba casi completamente seca.

—Hasta que despiertas, Yeray —Santiago entro al que en ese momento reconocí como su cuarto, y tenía con él un vaso con agua y una caja blanca que identifique como aspirinas—. Toma esto, te ayudara —al decirlo, poso ambas cosas antes mencionadas en la cómoda que estaba junto a la cama.

Quise hablar y preguntar cómo había terminado aquí y en este estado, pero mi garganta me lo impidió, así que tuve que tomar el agua y la pastilla antes de poder hablar. Pasados unos cinco minutos en los que él me miraba con cierto reproche, finalmente hable.

—¿Qué hago aquí? —dije.

—Era de esperarse —susurro y se sentó en la silla frente a su escritorio—. Ayer te emborrachaste.

—¿Qué? ¿Por qué? —pregunte rápidamente, yo no solía ser una persona que tomara alcohol.

—De todo lo que me dijiste después de que me llamaras...

—Alto, alto, ¿te llame? ¿No estabas tú ahí?

—Bien, te contare la historia desde el principio.

Y lo hizo. Me conto que él estaba con Eduardo cuando le llame, que ya para entonces estaba borracho, me conto todo lo que le dije y recordándome que había besado a Carlos, que después insistí en ir a otro bar, y como después tuvo que sacarme de ahí por "problemas con la gente del bar", según dijo.

—Lo arruine todo, entonces —unas lágrimas silenciosas comenzaron a descender por mi rostro al recordar todo, ¿cómo fui tan idiota?

Pero antes de que me dijera cualquier cosa, mi teléfono sonó, a lo cual recordé que no avise de nada a mis padres.

—No pueden ser tus padres Yer, yo les avise que estabas aquí —dijo mi amigo al ver mi cara de horror. Tome mi teléfono con desconfianza, pues no recordaba tener que hablar con nadie.


De: Candente David

Lástima que tu amigo te alejara de mi anoche, cuando quieras podemos continuar donde nos quedamos. Besas bastante bien, Yeray.

Un beso, David.


—¡¿Le diste tu número a ese depravado?! —no supe cuando termino mi amigo a mi lado leyendo el mensaje de David. Pero no podía pensar en eso cuando estaba en shock por las palabras que aparecían en la pantalla de mi teléfono.

—¿Lo conoces? —pregunte después de unos segundos.

—Eemm —parecía nervioso, lo que me dijo que si le conocía—. Digamos que él tuvo que ver con los "problemas con la gente del bar".

—¿Él estuvo en el bar?

—Sí.

—¿Ahí lo conocí?

—Creo que sí.

—¿Y por qué dice que "beso bien"?

—Porque lo besaste.

—¡¿Qué?!


* * *


Al principio, dude mucho, me costó bastante decidir este capítulo pues decidiría el resto de la historia. Pero después de hablar y pensar mucho sobre el destino de estos personajes, tome una decisión. Espero les guste tanto como a mí, y estén preparados para lo que viene. Lamento la tardanza, por cierto.

Les aprecia:

-SS

Mátame |Miénteme 2| [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora