Han pasado seis meses desde que Carlos fue llevado al psiquiatra, y siete desde que Alejandro ha muerto.
Marcos y Diego continúan visitando a su amigo, esperan alguna mejora en su salud mental; pero cada que van, las cosas son solamente peores. Cada día, a la misma hora, Carlos comienza a decir una sola cosa, logrando ahuyentar tanto a sus amigos, como a los psicólogos que intentan hablar con él.
Yeray es un chico de 17 años que espera estudiar psicología, como su padre. Por lo que le pide un trabajo como ayudante en su hospital psiquiátrico, ya que como director general, le puede dar un puesto. Su padre, le asigna algo sencillo como ayudante, pero debido a la insistencia de su hijo, le asigna a un paciente propio.
La inteligencia y amabilidad de Yeray hacen que su padre le asigne tratar con Carlos, y lo intente ayudar a comunicarse con el personal del hospital.
Pero Carlos no quiere hablar con nadie, solo quiere que le dejen salir, para estar presente cuando Alejandro despierte. O que le dejen morir ahí.
Yeray no se sorprende de su estado mental, pues al revisar únicamente el informe, sabe que ha pasado en su vida, o eso cree él. Pero es la primera persona en no huir, o asustarse cuando las 9:32 am llegan cada día, y Carlos, en un ataque de histeria, desesperación y dolor, comienza a decir por ocho minutos, como si hablase con alguien en específico, la misma palabra:
— Mátame.
¿Intriga? ¿Algo que me queráis decir? ¡De verdad que estoy emocionada!
¿Os gusta la portada? Espero que si :)
Como deben saber, esto estará siendo actualizado a partir del martes 13 de enero. Y espero verles por aquí :)
Les aprecia y mucho:
-SS