Mátame |Miénteme 2| [Yaoi]

Epílogo - La Luz de tus Ojos

(Nota escrita el 03/03/16) Olvidé poner la sensual canción con la que deberían haber leído esto :v así que, aquí está:

Epílogo

La Luz de tus Ojos

(Alejandro)

Si soy sincero no pensé que harías algo como lo que has hecho. Fue extraño verte tomar esas pastillas, parecías calmado, como si todo fuese parte de una rutina. A pesar de eso, fue la primera vez que vi algo de alegría, o cierto tipo de esperanza, en tu mirada desde que yo me fui.

Me dolió. Mucho de este tiempo lo había pasado pensando, otra parte la ocupe admirándote. No es lo mismo que cuando estábamos juntos, pero supongo que nada es lo mismo cuando dejas de ser visto por los vivos.

No sabría describir que era esto, donde estaba. Los católicos bien pudieron decir que estaba pagando por todos mis pecados, y por eso no llegaba al cielo, pero que tampoco eran tantos y por eso no había terminado en el infierno. Yo no creí ninguna de esas cosas. Simplemente estaba en la tierra, en el lugar en el cual había vivido, pero sin un cuerpo que me exigiera sueño o alimento.

Me gustaba entrar a tu mente mientras dormías, así podía apreciarte por completo, podíamos charlar y, aunque yo debía de ignorar la extraña idea de que era algo parecido a un fantasma atacando tu mente, estaba bien. Podía hablar contigo, y aunque sea en esos sueños tuyos podías tener ese brillo tan especial que indica vida.

No sé cuándo fue que todo eso se salió de control. Yo solo quería que avanzaras, que me dejaras ir porque quizás, ese era el motivo por el cual aún seguía aquí. Nunca terminare de entenderlo. Luego tomé la decisión de ayudarte, o al menos intentarlo, pero no pude, solo hice que te encerraran en aquel hospital. Creo que ese fue el momento en que me dije y convencí de que me quedaría contigo hasta que tu tiempo llegara, y con suerte podríamos ir nos juntos a cualquier otro lado. Quizás simplemente vagar como supuestamente lo hacen los fantasmas o llegar realmente al paraíso del que escribieron en la biblia. Me parecía mejor opción lo primero.

La primera noche que estuviste ahí lo hice de nuevo, entre a tu cabeza. Pero no sé qué sucedió, un momento estábamos hablando bien como en cualquier otra ocasión, y te comenzaste a alterar, gritabas que no era real y que ya no podías diferenciar cuando comenzaba la pesadilla, si al cerrar o al abrir los ojos. Entonces me lo pediste: que te matara.

Me paralice, pero tú te alteraste más y seguiste gritando. Cuando intente acercarme a ti algo paso, fue como si tu mente me sacara del sueño, parecía que te obligabas a ti mismo a bloquearme. Me vi forzado a salir y cuando eso paso, vi que no solo gritabas en el sueño. Algunas enfermeras entraron e intentaron calmarte pero duraste así una hora. Sudabas y llorabas, yo no toleraba verte de esa manera pero me negaba a irme.

La siguiente noche fue igual, así como las posteriores. La gente del hospital en el que estabas se terminó acostumbrando, pero yo no. A veces ya solo contaba el tiempo que esperaba para que todo iniciara, y solo podía quedarme observando, viendo como cada parte de tu ser se retorcía por el dolor, y sentir como tu mente rechazaba todos mis intentos por acercarme. Solo me quedaba a tu lado en esos momentos, y cuando te calmabas, regresaba a tu sueño e intentaba calmarte desde ahí. Encontrarte cada noche hecho un ovillo en la esquina de cualquier lugar que recrearas era una tortura. Temblabas, llorabas y me preguntabas donde fue que estuve.