Capitulo 7

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Los días transcurren con normalidad. O al menos con la poca normalidad que hay en las vidas de cada uno.

La relación entre Mangel y Rubén va mejorando, pero ninguno sabe que el otro piensa en un camino completamente diferente al suyo. En vez de darse frías miradas, intercambian dulces sonrisas y una que otra palabra. Rubén sigue enamorado; Mangel sólo quiere ser su mejor amigo otra vez, o de eso intenta convencerse. Pero Catalina no se queda fuera, ella nota todo lo que entre ambos surge, lo que la enfurece aún más. Y si es necesario, tomará medidas drásticas.

Un miércoles por la mañana Rubén recibe una alegre llamada de Paola.

- ¡Estoy viajando a Madrid! – Es lo primero que grita ella en cuanto el chico contesta la llamada. La mandíbula casi se le cae al piso en cuanto escucha la noticia.

- ¿Ahora? – Pregunta.

- ¡Sí! – Responde ella, sin perder la alegre euforia de su voz-. Llego en una hora y media más.

Rubén no responde, se limita a mirar el desastre que tiene como departamento. Paola no debe verlo así, no debe enterarse todo lo que ha ocurrido allí.

- ¿No te alegra? – Pregunta Paola, esta vez con menos alegría.

- ¡Claro que sí! Sólo que... tengo un desastre aquí, será mejor que ordene antes de que llegues. Nos vemos más tarde, ¿vale? -

- ¡Vale! Nos vemos – Dice para finalizar la llamada, pero antes de hacerlo, añade:- Por cierto, voy con Bruno.

Rubén esboza una pequeña sonrisa; aquel chico es de admirar.

- Está bien, aquí los espero – Con aquello finaliza la llamada.

Deja el móvil en la mesa y emprende la tarea. Comienza con el salón, sacudiendo, barriendo y botando toda la basura que encuentra a su alrededor, pero no sin antes haber puesto música a tope.

La mayor parte del tiempo se la pasa poniendo muecas por las cosas que va encontrando, de las cuales no tiene ni idea de cuándo están allí. Cuando por fin termina de limpiar el lugar y los muebles, se distrae bailando y cantando con la escoba. Se mantiene así durante unos minutos, cantando a todo pulmón, hasta que recae en que tiene que seguir limpiando el resto de la casa. Resopla y se va a su habitación, en donde la ropa abunda por el lugar. La recoge toda lo más rápido que puede, la dobla y la acomoda en su armario. Luego limpia, a veces con pequeños lapsos en que comienza a bailar.

Le ocupa una hora completa limpiar todo el departamento, y, como tiene varias bolsas llena de basura acumulada, decide ir corriendo fuera del edificio a botarlas, en los enormes tachos que hay fuera. Luego sube a toda velocidad y entra a bañarse.

Se peina y se viste ya un poco más tranquilo. Cuando termina de ponerse la última zapatilla escucha que tocan a su puerta. Se levanta sonriente y va hacia ella, hasta abrirla.

- ¡Rubén! – Chilla Paola al verlo, al tiempo en que se abalanza contra su cuerpo hasta apretarlo con fuerza. Rubén le devuelve el cálido abrazo, sin dejar de sonreír.

- ¡Te extrañé tanto! – Ahora es Rubén quien chilla, enterrando su rostro en el cuello de la chica.

- ¡Y yo a ti! – Chilla de vuelta.

- Ah, esto es como un encuentro de Internet friends – Dice Bruno, encantado con la escena. Ambos ríen mientras se separan. Rubén le sonríe al muchacho y va a saludarlo.

- ¡Cuánto tiempo! – Dice mientras también le da un abrazo, sólo que este más corto.

- Me alegra volver a verte – Se separan, y Rubén les hace un gesto para que entren.

Broke (Rubelangel) 2da Temp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora