Cada día es diferente.
Cada día es único.
Cada día trae nuevas sorpresas.
Y Mangel no dejaba de imaginar los días que próximamente le tocarían vivir. No lograba caer en cuenta que tendría un hijo. Que un niño abarcaria todo el territorio de sus vidas en tan poco tiempo. O quizás una niña, una dulce chica parecida a su madre. No lo sabía, y temía saberlo.
Las responsabilidades aumentarían, y espera que la felicidad también. Sabe que ya no hay vuelta atrás, que ahora sólo debe centrarse en su familia. Porque ahora tiene una familia que poco a poco irá creciendo.
Y a Rubén le dolía pensar en aquello. En que ya no hay cambios, ya no hay bromas pesadas ni mentiras. Todo lo que deseó vivir con Mangel le ocurrirá a él, pero no junto a Rubén. Le duele saber que ahora él no abarca espacio importante en el corazón de Mangel, que sólo es su amigo, y las personas realmente importantes para él son Catalina y su futuro bebé.
Todos tendrán vidas propias mientras que Rubén seguirá estancado, matándose poco a poco con todas las salidas por la noche, las cuales ha logrado cumplir como todo un ninja, sin que Lizzy se entere de nada.
Sin que nadie se entere de nada.
Pero las sorpresas no acaban en un bebé, nunca acaban.
Un día cualquiera en el que Mangel se encontraba solo, pese a una salida con amigas por parte de Catalina, recibió un especial invitado.
La puerta no dejaba de ser tocada, pero Mangel no quería ir a abrir. No quería hacer nada.
Aun así tuvo que ir abrir.
Y las ganas de hacer nada aumentaron al ver al sonriente muchacho esperando fuera, con los ojos iluminados de felicidad por ver a Mangel.
- ¡Ay mi Mahe! - Gritó el muchacho, abalanzándose a los brazos del pelinegro y presionándolo contra su cuerpo.
- Hola Cheeto - Saluda incómodo Mangel. Aún recuerda todo lo que Rubén le contó sobre el barbudo, que estuvo y quizás sigue enamorado de Mangel. Ya no lo ve como un simple amigo, sabe que él intentará de todo por estar junto a él, aunque claramente no lo logrará.
- ¿No te alegras por ver a tu amigo? - Pregunta entre la tela. Mangel hace una mueca.
- Claro que me alegro - Responde, aún sin devolverle el abrazo.
Cheeto ríe, y acto seguido se despega de él, observándolo maravillado. Sigue viéndolo como alguien más que amigo, sigue queriéndolo más que a un amigo, y sabe que las cosas entre Mangel y Rubén no están muy bien, por lo que hará lo posible para ganárselo.
- Tanto tiempo, ¿dónde estuviste? - Pregunta, esperando a que Mangel le de la pasada al departamento, cosa que el morocho no hace-. Desapareciste de un día para otro sin dar noticias.
- Tuve... tuvimos unos cuantos problemas - Responde, rascándose la nuca-. Pero ya estoy aquí y no me iré, o eso espero.
Ríe incómodo ante la atenta mirada del barbudo.
- ¿Puedo... puedo pasar? - Pregunta. Mangel finge no haberse dado cuenta de su descortesía y asiente, dándole el paso.
- ¿Y tú dónde haz estado? - Pregunta Mangel, intentando cambiar el tema.
- Me mudé, y ahora tengo un nuevo trabajo - Responde sonriente, acomodándose en el sofá.
- ¿Alguna novia por ahí? - Vuelve a preguntar, seguido de una risa por parte del muchacho.
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Broke (Rubelangel) 2da Temp.
RandomUn año y medio después las cosas parecen no cambiar mucho. Pero una cosa hace revolucionar el pequeño mundo de Rubén: Mangel ha vuelto. Aunque nada será como lo esperó, y quizás las noches en vela, los llantos, el arrepentimiento y el dolor no se ha...