Los días pasan, y el apego que hay entre Rubén y Mangel crece más y más.
No son novios, por el momento, pero pareciese que lo fueran.
Rubén, cada vez que está junto con Mangel, siente que algo lo llena por dentro, como si él fuese todo lo siempre necesitó. Y es que es verdad.
Mientras que Mangel... siente un universo de cosas cuando ve la sonrisa tan resplandeciente en el rostro de Rubén, cuando ve sus ojos iluminados por algo, aunque sea simple, que él le haya dicho o hecho.
Las miradas que se brindan, las anchas sonrisas que aparecen de la nada, los revoltijos de estómagos, todas esas cosas tan puras son producto de un amor tan verdadero que esta vez ninguno dejará escapar.
A la mierda eso de "si amas algo déjalo ir" y a la mierda todas esas cosas, sólo un cobarde sería capaz de dejar ir algo que ama. Y esta vez ninguno será cobarde.
Pero las cosas no pueden ser tan repentinas, Mangel fue el que se equivocó, entonces Mangel debería pedir perdón y rehacer todo lo que en algún momento deshizo, pero que no quedó completamente deshecho.
Caminaban por la transitada calle de Madrid, con unas pocas bolsas en las manos con mercadería y alguna que otra prenda de vestir. El viento fresco comenzaba a aparecer, por lo que el frío no tardaba en llegar.
Ambos caminaban cerca, con sus manos rozándose constantemente. Ambos en su propio mundo, pensando en cosas completamente diferentes, pero sintiendo lo mismo.
Cerca de ellos, el parque resplandecía bajo la anaranjada luz que débilmente regalaba el sol, escondiéndose tras las montañas, y Mangel supo que ya era el momento.
- ¿Vayamos un rato a ese parque? - Preguntó, sacando a Rubén de su burbuja.
- Claro -
Dos minutos después se encuentran en éste, sentándose en el césped más apartado de la gente. Mangel, apoyado en el tronco de un árbol, suspira. Rubén se recuesta en el césped y de inmediato apoya su cabeza en el regazo de Mangel, observándolo.
- ¿Ocurre algo? - Pregunta, notoriamente preocupado. Mangel no responde durante unos segundos, buscando las palabras adecuadas.
- ¿Por qué sigues queriéndome si te he hecho tanto daño? - Pregunta ahora él.
Rubén piensa un momento, sin saber qué decir.
- No lo sé. Es extraño. A pesar de todo sigo enamorado a tope de ti - Responde, mirando ahora el cielo.
- ¿En serio has perdonado todo lo que te hice? - Vuelve a preguntar, jugueteando con el cabello de Rubén.
- Claro que sí - Responde, muy seguro de sus palabras.
- ¿Por qué? -
Rubén suspira, y acto seguido levanta su cabeza de las piernas de Mangel, sentándose en el césped con las piernas cruzadas.
- Porque te quiero, Mangel, y a pesar de todo quiero pasar el resto de mis días junto a ti. A pesar de todo - La sonrisa no tarda en aparecer por el rostro de Mangel, y el rubor en las mejillas de Rubén tampoco.
- ¿Realmente quieres pasar el resto de tus días conmigo? -
- Ahora y siempre - En ambos la sonrisa se ensancha, y los dinosaurios en los estómagos aumentan.
Mangel es quien ahora se recuesta en el césped, estirando un brazo hacia un lado y haciendo un gesto para que Rubén se recueste junto a él. Rubén obedece rápidamente, y al instante Mangel lo envuelve con su brazo.
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Broke (Rubelangel) 2da Temp.
RandomUn año y medio después las cosas parecen no cambiar mucho. Pero una cosa hace revolucionar el pequeño mundo de Rubén: Mangel ha vuelto. Aunque nada será como lo esperó, y quizás las noches en vela, los llantos, el arrepentimiento y el dolor no se ha...