Without Love {dylan o'brien}

Capítulo 26

Con sigilo, ingreso al reducido cuarto de mi padre y cierro la puerta con suavidad. No quiero que Nick me escuche, por que podría contarle. Sólo necesito recuperar mi celular y sé, que él siempre lo esconde aquí. Varias veces me lo quitó y un día espié una conversación de él con mi madre, en la cual confesaba dónde escondía mi celular.

Comienzo a rebuscar en los estantes pero solo hay libros y papeles ordenados. Tanteo el escritorio pero no está.

Cansada, abro el primer cajón del escritorio y revuelvo los papeles cuando finalmente lo encuentro. ¡Al fin! Necesito mandar un mensaje urgente.

Puede ser que pierda mi orgullo, pero necesito hablar con Dylan. Sería mejor cara a cara, pero no puedo esperar hasta mañana. Abro Whatsapp y comienzo a escribirle al castaño.

"Lo siento Dyl, no me gusta que estés enojado conmigo"

Veo un "escribiendo" y mi corazón late desenfrenado, tengo esperanzas de que me perdone.

"¿No estabas castigada?"

Ruedo los ojos.

"Sé donde lo guardan. Y aprovecho de que ellos no están aquí" tecleo rápidamente.

"Chica mala, woah" responde a los segundos.

Una sonrisa se asoma por mi rostro.

"De hecho, sí. ¿Me perdonaste?"

"No" y, sin más la tranquilidad que tenía se esfuma por completo. ¿Acaso puede ser más orgulloso? Mi subconsciente reprocha que yo también lo soy pero... estamos hablando de él. ¡Yo tendría que estar furiosa! No cualquier novio cela a su ex.

"Mañana hablaremos. Y, no diré cosas lindas" finalmente escribo.

"Está bien"

Con un suspiro, me obligo a dejar el celular en donde estaba y salir del cuarto. En poco tiempo llegarían del trabajo y, no quería más problemas. No por ahora, suficiente con el castigo.

Subo a mi recámara y me doy una relajante ducha de media hora. Cuando salgo, escucho que mamá llega y sube a su habitación.

Estoy furiosa con mi castigo. No podré salir a ningún lado excepto al Instituto, la verdad es que lo encuentro un castigo muy cruel. Ni siquiera puedo usar mi celular.

Oh Melany, en este tiempo voy a planear una segunda venganza y, puedo asegurarte que no vas a querer pisar más mi casa. Sonrío con satisfacción. Necesito que esta segunda venganza sea perfecta, que sufra. Para eso necesito la ayuda de la inigualable Lindsay.
No pienso esperar a que se termine el castigo, necesito hacerlo lo más pronto posible. Además, si lo hago en el tiempo del castigo mis padres no sospecharan de mi, ya que piensan que nunca tendría las agallas para escaparme.

-¡Ya está la cena! -exclama Nora. Inmediatamente desciendo las escaleras y me lavo las manos para comer. Repaso lo que voy a decir en mi mente cuando mi padre llega.

Suspiro y carraspeo.

-Quería hablarles -mi voz suena firme-sobre el castigo. Me parece injusto, yo nunca abofeteé a Melany. Me duele mucho que ustedes le hayan creído a ella en vez de a su hija.

-Le dijiste arpía, Kayla. ¿Acaso yo te enseñé a tratar así a las personas? -replica mi madre.

-No. Pero tengo mis razones.

-Cuéntame -pide mi padre.

-Ella solo quiere hacer quedar mal a mi novia -con el rechazo que dice eso, estoy segura de que Nick me odia. A mi me asquea en la forma que le dice novia a la arpía.