Without Love {dylan o'brien}

Capítulo 20

-No me gusta verte mal -Lindsay me trataba de reconfortar con sus abrazos.

-Estoy bien -contesté, pero no lo estaba.

No después de lo que me dijo mi "mejor amigo". Pero no es eso todo lo que me angustia. También el hecho de que odie tanto a Dylan, después de lo que él hizo por mi. Tendría que estar contento de que él salvara mi vida, pero no, se gasta en criticarlo todo el tiempo y sin pruebas.

Emití un gruñido de enojo, podría estar angustiada pero también enfadada. Austin siempre me trató tan bien, me ayudó mucho, me escuchaba y siempre que estaba triste trataba de sacarme una sonrisa. ¿Qué mas lindo que eso? Lamentablemente lo arruinó.

Me separé de Lindsay y traté de prestar atención en la clase de matemática. Faltaban cuarenta minutos para que finalice la clase y ya me sentía cansada, agotada de tanto copiar los quince ejercicios que había escrito la profesora.

Tomé mi bolso para sacar un libro cuando de pronto, cae un pequeño papel. Observo extrañada a todo a mi alrededor. Dylan se estaba riendo. Oh, O'Brien.

Lo sostuve entre mis dedos para posteriormente extenderlo con rapidez. Su letra era prolija y había escrito en cursiva.
" Hey, no te veo bien. ¿Qué te sucedió, linda?"
Sonreí al ver el "linda" escrito. "Nada... tonterías mías.
Pd: gracias por el linda, lindo" reí al leer la última palabra. Pero luego taché el "lindo". Debería esperar más tiempo para llamarlo así, no quería que su ego aumentara.

Se lo estaba por arrojar pero alguien me detuvo.

-Veo que le parece divertido arrojar papeles en mi clase -gruñó la profesora. -Afuera, ahora.

-Disculpe, profesora -Dylan se aclaró la voz -yo le envié aquel papel, no fue su culpa.

-Pero la señorita Collins le quiso responder. Cosa que podría hacer en el receso -determinó ella -vayan a hablar con el director.

Sonrojada, avergonzada y con la cabeza gacha, salí de ahí lo más rápido que pude sin protestar. No creía que fuera tan grave para ir con el director.

-Hola, Collins -susurró el castaño en mi oído produciendo un escalofrío.

-Hola, chico idiota. Por tu culpa me retaron -lo apunto con mi dedo índice-y también me hiciste pasar vergüenza.

-Oh -posa su mano en su pecho, fingiendo estar dolido -lo siento, Mrs Correcta.

Abro la boca, sorprendida.

-¿Perdón?

-No, no quiero perdonarte -se burla y yo le pego en el hombro.

-Imbécil -me limito a responder.

El ríe y toma mi mano para llevarme a la dirección. Estoy sudando y nerviosa, ya que es la primera vez que tengo que hablar con él. En cambio en Dylan, ya es común toparse con el director. No sé a que se deben sus charlas ya que él no me cuenta, pero deduzco que puede ser por contestarle mal a algunos profesores que él detesta. Cómo el de ciencias, por ejemplo.

El castaño toca la puerta con suavidad y el director dice que avancemos.

Parece sorprendido de mi presencia, pero adopta su usual postura de seriedad.

-¿Por qué están aquí? -pregunta luego de que nos sentáramos en frente suyo.

-Arrojamos papeles con mensajes -explica Dylan sereno. Yo, por poco, estaba comiéndome las unas.

-¿Y a ustedes les parece correcto eso? Cuándo están en una clase deben prestar exclusiva atención. Ya están grandes -explica.

-Pero yo vi mal a Kayla y entonces decidí preguntarle qué le sucedía. No podía esperar a que termine la clase. Soy muy ansioso ¿Sabe?