Clavé mis uñas en su cálida y bronceada piel, él seguía tragando mis gemidos para que estos no se escucharan, subí mis manos hasta sus cabellos y tiré de ellos.
-sé que puedes darme más-le dije con voz ahogada y pude ver la sonrisa aparecer en sus labios.
-ya me parecía raro que...-él tiró de mis piernas para acercarme más a sus caderas y así hacer más fuertes y profundas las estocadas-no me reclamaras-mordí su labio inferior y tiré de él, sentí mis músculos contraerse y todo el calor del pequeño cuarto posarse en mi cuerpo, mis paredes se cerraron alrededor de su polla y él soltó un gruñido, fui hasta su cuello y comencé a posar mordisco y chupones en él, sus estocadas comenzaron a ser más profundas y rápidas, tomó mi mentón y posó sus labios sobre los míos para otra vez amortiguar mis gemidos, me quedé quieta y justo cuando el grito escapó de mis labios él tiró la cadena del baño.
Me abracé a él y ambos intentamos regularizar nuestras respiraciones sin éxito. Sentí sus labios en mi sudoroso cuello y sus manos aún repartiendo caricias por mi cuerpo.
-te deben estar buscando-dije al recordar el lugar y porqué estábamos aquí, lo hice alejarse de mí, me bajé del lavamanos, tomé papel higiénico, me limpié, luego tomé mis bragas y me las volví a poner, él también se limpió y comenzó a arreglarse su traje, yo me puse mi brasier y subí mi vestido hasta su sitió correcto, me gané a su lado y comencé con mi cabello.
-por suerte lo trajiste suelto esta vez-me dijo mientras reía-¿recuerdas para el cumpleaños de Dong Yul? Estábamos vueltos locos porque habíamos desarmado tu peinado-lo miré y aunque deseo corresponderle a su sonrisa, me negué. Sé que estar con él está mal, pero justo en este momento está aún más mal que en otras ocasiones.
Arreglé mi maquillaje y fui a la puerta, él tomó mi mano y me volteó.
-¿hice algo mal?-sonreí ante su pregunta-¿otra vez te bajó el arrepentimiento? Nosotros nos amamos.
-estás casado-le dije como una acusación, hice que me soltará, él se acercó y me envolvió entre sus brazos.
-me separaré, ya te lo eh dicho.
-¿Cuándo?-él llevó una de sus manos hasta mis cabellos y comenzó a jugar con uno de mis mechones.
-ya te dije que eso debe esperar.
-te amo, pero...
-por ahora eso debe ser suficiente-susurró y llevó sus labios hasta los míos-yo también te amo, Dae In-me besó y le contesté, cuando se alejó, me sonrió y no pude resistirme a su margarita.
-debemos volver o se extrañarán-asintió, sus manos subieron por mi espalda y escuché como subía el cierre-gracias-me dio un último beso.
-tú primero-asentí, salí y volví al salón, divise entre la gente, mi hermano levantó su mano y caminé hacia él.
-¿dónde estabas?-me preguntó.
-fui a revisar el menú-sonreí-sorprendentemente, si hay un plato vegetariano.
-genial, Leeteuk debió preocuparse de eso-me dijo Kangin mientras su hijo intentaba meterle uno de sus pequeños dedos en su nariz.
-sí, siempre tan considerado-miré alrededor-¿y Choa?
-fue a preparar el biberón de este niño-dijo mirando a su hijo con dulzura y este volvió al ataque para meter su dedo en la nariz de su padre.
-ya veo.
-hoy Ji Yoo se ve muy linda-dijo Choa llegando con el biberón de su pequeño.
-¿no está más gorda?-pregunté maliciosa cuando vi que su vestido celeste se ceñía a su vientre.
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Forbidden ~Leeteuk y Henry~
Romance¿En qué momento de nuestras vidas el príncipe azul comienza a ser aburrido? ¿Cuándo fue que encontramos el delicioso gusto a lo prohibido? Supongo que eso siempre estuvo ahí, de otra forma ¿Porqué Eva probó la manzana? Entre más peligrosa e incorr...