-hola, ¿Kim Dae In?-asentí.
-sí ¿usted es...?
-Annabelle Chen... la madre de Henry Lau.
Me la quedé mirando largos segundos, volví a mirarla de pie a cabeza, está con traje gris, alrededor de su cuello un paño blanco de seda, su cabello perfectamente peinado y el olor de su perfume caro llega hasta mí y eso que estamos a más de un metro de distancia.
-veo que mi hijo a dicho cosas-comentó y volví mi mirada a sus ojos-ya no luces tan agradable como cuando me abriste la puerta o cuando abrazabas a mi hijo por la cintura en su motocicleta.
-veo que ha tenido una buena vida, señora Chen-dije sonriéndole con frialdad-mientras su hijo acá gasta la última gota de energía sacando adelante la vida que le dejó.
-tú no sabes nada de lo pasó-dijo borrando cualquier rastro de dulzura en su rostro.
-sé la versión de Herny y me basta, no necesito escuchar nada de usted.
-eres su profesora.
-sí.
-eres su novia.
-¡Sí!-dije parándome más derecha y elevando una ceja-¿piensa denunciarme o contarle al colegio sobre nosotros?
-como si tuviera que buscar más razones para que mi hijo me odie-dije soltando una sonrisa sin alegría y me alivié.
-no entiendo porque está en mi puerta y no en la de su antigua casa.
-no pensé que Henry te había contado todo.
-pues lo hizo-guardamos silencio unos largos segundos.
-como bien viste, tengo una buena vida.
-¿viene a presumirla?
-vengo por mis hijos-abrí mis labios y simplemente no podía creerlo-ellos necesitan un buen futuro, pretendo dárselo.
-Henry no aceptará.
-no, claro que no, por eso debes convencerlo.
-¿por qué lo haría?
-porque si eres una buena novia y consiente, sabrás que mi hijo con sus notas no llegará a ninguna parte, necesita el dinero que le estoy ofreciendo.
-él puede tener una beca.
-claro, cielo-dijo sonriendo con sarcasmo y sentí la rabia inundar mi cuerpo.
-¿no confía en su hijo? Me preguntó cómo se le hizo tan fácil dejar un niño a cargo de un hombre enfermo y otra niña... ¿pretendía pasar a buscarlos a un orfanato? ¿No podía cargar una vida tan difícil asi que tuvo que pasársela a su hijo? ¡¿Qué sintió cuando comenzó a ocupar ropa tan cara mientras su hija compra ropa de segunda mano?!-ella oprimió sus labios-¿ESTÁ SATISFECHA DE LO QUE CONSIGUIÓ? No tiene derecho y lo sabe, sabe que Henry no aceptaría que pusiera sus garras sobre su familia y pretende que yo le dé un pase, "Henry quiere a esa muchacha, si me acerco a ella y luego le cuento sobre mí, ella entenderá."-negué-no lo hago y no quiera llegar tan arrogante con todo su estúpido dinero, como si Henry tuviera que estar agradecido ¡ACÁ SIEMPRE FUE SU LUGAR, SEÑORA!-apreté mis dientes, me tiré hacia atrás y cerré la puerta de golpe.
Mi respiración está acelerada, algunos cabellos sobre mi rostro el cual está rojo ira y mis uñas quieren entrar en la carne de mi mano, caminé hacia mi cama y luego volví a la puerta, buscando un poco de tranquilidad.
Henry no se tomará bien esto... tanto que le costó ordenar su vida y llega ella...
Mordí mi labio y las lágrimas simplemente comenzaron a caer.
Dios... no quiero que sufra, tampoco que se enoje, ¿no puede ser feliz?
Fui hacia mi móvil y le marqué.
-nena...-tenía voz soñolienta.
-¿puedes venir?
-¿qué pasó... por qué tu voz está así?
-ven a mi departamento, necesito hablar contigo.
-¿es algo malo, pasa algo, tie...?
-no, cariño, no es nada que tenga que ver con nosotros, sólo... ven ¿sí?
-bien, estoy en unos minutos allá.
-ok-corté, me crucé de brazos y seguí caminando de mi cama a la puerta y luego de vuelta.
No quiero que se entere por ella, no quiero que ese impacto sea tan fuerte, prefiero prevenirlo y luego él verá que hará, pero por lo menos no la tendrá enfrente con toda la rabia contenida y sintiéndose pequeño en este mundo. Acá puede enojarse, llorar, gritar y todo lo que quiera, pero estará conmigo, sabrá que no está sólo.
Cuando tocaron la puerta, fui hasta allá y vi la preocupación en su rostro.
-lo siento-le dije, él se acercó y lo abracé-lamento haber preocupado tanto... yo sólo-intenté respirar bien.
-¿qué pasa, por qué estás tan alterada?-me alejé de él, cerré la puerta y lo miré.
-no sé cómo decir esto, yo sólo reaccioné sin pensarlo...-negué y dejé mis cabellos detrás de mis orejas.
-¿estás embarazada?-lo miré.
-¿ah?-esa pregunta me tomó por sorpresa-no, no-negué-no es eso.
-entonces ¿qué es? Dae In, dime.
-bien...-pegué una respiración profunda-no sé hace cuanto pero ella te ha estado vigilando y pues hoy llegó aquí, intentó hablar conmigo, bueno hablamos... pero terminé gritándole, Dios, me sentí tan enojada, ella dijo cosas ciertas, pero yo estaba muy enojada como para prestarle atención, por lo menos me dijo que no piensa denunciarme por estar contigo, pero...
-¿de quién hablas?-preguntó Henry tomando mis hombros y acariciándolos-nena, no entiendo-respiré profundo otra vez y tomé sus manos.
-Annabelle... ella estuvo aquí-su cara se volvió inexpresiva y aunque sus ojos estaban en los míos, podía verlo sumergido en sus pensamientos.
-¿ustedes se encontraron?
-ella llegó al departamento.
-¿qué quería?
-mi apoyo... supongo.
-¿cómo se atreve?
-yo... siento ser entrometida, sé que es tu familia y que esos temas deberían verlo ustedes, pero... no quería que te pillara como me pilló a mí, desprevenida y que te viera en este estado-negué-no sé.
-está bien... hiciste bien, no te preocupes-él se echó hacia atrás y apoyó su espalda en la puerta-no pensé que ella... fuera tan descarada-mordió su labio, vi la rabia en sus ojos, soltó mis manos y cerró fuertemente sus puños-ella... ¿con qué derecho, cómo se atreve a cruzarse en tu camino... como se atreve a volver?-una lagrima escapó de su ojo izquierdo, me acerqué y se la quité.
Guardamos silencio por varios segundos, él conteniendo las lagrimas y yo sintiendo la culpa pesar en mis hombros... ¿fue correcto esto, debí contárselo? Pudo tener otros días de tranquilidad, pero yo se lo arranqué por un golpe de rabia.
-yo...-dijo-saldré ¿sí?-se giró.
-Henry...
-necesito estar solo, Dae In, cuando esté mejor prometo volver.
-no lo hagas, no vayas solo, puedo ir contigo donde gustes, podemos estar alejados si es que te sientes ahogado, incluso si quieres estar solo acá, puedo ir a otra parte, sólo... no manejes en este estado ¿sí? No es seguro-él se volteó y me miró.
Pude ver a un hombre frágil, destruido y desprotegido, con un montón de emociones en sus ojos.
-puedes quedarte aquí, yo estaré en la cama... no diré nada, será como si estuvieras sólo, si quieres gritar, enojarte, llorar o cualquier cosa, no hay problema, quise contarte esto acá y yo, para que así fuera y cuando estuvieras listo para recibir un abrazo y un "todo estará bien, estoy aquí" yo estar a tu lado-sonreí con debilidad-finge que no estoy-me giré y arrastré mis pies a la cama, me senté, lo miré y él estaba sentado en el suelo, con sus piernas encogidas, sus brazo apoyados en sus rodillas y su rostro escondido en sus manos.
Bajé mi mirada a mis pies y estuve ahí por mucho tiempo, hasta que su llanto llegó a mi oídos, me negué me levantar mi mirada y escuché como pateó el suelo, el llanto cada vez fue más fuerte, intenté pensar en otras cosas, en olvidar que hace unos minutos destruí nuestra burbuja, que ya ni siquiera yo soy suficiente y que el hombre que quiero llora como un niño junto a mi puerta donde hace unos minutos discutí con su madre.
Sentí una lagrima correr por mi mejilla y la quité al instante, lo miré sin soportar más y lo vi pequeño, antes de pensarlo mejor, me levanté, fui hacia allá, me agaché frente a él, me acerqué, quité sus manos de su rostro, me acerqué más y lo dejé ocultarlo en mi cuello, me abrazó fuertemente, acaricié sus cabellos y mis lagrimas salieron, acaricié su espalda, besé su cabello y también lo abracé fuertemente.
-estamos juntos en esto-susurré y asintió, me miró, vio mi lagrimas, alzó su mano y las quitó.
-¿qué haría sin ti, nena?-preguntó en un susurró, me acerqué y besé su húmedos y cálidos labios, luego quité las lagrimas y seguí mirándolo-ella no vale tanto... no tanto como para destruir todo lo que has hecho conmigo, ella ya no puede hacerme infeliz, porque te tengo a ti en mi vida.
Pude ver la burbuja otra vez formándose.
-nadie podría con mi hermosa, Dae In-dijo sonriéndome con debilidad.
-no tengo miedo a nada, porque tengo a mi Henry-sonreí, se acercó y me besó.
PD: COMENTEN QUE LES PARECIÓ U_U
ELFღPandaツ
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Forbidden ~Leeteuk y Henry~
Romance¿En qué momento de nuestras vidas el príncipe azul comienza a ser aburrido? ¿Cuándo fue que encontramos el delicioso gusto a lo prohibido? Supongo que eso siempre estuvo ahí, de otra forma ¿Porqué Eva probó la manzana? Entre más peligrosa e incorr...