Capítulo 22

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Cuando nos volvimos a ver con Henry, él actuó con normalidad y lo agradecí, pero aún así, siento culpa por haberle hecho sentir mal.
La semana pasó rápido, Lau logró ponerse al corriente con todo y finalmente llegó el sábado.
Tomé toda mi ropa y comencé a dejarla en la maleta, mientras mi mamá ordenaba las colchas de mi cama y abajo papá en una caja juntaba cosas de comida. Yo les había dicho que no necesitaba eso, pero ellos se negaron a dar un paso atrás y terminé por aceptar. Por lo menos, los haré felices de esa forma.
-¿cómo le harás para lavar?-preguntó mi mamá mientras juntaba todas mis sabanas.
-hay lavandería en la parte de abajo-ella asintió, luego dejó mi almohada sobre las demás cosas. Acabó con eso y se acercó a mí.
-yo sigo con esto, tú ordena las cosas de tu escritorio.
-bueno-le sonreí, tomé otra caja y comencé a ordenar.
-¿llevo esto al auto?-preguntó papá señalando mi ropa de cama.
-sí, por favor-le dije, él lo tomó y salió.
-puedes volver cuando quieras, lo sabes ¿no?-dijo mamá a mi espalda y la miré.
-sí, mamá-ella tomó otra maleta y comenzó a echar, mis pijamas, ropa interior, camisetas anchas de andar por casa con mis pantalones de chándal.
En una caja dejé todos los libros, con las carpetas de trabajo y las pruebas que aún no entrego, en la otra dejé los libros que leo por entretenimiento, con mi lapicero y todo lo que quedaba en los cajones, junto con la lámpara, las fotografías con mi familia y mi mejor amiga. Papá subió y bajó una de las cajas, yo tomé la maleta con mi ropa de trabajo y bajé con cuidado las escaleras. Salí y se la pasé a papá para que ordenara él a su gusto.
-mañana visítenme, ya tendré todo ordenado-sonrió.
-sí, llegaremos muy temprano, probablemente tu mamá quiera ir a primera hora-sonreí.
-no hay problema-le dije y acaricié su hombro.
Cuando acabamos, nos fuimos los tres, luego subimos todas las cosas a mi piso y quedó lleno.
-¿no quieres ayuda?-preguntó papá y negué.
-no, no es necesario-besó mi frente y me dio un fuerte abrazo.
-¿quieres que te traiga alguna tortilla de verduras en la tarde?-preguntó esta vez mi mamá, sonreí y negué.
-no, yo cocinaré algo-la abracé y ella me apretó contra su cuerpo.
-cualquier cosa llámame-me pidió.
-sí.
-tapate bien, no andes con los pies descalzos y come todas tus comidas-asentí-te enfermas y de cabeza te llevo de vuelta a casa-reí.
-ya, dejémosla para que ordené, pulguita-le dijo mi papá y acariciando la espalda de mamá.
-ok-ella me miró y vi sus ojos con lágrimas-te amo, cielo-tomé las manos de ambos.
-yo también, los amo-ellos me dieron un último abrazo y se fueron. Yo miré todo y caí al suelo. Dios... soy independiente.
Solté una sonrisa y mordí mi labio. Lo procesé otros minutos, luego me levanté y lo primero que saqué fue la radio y la dejé sobre la mesa de la cocina americana. Puse algo de música y comencé a desempacar las cosas de cama. Hice mi cama nueva, dejé el resto en el closet que está adherido a la pared junto al baño. Luego ordené mi ropa en el closet y en las cajoneras que están bajo mi cama, puse la ropa interior y la de andar por casa. Luego el pequeño escrito pegado a la pared puse mis cosas, la lámpara la dejé en el espacio que hay a la ventana que da a la parte trasera del edificio donde hay una cancha y está al lado de la cabecera de la cama. Puse cortinas, luego algunos cuadros los repartí por el pequeño escritorio, otros en la ventana y las paredes. Finalmente agarré la caja con comida, enchufé la pequeña nevera que se encuentra bajo la mesa, dejé las cosas que necesitaban refrigeración ahí y en los cajones que estaban al lado dejé la mercadería. Abajo vi como había un sed con cucharas, grandes y pequeñas, cuchillos y tenedores, más una caja que vienen con seis vasos pequeños y una pequeña olla. Sonreí y negué mientras los tomaba para dejarlos en su lugar.
Cuando todo estuvo listo, ya había caído la noche y noté que Henry no había llegado temprano como había prometido.
Tocaron la puerta, miré con una sonrisa y caminé hacia allá. Abrí, pero no había nadie, miré hacia abajo y abrí mis ojos como platos. Era un LCD pequeño. La que estaba en la recamara de mis padres. Tomé mi móvil y le marqué a mi mamá, pero como nunca, estaba apagado. Me agaché y vi unos pies ganarse detrás de la pantalla plana de 24 pulgadas. Levanté la mirada y me sonría.
-¿llegué muy tarde?-preguntó.
-sí-él se agachó, tomó el LCD, me hice a un lado y él pasó, la dejó sobre la mesa y luego miró alrededor.
-wow, es pequeño, pero se ve genial.
-¿cierto?-cerré la puerta detrás de mí, fui hacia la radio y bajé la música.
-ya huele a ti.
-he estado moviéndome por todos lados-me giré-¿quieres algo de comer?
-bueno-fui a la cocina y saqué orgullosa mi olla, puse agua a calentar y luego lo miré-¿no vendrán los demás?
-no lo sé, pero ayer le mandé la dirección a Hee Yeon-él asintió y se hizo un tipo de silencio incomodo.
Justo cuando abrí mi boca para empezar una conversación sobre el clima, tocaron la puerta, fui y Jimin sonrió, alzó unas bolsas.
-¿cómo está mi nueva independiente?-sonreí, la abrecé, besé su mejilla y la dejé pasar-una señora no quería salir de la biblioteca, quería un libro de tejido, intenté ayudarla, pero ella simplemente no quería y para remate se le olvidaron los lentes y el dinero en casa-cerré la puerta y Jimin miró a Henry-hola, chico boxeador, ¿llegaste hace mucho?
-no, sólo unos minutos-le dijo él y le dio un beso en la mejilla.
-¿qué trajiste?-le pregunté a Jimin, fui hacia ella y abrí las bolsas-¿en serio?-dije sacando un hervidor.
-oh, sí-miré lo demás y es cerveza, helado y yogures.
-gracias-le dije.
-supuse que no tuviste tiempo de ir al supermercado.
-supusiste muy bien-le dije, guardé las cosas e instale el hervidor.
Jimin se sentó en el piso flotante y le hizo señas a Henry para que se sentara a su lado, él hizo caso y ambos me miraron.
-ok, ok próxima compra será una alfombra para que no pongan el culo directo a la tabla-ambos rieron-¿cervezas?-pregunté.
-sí-dijo Jimin.
-bueno-contestó Henry, saqué tres, les di las suyas y abrí la mía, luego fui a tomar un paquete de ramen y lo eché al agua hirviendo que había en la olla.
-¿y ese televisor?-preguntó mi amiga.
-mis papás notaron que ya no les servía y lo botaron a la basura... frente a mi puerta.
-es de esperarse de tu mamá-dijo Jimin.
-y papá siendo arrastrado por su "pulguita"-ella rió y bebió de su cerveza. Tocaron la puerta, fui hacia allá, abrí y me encontré con Hee Yeon y Jake.
-hola-sonreí y besé la mejilla de ambos-entren-ellos pasaron y saludaron a Henry y Jimin, Hee Yeon venía con falda por lo que le pasé una manta para que se tapara, Jake me recibió una cerveza, pero ella optó por helado.
-que linda-dijo Jimin sonriendo hacia ella y Hee Yeon se veía un poco avergonzada, mientras Jake sonreía orgulloso hacia su novia.
Comenzamos a hablar, luego serví ramen a los que quisieron y yo me hice un pan con quesillo. Los chicos se llevaron de maravilla con Jimin, la incomodidad con Henry desapareció y luego cuando nuestros brazos se rosaban cuando reíamos seguíamos como si nada. Como me gusta que sea. Normal.
Finalmente a las 11:30 pm Hee Yeon y Jake se fueron, Jimin le ganó el cansancio y se fue a tirar a mi cama. Quedando sólo yo y Henry.
-¿algún día me dejarás escuchar una de tus composiciones?-le pregunté y me miró.
-no lo sé...-sonrió, lo empujé con mi hombro y le sonreí de vuelta.
Él se levantó y estiró su mano hacia mí, la tomé y me ayudó a ponerme de pie, luego me hizo girar, algo que hizo que mi mundo se revolviera y me atrajo a su cuerpo, moviéndome lentamente. Pude notar la canción lenta y que nos estaba haciendo bailar. Cerré mis ojos, sonreí y escondí mi rostro en su cuello.
-tenía 17 años cuando pasó y mi hermana 13-abrí mis ojos-papá sufrió un infarto cerebral y ella sólo se fue... dejándonos a nuestra suerte, ahí conocí a Nick y él me dejó entrar a las peleas, primero peleaba tres días a la semana, viernes, sábado y domingo, lo que me permitió pagar cuentas, la colegiatura de mi hermana y mía... luego mi papá comenzó a recibir pensión y eso nos ayudó un poco más, pero tampoco como para mantenernos a los tres, por lo que bajé a sólo dos días, viernes y sábado, ahora las cosas van bien, soy más fuerte y mejor que antes, por lo que me ponen con grandes a pelear, así en un solo día consigo lo suficiente-lo miré y nuestros ojos se encontraron-desde que te vi, supe que eras diferente a cualquiera, yo nunca estuve con ninguna chica a no ser para pasarla bien un rato, más allá, no, con mi hermana no soy unido, porque es la viva imagen de mi mamá, sé que ella no tiene la culpa de nada, pero tiene sus gestos, su forma de expresarse... es difícil para mí, pero tú sólo llamaste mi atención desde que te vi... tan segura de sí misma, sonrisa dulce y tan frágil por algo de sangre, divertida y luego sólo mostraste más cosas geniales... ayudar al que lo necesite, sexy y una vida tranquila, sólo con un pecado en todo el expediente... "no todas somos iguales" tenias en tu frente...-sonreí y acaricié sus cabellos-vamos a ser claros, nena-tomó mi rostro-me gustas-negó y sonrió-me encantas y bien, sé que piensas que soy un mocoso y todo, pero soy más hombre que el otro inútil y lo sabes, conmigo nunca tendrías que temer, yo sólo sería tuyo y Dios...-mordió sus labios-no sabes cuándo deseo ser tuyo, tanto o más, de que tú seas mía...
Lo observé en silencio, sin embargo, mi cuerpo se siente eufórico, mi corazón a mil por hora, mi mente procesando todo y mis mejillas sitiendose cada vez más cálidas bajo su toque.
Se acercó y posó sus labios en los míos, bajó su mano a mi cintura y me acercó a su cuerpo, su lengua rosó mi labio inferior, ni siquiera me detuve a pensar, sólo abrí mis labios y dejé que su lengua acariciara la mía.  

Forbidden ~Leeteuk y Henry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora