Segundo día que no logro dormir bien, no he hablado con Jimin ni tampoco me hice el test. Soy una cobarde.
Miré mi reflejo en el espejó luego de dejar el cepillo de dientes en su lugar. Bajo mis ojos hay grandes bolsas, ayer olvidé quitarme el maquillaje y parezco un mapache, mi pelo está en todas las direcciones. Bajé la mirada por mi reflejo del espejo, levanté la camiseta, miré mi vientre y lo acaricié.
Si es que existe algo ahí... no merece esto, no merece que su mamá sea la otra, ni que deseé con todas fuerzas que su existencia no sea real.
Bajé la camiseta, lavé bien mi cara, mojé mi cabello buscando así ordenarlo un poco, cuando estuve medio decente salí del baño. Me puse un pantalón negro ajustado y una camisa de seda, en mis pies puse unos tacones negros, tomé mi cabello en una tirante cola de caballo, agarré mis cosas y bajé.
-nos vemos-les dije a mis padres y salí antes de que mi mamá me pida que desayune.
Llegué un poco tarde al salón, la chica que es presidenta del curso estaba dando una información. Harían un bingo para dos semanas más y en esta semana venderían cupcakes otra vez pero agregarían otras cosas, luego pude comenzar mi clase y sentí la mirada de Henry sobre mí.
En el receso mientras llevaba un pan con lechuga y quesillo a mis labios comenzó a sonar mi móvil.
-hola-saludé sin ánimos.
-¿Dónde te has metido, perra?
-lo siento... semana ocupada-llevé la botella de agua a mis labios.
-¿todo bien?
-sí ¿y tú?
-me estás mintiendo.
-¿por qué lo haría?
-¿pasó algo con Leeteuk?-rodé los ojos.
-no, Jimin, no ha pasado nada con él.
-iré a verte a tu casa.
-ha sido una semana pesada y hoy tengo que hacerle clases a Henry-suspiré-dejémoslo para otro día.
-algo me estás ocultando ¿qué es?
-Dios, Jimin, ¿podrías dejarme en paz?-tomé la botella y el emparedado casi intacto. Me levanté-no, no estoy bien, pero tampoco te quiero regañándome ¿sabes?-voté las cosas al basurero-así que no, no quiero verte, adiós-corté y guardé el móvil en mi pantalón y me arrepentí al instante, pegué una fuerte respiración, tomé mi móvil y comencé a teclear.
"Lo siento, me porté como una perra... tengo retraso, ya compré un test y está en mi cartera, pero tengo miedo de saber la verdad, asi que no lo he ocupado. Lo siento de nuevo, te quiero."
Lo mandé y entré otra vez, el timbre sonó cuando iba subiendo las escaleras.
En el almuerzo me encontré con Adrien, intentó mantener una conversación decente, sin embargo, mi ánimo no estaba para eso.
-¿estás bien?-me preguntó Leeteuk cuando nos encontramos a la salida de la sala de profesores.
-no-caminé hacia las escaleras.
-¿problemas en casa?-me giré y me lo quedé mirando.
¿El bebé irá a tener la margarita que tanto amo?
Miré sus ojos y mi corazón se encogió. Debería odiarlo, claro que debería, pero con Leeteuk siempre hago lo opuesto a lo que debería.
-nada, preocúpate de tus asuntos-le dije y seguí mi camino.
ESTÁS LEYENDO
Forbidden ~Leeteuk y Henry~
Romance¿En qué momento de nuestras vidas el príncipe azul comienza a ser aburrido? ¿Cuándo fue que encontramos el delicioso gusto a lo prohibido? Supongo que eso siempre estuvo ahí, de otra forma ¿Porqué Eva probó la manzana? Entre más peligrosa e incorr...