Capitulo 29

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Terminamos con las chicas de lavar las cosas y nos acercamos a la fogata, me senté junto a Hee Yeon y me dio un poco de envidia el verla acurrucada junto a su novio. Me gustaría poder estar así con Henry en este momento. Lo miré y vi como las chicas que estaban a sus lados lo miraban con ilusión, mientras él sólo me sonreía a mí.
-toca algo, bastardo-le dijo Jake luego de que me vio llegar, Henry sonrió, bajó la mirada a su guitarra y todos se quedaron callados.
-1, 2, 3, 4-comenzó a tocar la guitarra-tú deslumbras como el cielo-su mirada vino hasta mí, quise sonreírle, pero ya lo estaba haciendo-tu cara irradia frescura como una limonada, cuando sonríes pareces un ángel, quiero confesar que me gustas, honestamente yo sé que nos atraemos, sientes lo mismo que yo, de uno en uno, me he llenado de ti, cuando sonrío al ver tu sonrisa deslumbrante, descubro que... quiero ser tu todo, a tu todo, porque tú ya te convertiste en mi todo, oye chica eres mi todo, te voy a dar todo, te voy a iluminar, oye chica eres mi todo, te voy a dar todo, todo lo que sueño para ti...-intenté quitar mi mirada, sé que en este momento estamos siendo muy descarados, pero simplemente no puedo y siento que la melodía y la letra cada vez me llama más-ey, escucha... tú quieres las mejores cosas, yo te lo daré todo y haré que tu corazón cante dulce como un violín, no hay ningún cuestionamiento, tu sabes que tenemos algo y es con amor verdadero, asi que no es pecado, chica ¿dónde nos encontramos hoy? ¿Sientes lo mismo que yo? Sólo pienso en ti, ¿qué pasa chica? Yo siempre seré el que te haga irradiar felicidad en tus mejillas...-me sonrió, bajó la mirada y terminó la melodía, todas las chicas comenzaron a aplaudirle y los hombres, hasta Jake parecían un tanto asqueados por la canción, pero yo, sólo quería ir a besarlo y agradecerle por la canción que había compuesto para mí.
Un compañero le pidió la guitarra, pero simplemente él no se la quiso entregar, por lo que otro le emprestó la suya. Estuvimos hasta las 12 así, hasta que todos debieron ir a la cama, con Leeteuk nos quedamos mirando afuera.
-entra-me dijo y lo miré.
-no, no importa, veamos que todos se vayan a la cama-le dije y asintió, cuando todos entraron, fui por mi cepillo de dientes y con me encontré con Leeteuk en los lavados, nos lavamos los dientes en silencio, incluso cuando el terminó se quedó ahí esperándome. Acabé, le sonreí por cortesía y fui hacia mi cabaña, vi mi puerta cerrándose justo y la carpa de Henry y Jake cerrándose-buenas noches-le dije.
-buenas noches, Dae In-abrí la puerta, la cerré detrás de mí encontrándome con la oscuridad, le puse seguro, caminé hacia la lámpara y a mitad de camino me envolvieron unos brazos, unos labios rosaron mi oreja y sonreí.
-recuérdame siempre, mi amor, no lo puedo detener-comenzó a cantarme en susurros, me giré, lo abracé por el cuello, él me abrazó por la cintura y comenzó a movernos-así te protegeré, tú los sabes, quiero ser tu todo, a tu todo, porque tú ya te convertiste en mi todo, oye chica eres mi todo, te voy a dar todo, te voy a iluminar, oye chica eres mi todo, te voy a dar todo, todo lo que sueño para ti-suspiró-ojalá todo lo que tú respiraras, escucharas y hablaras fuera sobre mí, como hago yo, créeme, sueño contigo y en los días deslumbrantes que vendrán...-comenzó a tararear la melodía-oh cierro mis ojos, oh te veo, en estos momentos descubrí que tú eres la única...-tarareo de nuevo la melodía, sonreí, me alejé un poco de él y lo miré, aunque apenas veía el brillo de sus ojos.
-gracias-le susurré, me acerqué y posé mis labios en los suyos, luego lo abracé fuertemente, me abrazó de vuelta, escondió su rostro entre mi cuello y mi hombro-quiero que pasen rápido los meses-susurré-dejar de escondernos.
-yo igual... pero sería peor, saber que sientes algo por mí y simplemente quedarnos como si nada... por lo menos en los momentos así podemos estar juntos.
-y pensar que eso quería... aún cuando me quedaba un pensamiento racional-rió.
-debo llamar a mis padres-asintió y me soltó, fui al velador, encendí la luz, tomé mi móvil y le marqué a mi mamá.
-hola-me saludó.
-hola, mamá.
-¿llegaron bien?
-sí, disculpa que te llame tan tarde, no había encontrado tiempo.
-no te preocupes, cielo, prefiero que me llames muy tarde a que no lo hagas, ¿comiste bien?
-sí.
-¿hace mucho frio allá?
-algo-miré a Henry-pero no tendré problema con ello-soltó una sonrisa mientras desabrochaba sus pantalones.
-bien.
-mándale saludos a papá.
-claro, cariño.
-mañana te intentaré llamar más temprano.
-ok.
-buenas noches.
-buenas noches, hija-corté y dejé el móvil sobre el velador, me giré y casi pegué un grito al encontrármelo de frente.
-Ey-lo saludé, posé mis manos en su pecho y lo acaricié, me acerqué, él tomó el borde de mi suéter, levanté mis manos y me lo quitó, junto con la camiseta manga larga, dejándome sólo con un brasier rosa pálido con flores amarillas-siento no ocupar ropa interior sexy-le dije y rió.
-no hay problema, ya eres lo suficientemente sexy así-bajó y jugueteó con mis pantalones de chándal-¿tú quieres esto?
Solté una sonrisa.
-¿soy una adolecente?-pregunté, me bajé los pantalones-¿soy una virgen?-la empujé hacia la cama, me subí sobre él y puse mis manos a cada lado de su cabeza-espero que no te gusten las mojigatas, Lau, porque si es así, te aviso que llegaste en la etapa equivocada de mi vida-soltó una sonrisa.
-me vuelves loco ¿lo sabes?-sonreí.
-¿tienes condón?-me miró.
-¿es una prueba?-reí.
-Dios, no, somos adultos, sé que no quieres un polvo de una noche, Henry, dime que tienes un condón.
-sí-asentí-¿Jake tiene?
-sí, le di uno aunque en un comienzo se negó a recibirlo.
-sí, claro-rió y acarició mis piernas-es sólo para saber si ellos se cuidan.
-lo hacen.
-ok-bajé y posé mis labios en los suyos, él comenzó a repartir caricias por mi cuerpo, nos giró en la cama, empujó su pelvis contra la mía y envolví mis piernas en sus caderas, sus labios fueron a mi cuello y yo acaricié sus cabellos.
Sentí su pollo luchar contra las telas de nuestras ropas interiores, volvió a empujar su pelvis contra la mí y mordió mi cuello.
-sin marcas, cariño-le susurré en un jadeo y me miró sonriente, llevó su mano hasta mis espalda y soltó mi brasier-alguien tiene practica-le dije mientras lo quitaba de en medio.
-¿eso es bueno o malo?
-bueno, no me gustan muchos los inexpertos, torpes.
-entonces nos entenderemos-dijo rodeando con su dedo índice mi pezón izquierdo, pasé mi lengua por mi labio inferior, bajó y metió el rosado botón en su boca, sentí su cálida y suave lengua acariciarlo haciendo que se endureciera, moví mi pelvis y rosó levemente con los dientes mi pezón, luego se posó entre mis pechos y comenzó a bajar, tomó las pequeñas tiras de mi tanga y la bajó, abrió mis piernas y sentí su cálido aliento en mi centro, se acercó más y su lengua acarició mi clítoris, arqué mi espalda, siguió moviendo su lengua contra mi clítoris, mordí mi labio inferior para no soltar un gemido o cualquier ruido, miré hacia el techo y apreté las colchas entre mis manos, sus dientes rozaron mi punto sensible y no pude quedarme callada, él se sentó, se quitó los bóxers, luego agarró sus pantalones, rompió el sobrecito plateado, deslizó el condón por su polla y luego me miró, se acercó, se metió entre mis piernas y me besó, fue entrando lentamente, clavé mis uñas en la carne de su espalda y me arqué.
-me gustaría estar en mi edificio-susurré envolviendo sus caderas con mis piernas, comencé a mecerse dentro de mí y sus labios amortiguaban todos mis jadeos y gemidos.
Una pequeña capa de sudor nos envolvió, posé mis manos sobre sus brazos y sentí los músculos moverse bajo su piel.
Comenzó a ser más rápido, sin embargo, la cama comenzó a sonar y se detuvo.
-demonios-murmuró-también quiero tu edificio-sonreí.
-levántate-susurré.
-pero...
-hazlo-se salió se mí y se levantó, me levanté, tomé su mano y lo acerqué a mí.
-¿contra la pared?-sonreí y me sonrió de vuelta.
-Dios, eres tan endemoniadamente...-junté nuestros labios, retrocedimos, me giró, posé mis manos sobre la pared, él volvió a entrar, comenzó a moverse, llevó su mano hasta mis pechos, luego tomó una mis piernas, la levantó y llegó más adentro, apreté mis dientes, su mano libre la llevó a mi clítoris y comenzó a mover su dedo índice y el del corazón sobre mi botón, arqué mi espalda y sentí su aliento mi cuello, luego besó mi hombro y lo rosó levemente con sus dientes.
Solté un jadeo, comenzó a ser más rápido y sentí las ansias llegar a mi estomago, sus dedos también comenzaron a ser más rápidos, me arqué hasta más no poder y sentí el placer estallar en mi cuerpo, él unos segundos después también se fue, me abrazó por la cintura para sostenerme aunque sus piernas también se notaban algo temblorosas. Nos quedamos unos minutos ahí, regularizando nuestras respiraciones, él seguía acariciándome, hasta que salió de mí, se quitó el condón y yo fui por confort para limpiarnos.
-quiero mi departamento-insistí al ver que tendría que esperar hasta mañana para bañarme.
Nos limpiamos, echamos todo en una bolsa y luego nos metimos bajo mis colchas.
-yo tiraré eso donde nadie lo encuentre-me dijo Henry, asentí, me posé sobre su pecho y acarició la piel desnuda de mi espalda, pegué un suspiro y me preparé para dormir-nena...
-¿hmm?
-te quiero...-susurró, sonreí, levanté la mirada, me acerqué y lo besé.
-también te quiero-pude ver la sorpresa en su rostro.
No se lo esperaba.
-simplemente fuimos hechos el uno para el otro-le dije.
-eres mi todo-canturreó como en su canción, reí, le di un beso fugas y volví a posar mi cabeza sobre su pecho.
-buenas noches-le dije.
-dulces sueños, nena.

Forbidden ~Leeteuk y Henry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora