Capítulo 23

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  El aire comenzaba a ser necesario, pero no quería dejar ir los cálidos labios de Henry. Él fue más fuerte y nos alejó. Abrí mis ojos lentamente y me encontré con sus ojos, vi la curiosidad y la esperanza en ellos.
-esto está mal-dije y vi la decepción en sus ojos.
-¿es por la edad?-preguntó.
-eres mi alumno.
-pero... ya saldré, yo puedo esperar, si me dices que sientes algo por mí, aunque sea pequeño, por mí está bien, esperaré por ti hasta que salga de la escuela...
Me giré y tomé mi cabeza, corriendo mis cabellos de mi rostro, miré el piso con latas de cerveza, el vaso con restos de helado y la hoya del ramen, vacía.
-tengo que limpiar-él me tomó del brazo y me giró.
-¿no sientes nada?-me preguntó clavando su mirada en mis ojos.
-yo...-negué-no lo sé, Henry, todo esto me toma por sorpresa, ambos estamos un poco borrachos... no debimos besarnos, no sé qué me pasa, no sé siento cosas por ti, porque me gustas como hombre o es sólo agradecimiento por la gran persona que has sido conmigo-bajé la mirada-lo siento.
-deja de pensar que soy agradable contigo porque soy "buena persona", todo lo que he hecho es porque me gustas.
-es sólo atracción física.
-Dios, si fueras una tabla o más rellenita, me encantarías igual, no se trata de tu cuerpo, se trata de la mujer que eres... tú por completo, Dae In-no pude evitar sonreír por sus primeras palabras.
-antes de echar a poder todo esto debo decirte algo...-tomé sus manos-si los papeles estuvieran cambiados y fueras mi profesor con vida fácil...-sonreí-también serías un pedacito de alegría en mi vida, me encantaría meterme en una burbuja contigo...-acaricié sus manos-y si fueras más grande y fueras de esta forma, no serías perfecto, porque se esperaría de una persona ser así a esa edad... tal como eres, estás bien, olvida lo que te dije la otra vez.
-¿acaso escuchas lo que estás diciendo?
-debes irte, ya es tarde y tu hermana está sola con tu padre-solté sus manos y me giré-te agradecería que no volvamos a tocar el tema...-lo miré-hasta que salgas de la escuela, cuando eso suceda, tendré una respuesta clara para ti.
-esa opción sólo estaba si sentías algo para mí.
-Henry, necesito ordenar mis sentimientos, sí, sé que eres mejor que Leeteuk, pero eso no hace que mis sentimientos sean más claros, ¿sí? Acabo de salir de eso, pensé que estaba embarazada...-negué-y si no me quieres esperar-asentí-viviré con ello hasta que tenga todo resuelto en mi cabeza, si es que no siento nada y todo es agradecimiento, te dejaré ir, si no es así, te buscaré y estaremos juntos-guardó silencio, yo me agaché, tomé las latas y fui a tirarlas, luego tomé todo lo sucio y lo dejé en lavaplatos. Terminó por salir en silencio, abrí la llave, dejé el agua envolviera las cosas, apoyé mis manos en el lavaplatos y bajé la mirada, cerrando mis ojos y mordiendo mi labio inferior.
-¿besa bien?-me sobresalté y miré de golpe a mi espalda, Jimin estaba sentada en la mesa.
-no hablemos de ello.
-me gustaría tener un hombre que me mire y valore de esa forma.
-es mi alumno.
-pero él te dio una opción-corté el agua y me giré hacia ella por completo.
-Jimin, te diré lo mismo que a él, no sé lo que en verdad me produce Henry Lau, no sé si es agradecimiento, admiración o lástima...-dije lo último con algo de culpa-necesito centrarme, sin contar que el tema de la edad.... Es tema para mí-negué-si te acuestas con niños, amaneces mojada-me giré, agarré la esponja, le eché lava losa y comencé a restregar la olla.
-si fuera lastima, lo hubieras aceptado al instante, sólo para hacerlo feliz en toda su miseria, asi que descartemos eso-solté un suspiro.
Me sentí aliviada por la observación de mi amiga.
-gracias-le dije, abrí la llave y dejé que el agua se llevara los restos de espuma, luego lavé el vaso y los dejé estilando, me giré, tomé el paño y me sequé las manos.
-admiración...-ella lo pensó-se puede admirar a alguien y quererlo como pareja al mismo tiempo, estoy segura que él también te admira.
-ok.
-agradecimiento, también puedes agradecerle las cosas a tu pareja, pero cuando lo haces es más cálido y no te dan ganas de agradecer simplemente así, si no con un beso, abrazo o polvo-rodé los ojos y ella rió-¿besa bien?
-sí-dije asintiendo mientras sonreía.
-¿mejor que Leeteuk?
-no es justo para Henry ser comparado con ese hombre.
-¡Wow! 100 puntos para Henry, 0 para Leeteuk-salí de la cocina y me fui a tirar a la cama, Jimin apagó las luces a su paso y se tiró a mi lado.
-Henry me hace sentir bien, me tranquiliza y tiene la palabras precisas para mí, siempre...-mordí mi labio-muchas veces olvido que hablo con mi alumno y pienso que hablo con un hombre, cuando él me mira...-lo pensé-se siente bien, o sea, otros alumnos me miran, pero sé que si pusieran al nivel de Henry, los detendría, pero con él es diferente... me encantaría que fuera mayor, pero si fuera mayor no tendría el encanto que tiene...¿me entiendes?
-sí-guardamos silencio varios segundos-sólo necesitas convencerte a ti misma de lo que sientes y todo irá bien... y bueno, volviendo al tema de dormir con niños, no actúes como si no quisieras mojarte por ese niño-la fulminé con la mirada, pero comencé a reír y ella me acompañó.
-será mejor dormir.
Mi papá tal como dijo, llegó temprano con mi mamá, intenté reclamar lo del LCD pero no me dieron tiempo, luego llegó la familia de mi hermano con la cena, todos comimos y finalmente, me quedé sola. Me tomé una ducha, luego ordené las cosas para el otro día y me fui a la cama.
Henry actuó normal, no cambió en nada y tampoco tocó el tema, lo que agradecí, pero ahora todo era claro, sus miradas, sus palabras, las cosas que hacía...
Llegó el día del limpiado de autos, por suerte nos tocó un buen clima.
-esto es una exageración-dije mirando la ropa que me tendía la presidenta.
-hágalo por el curso-me dijo en forma de ruego y luego miró a Hee Yeon-¿te lo puedes poner tú?
-¿qué?-preguntó Hee Yeon y luego me miró rogándome.
-demonios...-murmuré y le quité la ropa a la presidenta, entré al baño, me quité mi ropa y me puse la otra, salí, tomé mi pelo en una coleta y salí sin más. Enojada con el mundo.
De inmediato sentí las miradas y me quise enterrar.
-Dios...-escuché a mi espalda que susurraban unas niñas, me giré y ellas miraban hacia el otro lugar, el camerino de los hombres, miré y me encontré con Henry, estaba sólo con un short blanco, miré su pecho, su abdomen y luego subí a su rostro, me encontré con una sonrisa entretenida en sus labios, caminó hacia mí. Con toda la confianza de el mundo, su pecho inflado y la arrogancia marcada en su rostro.
-¿a quién le debo agradecer?-preguntó dándole una mirada a los short hilachudos de mezclilla, luego subió encontrándose con una camisa azul con cuadros blancos que está sujeta en un nudo en mi cintura y sin mangas.
-¿podrías disimular, por favor?-él sonrió y corrió la mirada-la presidenta me obligó... última vez que me presto para esto.
-sí, yo tampoco volveré a aceptar, no me gusta que los demás te vean así.
-ay, ¿por qué mejor no me orinas la pierna?-le pregunté con sarcasmo, él me miró y comenzó a reír.
-ok, lo siento, te ves muy linda-lo miré de pies a cabeza.
-tampoco estás mal-dije volviendo mi vista hacia el vacio.
-¿has pensado las cosas?-me preguntó.
-¿crees que es el momento para hablar?-pregunté.
-he logrado guardármelo, pero es difícil-volví a mirarlo.
-si siento cosas por ti ¿crees que logremos esperar hasta que acabes la escuela?-él me miró unos minutos.
-si tú lo quieres así-asintió-lo haría por ti.
-¡profesora!-solté una sonrisa hacia la presienta para ver a un cliente a su lado.
-ok, me voy a trabajar-dije, fui hacia allá, saludé al profesor de historia de los cursos más bajos, tomé un balde y caminé hacia su auto negro, agarré la esponja con espuma y comencé a esparcirla por el capó del auto.
-esto debe ser algo rápido-dijo Henry ganándose al lado de la puerta del conductor y comenzó a fregar la puerta.
Cuando acabamos con ese, empezamos con el de Adrien, de vez en cuando la vista se me iba hacia Henry, en ocasiones me descubrió, pero sólo sonreía.
-demonios-dije cuando cayó espuma en mi pierna, Henry tomó la manguera y me hizo una seña, asentí y comenzó a limpiar mis piernas. Cuando alcé mi mirada me encontré con Leeteuk. Nos quedamos mirando, luego vi como gente de afuera entró y fui a recibirlos. Todos los autos que limpié, fue en compañía de Henry. Luego cuando acabamos, fuimos a los camerinos, nos bañamos, nos pusimos nuestra ropa normal y subimos al salón. La tesorera dijo lo que habíamos recaudado dejando afuera lo que habíamos gastado y nos fue mejor que en el maid.
Todos fueron saliendo, sólo quedaba la presidenta con dos de sus amigas y mis tres chicos, fui hacia ella y le sonreí.
-para la próxima, yo no participaré de esa forma, hoy ya fue suficiente, quiero recaudar dinero, pero no de esta forma y que se empiecen a comentar cosas de mí-ella miró a sus amigas y luego a mí.
-sí, profesora, lo siento-asentí, me giré y les sonreí a los chicos, tomé mis cosas y salimos.
Jake se fue a la parada de autobuses con Hee Yeon y yo me quedé con Henry en el estacionamiento.
-nos vemos-me monté en la bicicleta.
-¿terminaste todo con él?-lo miré-con Leeteuk.
-sé a quién te refieres-dije con voz seria y asentí-sí y él me prometió que no me molestaría más.
-si él se separa y vuelve por ti... ¿estás dispuesta a comenzar algo con él?
-antes del bebé, sí.
Con esas palabras, sentí que faltaba algo más que decir. Pero sólo lo dejé ahí .
-nos vemos, nena-fue a su moto, me puse el casco y él me volvió a mirar.
-hasta mañana, Lau-miré hacia enfrente y salí del estacionamiento.
Tampoco volvería ahora con él, porque tengo a Henry Lau en mi vida.  

Forbidden ~Leeteuk y Henry~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora