005: No me mates, por favor.

5.2K 311 24
                                    

Marcas que dejan huella.

Todos los huracanes dejan huella.

Pude apreciar como una voz profunda repetía mi nombre repetidas veces, gruñí alejando mi cuerpo de la persona que intentaba despertarme de mi ensueño, sentí como una mano se posaba sobre mi hombro izquierdo y me zarandeaba de una no muy agradable para mi gusto.

La sacudida provocó que obtuviera un golpe en la cabeza contra el cristal que estaba apoyada, gemí ante el dolor y llevé una de mis manos intentando aliviarlo.

Cuando pedí un golpe de suerte contra esta pesadilla, sólo recibí el golpe.

¡Despierta, no tengo toda la jodida noche! —gruñó.

Mi mirada siguió sus movimientos mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad y en un raudo de tiempo desapareció de mi vista. Jadeé al observar el exterior del vehículo, era un lugar desierto junto a hierbajos por doquier y en medio de todo se situaba una gran casa.

Tragué saliva, mis pensamientos me mandaron una señal y me desabroché el cinturón de seguridad y rápidamente abrí la puerta del vehículo para bajarme de él. Me dispuse a correr en dirección contraria, sin poder evitarlo a tiempo tropecé cayendo de bruces contra las hierbas que acariciaban la palma de ambas manos.

En la vida hay muchos obstáculos; y al parecer yo vine al mundo para tropezarme con todos.

¿Qué se supone que intentabas hacer? —me preguntó al llegar a mí.

Sujetó mi brazo para ponerme en pie, gemí ante la presión que este ejercía, y me sacudí.

No me mates, por favor. —sollocé, colocando mis rodillas en el césped húmedo.

Justin carcajeó por lo que levanté mi cabeza, frunciendo el ceño.

No voy a matarte. —negó con la cabeza.

¿A no? —susurré.

No, salvo que me desobedezcas... —advirtió. —...ahora, levanta.

Me levanté con sumo cuidado y seguí sus pasos.

Caminamos por el camino que conducía hasta la gran casa que llamaba completamente mi atención. Frené mis pasos observando a Justin sacando las llaves de su bolsillo del pantalón y abrió la puerta, todo estaba en silencio y no había ninguna luz encendida.

La luz que daba a la sala de estar se encendió y entrecerré los ojos, sintiendo como la luz me cegaba por completo.

¿Vives solo? —pregunté, siendo inevitable.

Justin frenó sus pasos y me observó por unos segundos, sin expresión alguna.

No te importa. —comentó, sin tapujos.

Tragué saliva sintiendo su mirada penetrante sobre mí, suspiré y observé a mi alrededor, evitándola.

¿Dónde dormiré? —pregunté, sintiendo como el cansancio recaía sobre mí.

En el sofá. —contestó, seco.

Caminó hasta un armario, del cual sacó algunas mantas que lanzó sobre mí. Conseguí agarrarlas con fuerza pegándolas a mi pecho, como si aquellas mantas pudieran defenderme de una persona como él.

¿Puedo utilizar el baño? —pregunté, titubeante.

Justin frenó sus pasos los cuales se dirigían a las escaleras, y viró su cuerpo hacia mí.

shadow boys ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora