Ya no más

Capítulo 17. Adiós BigBang.

El silencio se extendió por varios minutos ninguno sabía que decir exactamente, querían convercerle de que no hiciera eso, de que la música era su vida, siempre había luchado por aquel sueño, y ahora lo dejaba todo atrás. No podrían creérselo. Estaban devastados, pero sobre todo el que más lo sintió fue Choi Seung Hyun, él había cambiado tantas cosas por estar al lado de aquel hombre que su comportamiento le dolía. Siempre lo había seguido hasta el final del mundo. Siempre había intentado estar con él, en las buenas y en las malas. Pero no hubo peor momento para decidir apartarse y dejarle su espacio. No supo interpretar las señales y aquello le dolió.

Sin decir nada salió de la habitación, tan solo las gemelas y DaeSung se dieron cuenta de las lágrimas que caían por la cara del chico. Los demás se quedaron donde estaban. Parecía que Bae quería decir algo, pero se contuvo, y salió de la habitación detrás de Choi seguido por su novio, que estaba preocupado por Dong. Con una mirada de su tío las gemelas salieron de la habitación, dejando a los adultos con el paciente.

 -¿Por qué? ¿Por qué ahora? Después de todo lo que has hecho para estar arriba, siempre hemos ido a remolque tuyo, ¿por qué ahora nos abandonas? - DaeSung había pronunciado aquellas palabras con un tono de pesar en su voz, no entendía por que hacía aquello. Por más que lo pensaba no lo entendía – No lo entiendo, explícamelo, porque no lo entiendo. ¿Por qué? 

 -Me cansé. De todo. No encuentro la luz al final del túnel. La verdad lo siento, siento dejaros así, pero no lo soporto más. No puedo estar cerca de ustedes sin sentirme inferior o parecer algo que no soy. La verdad que el grupo está mejor sin mi.

 -No, eso no es así. En realidad no existirá BigBang si nos abandonas. Nos disolveremos. No entiendes que eres el alma del grupo. Que sin ti estamos perdidos.

 -No tiene el caso discutir no voy a volver, Kang, por favor, no lo hagas más difícil.

Sin decir nada más salió por la puerta con SeungRi detrás de él. Dentro de la habitación quedaron el doctor, el psicólogo, Dami, y su padre. Quienes le miraban con tristeza, había echado muchos años de trabajo duro y sudor por la borda, esperando a que todo se arreglaría con esconderse.

 -Será mejor dejarlo descansar. - el médico dijo aquellas palabras saliendo de la habitación, pero ninguno de los otros tres se movieron del sitio.

 -Señorita, creo que será mejor salir por unos momentos, ahora volverá a entrar. - Gusig se dirigió a Dami, quien todavía seguía abrazada a su dongsaeng, quien en esos momentos veía como dormía Gaho, su perrito. Cuando ambos salieron de la habitación dejando solos a padre e hijo, el hombre mayor se levantó de donde se encontraba acercándose a la cama.

 -¿Qué pasó? - fue su única pregunta.

 -No se, ¿qué hace aquí? - esa era la pregunta que rondaba en la cabeza de GD, su padre nunca se había interesado por su vida, desde que tenía uso de razón aquel hombre siempre fue distante con él.

 -¿No puedo saber como se encuentra mi hijo? Lo que siento es no poder haberte ayudado con tu madre. Pero ella no será ningún impedimento más en tu vida.

 -¿Por qué después de tanto tiempo? ¿Por qué ahora?

 -Porque tengo miedo de perderte y que no sepas lo importante que eres para mi.

 -Los dos sabemos que nací por accidente.

 -Puede que seas un accidente, pero nunca una vida puede menospreciarse. No tienes que pensar así. Aunque no lo pareciese siempre estuve al pendiente de tu estado de salud, pero tu madre no se tenía que enterar, sabes como es esa mujer. Pero aun así la amo. El amor es ciego. Y no entiende de géneros.