Capítulo 10. Declaración de amor.

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Esa misma noche tuvieron que volver a sedar a GD. Su estado anímico empeoraba conforme iban pasando las horas. A causa de esa reacción a la noticia de su intento de suicidio, el médico prohibió todas las visitas, nadie pudo verle durante todo el día. Pero en las noticias ya se había corrido la voz de que GD, el rapero líder de BigBang ya había despertado. Causando un gran revuelo a las puertas del hospital. Cada día habían más medios de comunicación apostados a las puertas.

Todo el mundo era acosado para conseguir un poco de información. Los chicos ni siquiera pudieron acercarse al hospital. Era mejor encerrarse en casa. Los medios ya sabían que estaban en Seul. Y aquello era malo, si los veían por la calle les perseguirían. Pero no tenían de otra, de momento estaban a salvo en aquella casa.

- Dong, esto... - JinKi toco la puerta de la habitación de YoungBae esperando a que el susodicho le diera permiso para entrar – necesito hablar contigo, ¿puedo pasar?

- Claro, está abierto, pasa – la melodiosa voz se dejó escuchar tras la puerta de caoba que les separa en ese momento.

- Yo... quería decirte que me queda una semana de estar con vosotros. Se que me instalé a la fuerza y eso... Pero quería estar aquí... No se si me explico.

- Claro, que sí. Estabas preocupado por GD, es normal que quieras saber como se encuentra la persona que te gusta - Dong no le miraba en ningún momento, mantenía la cabeza agachada, supuestamente mirando unos papeles que contenían notas de una canción para piano, pero lo único que tenía eran ganas de llorar. Había dicho que tan solo le quedaba una semana. Sabía que se había cogido vacaciones para estar ahí, pero le dolía no estar cerca de él – lo entiendo, no tienes que disculparte. La verdad nunca te hubiéramos llamado para decirte nada.

- Pero, no... yo... no quería decir eso... la verdad que admiro mucho a GD su forma de trabajar, y su constancia. Pero no vine aquí solo por eso. Yo... - el silencio se hizo presente cuando la mirada confundida de Dong se posó en él. Estaba nervioso ya antes de que le mirara, ahora con la mirada de la persona que amaba puesta en él, no sabía si era capaz de declarársele – en realidad, fue por ti. Me gustas – lo había dicho. Aquellas palabras salieron llevándose un gran peso que tenía sobre él. Tan solo esperaba que aquel hombre no le repudiara, que no le rechazara, que por lo menos sintiera un poco de aprecio hacia su persona. Eso le haría muy feliz.

- Yo... - Dong no sabía que contestar, estaba demasiado impactado. Aquel joven gustaba de él. Era como en un sueño. Eso era creía que estaba en un sueño y que despertaría en cualquier momento – yo...

- Lo siento, se que no debía haber dicho nada. Lo mejor será que me vaya ahora mismo. Adiós – salió corriendo hacia el pasillo, donde se chocó contra el pecho de Choi que venía subiendo las escaleras. Pero no se detuvo siguió hasta su habitación, y comenzó a empacar todo lo que había ahí. Choi miró a ambos lados del pasillo que daba a las habitaciones viendo como la puerta de la habitación de Dong se encontraba abierta, supuso que el chiquillo saldría de allí. Y sumando que se pasaba junto a Dong cada segundo, dirigió sus pasos hacía la habitación de su compañero deteniéndose en el marco de la puerta.

- Lee... - Dong todavía no salía de su asombro.

- ¿Qué ha ocurrido ahora? - Seung Hyun le sacó del estado de shock en el que se encontraba. Le miró confundido como si no le estuviera viendo. Sin contestar a la pregunta de su compañero y amigo, pasó de largo y corrió hasta la habitación del más pequeño de los habitantes de aquella casa. Dejando en el marco de la puerta a un sonriente Choi, que se giró para irse a la habitación de DaeSung, eso no se lo podía callar. Ya era hora de que pasara.

- Como puedes dejarme con la palabra en la boca – ni siquiera tocó la puerta, la empujó hasta que esta revotó contra la pared, y volvió a cerrarse dejando dentro a Dong quien se había adelantado hasta quedar a la altura de Lee –, no vuelvas hacer eso – le besó. Dong juntó sus labios con los de el líder de SHINee, quien le respondió dichoso aquel beso. Ambos se separaron por falta de oxigeno, y se miraron – me gustas.

Ya no másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora