UNO

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(Sakura)

Hoy, como casi todos los fines de semana, íbamos a salir todos juntos, con los chicos, a comer fuera. Y sí, digo íbamos porque me quedé dormida y me dejaron en casa, no fue culpa mía, tenía que estudiar para los exámenes porque necesito aprobar. Taka me las pagará, él fue quien planeó la salida aun cuando le dije sobre mis próximos exámenes.

Corro al paradero para tomar un bus o taxi que me lleve hasta el centro comercial, donde según lo que Koni me dijo por chat, es donde están. Subo en la parte trasera del taxi que al fin se detiene y, tras cerrar la puerta, me fijo que hay alguien a mi lado, un chico de largo cabello negro alborotado, con mechas claras, y ojos azules, oscuros.

Él me mira con confusión, y una pizca de molestia, y me avergüenzo. Me había quedado pegada mirándolo... es que es tan atractivo. Mandíbula fuerte y definida, ojos pequeños con largas pestañas adornándolos, una barba de pocos días y labios grandes. Ay, ni hablar de sus brazos, me podría envolver en ellos y me sentiría protegida.

Todo el camino me la paso mirando por la ventana tratando de calmar mis pensamientos y cuando llego al lugar donde deben estar los chicos, le pago al chofer y bajo viendo de reojo como el chico que estaba sentado a mi lado también hace el amago de levantarse.

Decidida a alejarme, por la vergüenza, me dispongo a correr y siento que mi muñeca es tomada por una gran y fría mano, me giro a cuestionar qué sucede, pero él habla antes.

—Se te cayó —me entrega mi celular.

Ay no, su voz es tan grave y profunda. Creo que moriré.

—Gracias —respondo sin ser capaz de mirarlo a la cara, siento mi rostro arder.

Cómo pudo quedárseme el celular, que vergüenza.

—No fue nada. Nos vemos luego.

Sonríe levemente y se gira yéndose a paso tranquilo en la dirección opuesta a donde yo voy. Suspiro y guardo el aparato en mi bolsa de mano echándome a correr.

Llego a mi destino y, aun corriendo, me acerco por la espalda a Taka. Los chicos me miran y lo miran a él sin saber si decirle o no, pero cuando parecen decidirse ya es tarde y estampo mi mano con su nuca. Los saludo viendo a mi hermano lloriquear.

—Hola —me saluda Koni riendo por Taka, ella, al estar al frente, pudo ver su cara, y me hubiese gustado verla, pero se abrazó a Cris lloriqueando. Sabe que él siempre lo defiende.

Akira era el único que reía a carcajadas, siempre se ha burlado de mi hermano, por lo mismo es mi cómplice. Y Cris cubre su boca intentando no reír como el de ojos raros para que Taka no se enfade.

—¿Por qué hiciste eso? —pregunta acariciándose la cabeza.

—Y tienes el descaro de preguntar —finjo estar ofendida poniendo una de mis manos en mi pecho—. No me despertaste... y sólo es gracioso cuando eres el único que sufre —sonrío inocente y ahora es su turno de hacerse el ofendido—. Igual se los agradezco.

Todos me miran confundidos y los ignoro caminando hacia cualquier lugar, Koni se acerca a mi lado y los demás quedan detrás.

—¿A qué te refieres con eso? —pregunta, Koni, curiosa.

—¿Hm? —me giro a verlos y todos esperan atentos una respuesta.

—"Igual se los agradezco" —imita mi voz Akira—. Nunca darías las gracias a menos que estés enferma. A mí no me engañas Sakura.

—Conocí a un chico —murmuro.

Él dijo "nos vemos luego" o sea que quiere volverme a ver... ¿o sólo lo dijo por decir? Ay, no sé cómo tomármelo, pero me encantaría volver a verlo.

Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora