(Hiro/Kevin)
Miro a Akira comer desesperado por cada sorbo que da a la botella y río. Está de más decir lo claro que está su poca capacidad para soportar el sabor, por lo mismo trata de borrarlo con la comida. Mejor le hubiese comprado algún jugo o gaseosa, parece un niño.
Cada cierto tiempo intento romper el silencio, pero siempre terminan fracasando cuando él se limita a responder asintiendo o negando con la cabeza, encogiéndose de hombros o, de ser necesario, con no más de tres palabras. Cuando siento que ya no quedan temas de conversación del que podamos hablar, caigo en cuenta de que sé que es un estudiante universitario, pero nunca me he dado el tiempo de preguntar qué estudia. Entonces, cuando suelto la pregunta, lo veo sonrojarse y mirar avergonzado hacia otro lado antes de responder.
—Educación —murmura acercando la botella a su boca, da un sorbo largo y me mira—. Si te parece gracioso, dímelo y te rompo la cara.
Ante el ataque de ira no puedo evitar soltar una risa, atribuyendo su molestia a todas las botellas de alcohol esparcidas por el piso. Para el tiempo que llevamos aquí bebiendo —que no son más de tres horas— ya lleva más de cinco botellas bebidas él solo; que sí, llevo más, pero él no parece ser capaz de resistir más.
—Siendo sincero, no te imaginaba estudiando algo así, sino más bien algo relacionado a la medicina ¿quizás? —comento despreocupado—. Siento que, si vas a enseñar a niños, serías capaz de golpearlos a la primera respuesta errónea que te den.
—Por lo mismo, no planeo enseñar a niños, quiero dedicarme a estudiantes de preparatoria —sonríe tierno mirando a la nada, apoyo mi cabeza en la palma de mi mano esperando a que continúe hablando—. A esa edad uno tiene muchos problemas, crees que todo el mundo está en tu contra, sientes que no puedes hacerle frente a todo lo que tienes en contra... por eso quiero poder ayudarlos.
—¿No sería mejor estudiar psicología o algo de ese estilo? —cuestiono curioso y niega con la cabeza.
—Obvio no. Fui al psicólogo, nunca sentí cercanía o confianza para contar mis problemas —últimos sorbos y deja la botella vacía a un lado—. No soy bueno dando palabras de apoyo, si llegas a mí esperando que te ayude con tus problemas lo más seguro es que sólo me deprima y termine llorando en tu lugar.
Río ante esa respuesta. Se siente como si, a pesar de todo el tiempo que ha pasado, nada hubiera cambiado realmente. Abro un par de botellas, una para mí y la otra para él y recibo una mirada molesta de su parte haciéndome reír.
—Nunca me imaginé enseñando a otros, me iba terrible en la preparatoria y... mi paciencia deja mucho que desear —ríe y su sonrisa se vuelve nostálgica—. Pero hubo un profesor que, a pesar de todos los problemas que tuvimos, me apoyo en mis peores momentos. Por lo mismo, y como agradecimiento quizás, quiero ser capaz de ayudar a jóvenes que se ciegan o cierran a la ayuda de sus cercanos y no buscan más alternativas que... una tragedia.
Asiento sin terminar de entender del todo la situación.
—¿Entonces profesor de...?
—Matemática —río para mis adentros al escucharlo, y es que, en la preparatoria, en el poco tiempo que estudiamos juntos, era la asignatura en la que peor le iba.
—Akira... sensei, eh~ suena lindo —sonrío de medio lado y lo veo mirar a otro lado avergonzado—. ¿Entonces, ese profesor del que hablaste era de matemáticas?
—Sí, y es una historia un poco larga, pero, resumiéndolo mucho, el profesor Takahashi tenía... eh, dobles intenciones con mi ¿novio?, no sé, creo que solo a mí me molestaban sus interacciones, porque a Hi- mierda —bebe lo ultimo que quedaba de la botella haciendo una cara de asco—. Como decía. A veces, cuando recuerdo esos días, a mi exnovio no parecía importarle lo mucho que me... dolía.
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Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2
RomanceSecuela de "Sólo es un juego... ¿verdad?" Dos años han pasado desde la despedida de Hiroshi Takamiya. Aquel romance que termino de forma tan cruel por suerte fue superado por Akira Tanimoto, aquel que sufrió más con la pérdida, quiere creer que fina...