CUATRO

894 112 130
                                    

(Akira)

Después de ir a mi cuarto a procesar un poco de lo que pasó antes con Kevin, decidí ir donde Taka. Siempre es él quien me ayuda cuando estoy mal. Con el tiempo empecé a buscar más a Sakura, pero seguro ahora estará media molesta u ocupada con Kevin.

Y como se me pegó de Sakura, entré sin tocar esperando que él aun estuviera en la sala. Pensaba esperar hasta que llegara y hablar, pero cuando entré entendí mi error. Ambos están dentro... toqueteándose.

—Mierda. Aki, por favor, toca la puerta antes de entrar —me regaña Taka sacando sus manos de debajo de la ropa de Cris.

—Lo siento.

¡Que puta vergüenza!

—No pasa nada —se ríe Cris—. Voy al baño y vuelvo.

Pasa por mi lado y sale cerrando la puerta. Me siento junta a Taka y lo miro buscando la manera de hablar de lo que me preocupa.

—¿Qué pasa? —pregunta con notable preocupación—. ¿Te sientes bien?

—Sí. Pero... qué harías tú si —muerdo el interior de mi mejilla y formulo la pregunta de otra manera—. ¿Cómo hago para dejar de sentirme así?

Alza una ceja confundido y luego sonríe. Me gusta que él me conozca tanto, en ocasiones no necesito que hablen conmigo, no necesito tampoco un abrazo, me basta con ver a otros sonriendo para sentirme un poco menos miserable.

—¿Así cómo?

—¡Así! —digo frustrado apoyando mis codos en mis piernas—. Es que no entiendo por qué... aún cuando ha pasado tanto tiempo... aun cuando no debería... pienso en él a cada momento.

—¿Cómo? —lo veo mirarme de una forma que fácilmente puedo relacionar con lástima—. Aun lo extrañas... es eso ¿verdad?

Siento como mis ojos comienzan a arder y fijo la vista en él. De su parte recibo una triste sonrisa y sus brazos aprisionando mi cuerpo y a la vez siento el sonido de la puerta siendo abierta por Cris.

Me siento patético siendo consolado por ellos. No debería venir a interrumpir sabiendo que son pareja desde hace años y que obviamente van a querer estar a solas de vez en cuando, pero me siento tan solo. Las chicas siempre están juntas, ellos dos siempre están juntos... y yo qué. Siempre sobré en el grupo, pero aun así me quedé porque nunca pude hacer amigos, desde pequeño me costaba, y teniendo los mismos amigos toda la adolescencia, siendo ya un joven adulto se me hizo aun más complicado buscar nuevos horizontes.

—No debería avergonzarnos admitirlo. También lo extraño. Mucho.

Claro, es normal que lo extrañes siendo su familia, cuando lo conoces desde que eran pequeños —según lo que ellos mismos dijeron en varias ocasiones—, pero por qué yo, que no tuve la oportunidad de conocer nada más que lo superficial en él. Sólo pude conocer lo que él quiso mostrarme, cosas que podría hasta contar con mis manos. Entonces por qué, por qué tengo que extrañarlo, por qué tengo que pensar en él aun cuando ha pasado todo este tiempo. Por qué lo relaciono con toda mi vida, cuando él nunca me quiso en la suya.

Cuando Sakura nos llama a comer me veo en la obligación de seguir a los chicos a pesar de que mi estomago no quería recibir más que unos buenos golpes a ver si el dolor me hacía pensar en algo más. Igual tuve que comer un poco, sino comenzaría un interrogatorio.

Tras terminar la cena, Taka y Cris me invitaron a la cocina a comer un poco de helado con ellos, algo que siempre hacemos a lo menos una vez a la semana, infaltable. Todo iba bien hasta que llegó Kevin para continuar arruinando mi día.

Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora