DOS

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(Akira)

Despierto por culpa de los rayos del sol filtrándose por las finas cortinas de mi cuarto y, con pereza, me siento en la cama permitiendo que el frío toque mi cuerpo.

Por inercia mis ojos miran al suelo encontrando una prenda tendida por ahí. Si bien en mi adolescencia mi cuarto tenía ropa tirada por todos lados, con el tiempo esto comenzó a molestarme; ya no soporto ver un cuarto desordenado.

Voy al baño y abro el grifo de agua caliente al máximo y un poco de la fría para llenar la tina. Y entonces me comienzo a quitar la ropa, lento y provocativo, dándole un espectáculo al baño completo, cosa que en verdad siempre hago.

Creo que nada podría hacer peor mi día por ahora, y es que está al limite de lo peor, podría hasta decir que supera aquellos días de instituto, los últimos meses de mi último año... vaya que mierda.

¿Que por qué me quejo tanto? Es una respuesta simple.

Todo comenzó hace unos días, un día normal, un grupo de amigos planeando una salida. Todo tranquilo. Y hubiese seguido así sino fuera por cierta fémina que se quedó dormida y viajo por separado.

Y es la historia va de mal en peor, no sólo viajó por separado y llegó tarde, sino que encima "se enamoró a primera vista" de un subnormal de mierda.

—Pero claro, el amor a primera vista no existe —me hundo en el agua—. En primer lugar, te creo sentir atracción, cariño, pero qué es amar, si siempre sales herido...

Ese mismo día, después de volver a casa hubo una mini discusión porque no todos aceptamos que ese don nadie venga a casa. Pero al final, por medio del chantaje, ella ganó (como siempre) y le dimos la oportunidad de conocerlo antes de juzgarlo.

Y hoy es el día en que Sakura traerá al tan dichoso Kevin para que lo conozcamos. Sé que a los chicos se los ganará fácil, son más sociables que yo, pero no voy a aceptarlo después de haber herido a Sakura. No sé qué pasó ni cómo, pero sé que él es culpable.

Unos días después de la "discusión" él le pidió juntarse no sé por qué ni para qué, pero cuando Sakura volvió a casa, después de haber estado todo el día con él, fue cuando comenzó a actuar extraño. Encerrada en su cuarto la mitad del tiempo, a penas comiendo, sin hablarnos ni decirnos nada... ¿a quién más puedo culpar?

Lo bueno es que ahora ya ha vuelto a ser la Sakura de siempre, ya me estaba preocupando, pero no por eso me molesta menos el retrasado ese.

¿Odio injustificado? Puede ser. ¿Dejaré de odiarlo por eso? Claro que no.

Me siento sobre la cama y dejo una toalla sobre mi cabello para que absorba el exceso de agua, mientras tanto, y con el cuerpo ya seco, me empiezo a vestir.

—¡Kira! —entra Sakura azotando la puerta con la pared.

—¿Cuándo será el día en que aprenda a tocar antes de entrar? —pregunto al aire—. ¿Qué necesitas?

—Muchas cosas, pero no vine a hablar de eso. Koni dice que es tu turno de limpiar el baño, así que mueve el culo si no quieres que trai-

—Ya voy —interrumpo sus reclamos sabiendo qué dirá.

Entro al baño y soy recibido por un horrible desorden y ropa tirada por todos lados. Había estado aquí hace menos de media hora, cómo fue que pasó todo esto en tan poco tiempo.

Primero recojo la ropa sucia tirada en el suelo y la dejo dentro del canasto de ropa sucia, donde se supone debían estar desde el inicio. Y es que no sé para qué tenemos un canasto si ninguno de los neandertales estos lo ocupa.

Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora