Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2

9. Una disculpa, un olvido y un nuevo comienzo.

(Takahiro)

Que horrible es este lugar. Nunca creí que Robert se refería a esto. Cuando me contó qué fue lo que pasó con Cris, sentí como el mundo se me vino encima.

-Disculpe -llama Robert a un hombre de bata blanca que pasaba por el pasillo donde llevamos minutos parados en silencio.

-¿Ocurre algo? -pregunta acercándose a nuestro lado.

-Pues verá, soy el chico que acompañó ayer a Cristopher Takamiya -le explica-. Me preguntaba cómo se encuentra él ahora.

-Ah -revisa la tableta qud traía dn una de sus manos pasando kas hojas y leyendo-. Ya se encuentra estable, no hemos podido hacer mucho debido a la cantidad de fármacos ingeridos.

Según lo que Robert me contó, Cris intentó huir de esto recurriendo a las píldoras para dormir. No me cabe en la cabeza cómo fue que a él se le pudo pasar esa clase de pensamientos por la cabeza.

-¿Podemos pasar a verlo? -pregunta Robert robándose mis palabras.

-Dada la situación del paciente, sólo puedo permitir que pase uno.

Bajo la cabeza frustrado, es obvio que quien querrá entrar es Robert debido a que fue él quien acompañó a mi pequeño.

-Takahiro, ve tú -dice sorprendiéndome-. Después de todo eres su novio -sonríe rodando los ojos.

Le sonrío agradecido y él se enoge de hombros caminando hasta la sala de espera. E doctor me guía hasta el ascensor y me indica en que número de cauerto se encuentra Cris.

Antes de entrar, toco la puetta oara que si hay alguien dentro además de Cris, salga. Al no obtener respuesta, abro la puerta y ahí estaba mi pequeño, vistiendo una bata blanca y dormido sobre una camilla.

Me duele verlo así, mas aún sabiendo que gran parte es mi culpa.

Me acerco a su lado tomando una de sus manos entre las mías besando el dorso de está. Respiro el peculiar aroma de su cabello y beso su frente. Es seguro que ahora o me odia o me tiene resentimiento, de todas formas lo haré cambiar de opinión.

-Sabes, este día que no has estado conmigo ha sido horrible, te necesito a mi lado, oír tu voz, sentir tu calidez -apoyo mi frente en el dorso de su mano-. Si no hubiese sido por Robert, nunca hubiera sabido que esyabas aqu-

Quizás no debí decir eso. Ahora pensará que soy un incompetente. Levanto la mirada y al verlo aún dormido susupiro aliviado.

Acaricio su cabello tirándolo hacia atrás dejándolo así medianamente levantado y caído hacia un lado como suele llevarlo.

-Siento haber sido tan imbécil, celoso e idiota por no darme cuenta de cómo eran las cosas; aparte de ser un cobarde porque esto debería decirtelo cuando despiertes -intento reír pero siento como de mi garganta sólo sale un sollozo, de un momento a otro las lágrimas comienzan a surcar mi rostro-. Por favor, odiame cuando quieras, se novio de alguien que te valore aunque eso significa que no sea yo; pero te pido de rodillas que no te vayas de mi lado.

No sé si al menos eso se entendió, y es que los sollozos no me permiten hablar bien. Siempre me muestro fuerte ante todos, Cris es el único que me ha visto así, bueno, hasta hace una hora más o menos cuando lloré frente a risitos de oro.

Me pongo de pie dispuesto a irme, no quiero seguir aquí, ya he dicho lo que pienso y aunque él no me escuchó, no quiero continuar aquí y seguir sintiendo como muero por dentro.

-Espera.

Detengo mis pasos sintiendo como el órgano bombeador de sangre se detiene nstes de comenzar a palpitar a una velocidad que se asemeja a la de alguien luego de haber corrido una maratón.