Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2

16. No me sueltes.

Saludos a JennyPerez903 jajaja ya van tres<3
____________________________

(Akira)

Que cálido se siente, no recordaba que fuera tan así, o quizás antes no le había tomado tanta atención como ahora. Lo extrañaba y si no es esa la respuesta entonces no sé qué es. Nunca antes se me hubiera pasado por la cabeza lanzarme a abrazarlo, pero ahora había algo que me pedía que lo hiciera y aunque no sabía qué era ese algo, no me quería separar de su cuerpo. No ahora que por fin había vuelto.

—Akira, ¿estás bien? —pregunta poniendo una de sus manos en mi frente—. No parece tener fiebre... —murmura mirando a los chicos que se habían quedado a mis espaldas cuando corrí a abrazar al estúpido.

Ellos ríen y se despiden antes de alejarse y perderse entre la multitud. Al fin nos dejan solos, como tuvo que ser desde el inicio. No quería que me vieran de esta forma, nunca me había mostrado así frente a ellos.

—No estoy enfermo, idiota —me quejo levantando la cabeza para verlo a la cara, él muestra una expresión confusa.

—¿Entonces por qué me estás abrazando? —cuestiona con una sonrisa burlona, una sonrisa muy característica suya.

—Sólo me hacía falta —murmuro separándome de su cuerpo.

¿Y qué otra excusa voy a darle? Nunca le había mostrado mis "sentimientos" a nadie y menos a él. Y ahora, a penas lo vi aparecer corrí a sus brazos, no sin antes cuestionarme un par de cosas claro. ¿En serio tiene que comportarse así cuando yo estoy tan cariñoso? Cuando él me abraza yo no voy preguntándole el por qué.

Él suelta una carcajada y me envuelve entre sus brazos. Puedo sentir su respiración en mi cuello y como su risa resuena en mis oídos, sus brazos aprietan aún más fuerte mi cintura y no me queda de otra más que subir mis manos por su espalda y apretar la tela de su camisa entre mis dedos. Siento que si no me afirmo de algo voy a caer por culpa de mis temblorosas piernas.

—Si esa es tu respuesta, entonces a mí también me hacías falta —susurra en mi oído para luego besar mi cuello y esconder su rostro ahí.

Y por primera vez en años no tengo ganas de golpear o gritar a la persona que me está tocando, sino que, por el contrario, tengo ganas de corresponder. Sólo quiero que no me suelte, quiero estar junto a él sin que el temor de que cuando se separe yo caiga. Quiero ser querido.

No me sueltes..., Kevin.

*   *   *

—Odio ésta maldita casa.

Me quejo por tercera vez más o menos en el minuto. ¿Cómo es posible que de todas las puertas que he abierto del primer piso ninguna fuera un baño? Es que acaso la gente de ésta casa no tiene necesidades.

—¿Por qué te sigues quejando? —pregunta Kevin, quien me acompaña por la causa de un baño para Akira—. Si tantas ganas tienes, porqué no te haces encima.

—¿Qué es esa estúpida idea Kev? —pregunto inclinando el rostro y mirando hacia atrás—. Aunque no es como si esperara mucho viniendo de t- ¿por qué me miras así? —cuestiono al ver su sonrisa burlona.

—Me diste un apodo —comenta burlón soltando un par de carcajadas—. Es muy lindo viniendo de tu parte, cariño.

—¿Ahora qué? No me llames así, sólo se me salió, además no es la gran cosa —me quejo comenzando a caminar con la cabeza gacha para que no vea mi rostro. Lo siento arder.