8. Cuando el alma se destruye.

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(Robert)

Mi nombre al completo es Robert Williams, aunque nunca me ha gustado usar mi apellido debido a la relación con mis padres.

Si me tuviese que describir a mí mismo en una palabra, seguramente sería egoísta. Siempre juzgo a los demás por esta característica y es al saber cómo es que se comportan, sé cuanto daño son capaces de hacer.

Soy un chico solitario y con muy pocos amigos, la gente suele preferir a las perzonas alegres y que llaman la atención, por mi parte soy un joven amargado y con muy poco sentido del humor. Si lo pienso bien, la única persona que ha logrado hacerme reír es Cristopher Takamiya, mi mejor amigo.

—¿Qué es lo que te pasa? —pregunto a Cris, desde que llegó ha estado muy metido en sus pensamientos.

La cafetería suele llenarse por esta hora y por alguna razón que desconozco, hoy está casi vacía. Cris hoy prefirió pasar el descanso conmigo antes de estar con sus amigos no sé porqué. Y no es que me moleste, al contrario, me gusta, pero esto sólo me asegura que en verdad le pasa algo.

Es normal que primero esté con sus amigos y cuando ya queda poco oara volcer a clases, me busque para ir juntos.

—No sé de qué me hablas —dice—. Estoy normal, sólo algo cansado.

—Cris, sé que no hablamos muchis temas personales, pero confía en mí si necesitas algo ¿si?

Él sonríe pero bo responde. Tampoco lo obligaré a que confíe en mí, esa decisión es suya y de nadie más.

—Es que es algo difícil... —dice rascándose la nuca.

Volvemos al salón y durante las clases, Cris me lanza un papelito donde escrito dice: "a la salida te lo explico". En un inició no entendí de qué hablaba, pero al procesarlo, me di cuenta de que se refería a la conversación que tuvimos.

Sintiéndome un poco mal por presionarlo a que me dijera, sólo respondo un "no es necesario" y lanzo el papel con cuidado de que la maestra no nos vea, estamos haciendo un examen y de seguro piensa que nos estamos dando las respuestas.

Me lanza una mirada seria y casi molesta, vuelve a escribir y luego lo lanza "yo quiero hacerlo".

—Señor Williams, me haría el favor de entregarme el papel que tiene en sus manos —pide la profesora a mi lado con una de sus manos en su cintura y la otra extendida pidiendo el papel.

Arrugo el pepel y me lo llevo a la boca, lo mastico y mujo y luego me lo saco ze la boca para entregárselo.

—¿Habla de éste papel?

—Hasta cuando seguirán comportándose de forma tan inmadura —balbucea yendo hasta su escritorio.


—Dudo que sea tan complicado como dices que es —comento cuando ya estamos en la entrada de la universidad

—Es que —suspira—. Yo te había dicho que no salía con nadie, y me disculpo, pero tengo novio —sonríe—. En una semana más será nuestro aniversario, y cumplimos tres años juntos, no sé qué regalarle.

—¿Y eso te costaba decirme? —pregunto—. Te acepté cuando me dijiste que eres gay, ¿por qué no iría a hacerlo cuando me dices que tienes novio?

—Eres el mejor amigo del mundo.

—Hoy me pasaré el día pensando en lo que le puedes regalar. Luego me dices que te parecen mis locas y retrasadas ideas —le sonrío.

Volviendo a amar © | Secuela | Seuj 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora