花びら hanabira
Petalo
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Nihonbashi, era un barrio que comprendía muchos centros comerciales, un área industrializada, además de contener los mejores restaurantes, no esperaba menos de Tatsurou, la iba a llevar como había predicho a un restaurante lujoso con mesas de madera brillante, una atmosfera a media luz y aroma delicioso, con hombres esperando ser llamado para atenderlos y comidas minúsculas que costarían más de lo que costaba hacer una despensa propia, pero no podía quejarse de ello, aunque no le pareciera.
Se detuvieron cerca de un estacionamiento, y como había predicho, el restaurante era exactamente como lo imaginó, la mayoría de ellos tenía el mismo concepto, pagabas por sentarte en un lugar hermoso por comer una comida adornada, pero para nada llenadora.
— ¿que te parece? — le miró mientras el hombre de smoking los guiaba a la mesa que había reservado, asintió con la misma sonrisa falsa del principio, lo único que su mente podía pensar era en salir corriendo a la casa de Atsushi, pero por más que quisiera, estaba atada a aquella mesa hasta que aceptara ir al festival.
Tomó un poco de aire mientras el chico comenzaba a hablarle de su vida y cosas que en realidad le eran tan emocionantes cómo la servilleta en sus piernas; contestaba con monosílabos, no estaba interesada en su plática, y jamás lo estaría, no porque Tatsurou fuese una persona aburrida, sino porque simplemente deseaba estar en otro lugar.
Fue la peor cena que tuvo y había muchas cenas de donde escoger, pensaba que la recepción del primer ministro canadiense en casa había sido la peor, pues había llamado al hombre "Viejo Pervertido" en un inglés perfecto; pero por mucho estar frente al japonés era peor que soportar al ministro tratando de sacarla a bailar y bajar su mano más de lo debido.
Su noche perfecta seria estar viendo esas películas extrañas que Acchan amaba, mientras comían palomitas o alguna golosina que recién había encontrado en el súper mercado, concentrándose en lo subtítulos blancos debajo de la imagen y reír a carcajadas por algún chiste malo que Atsushi había hecho por algún dialogo de los protagonistas.
Tatsurou por fin acepto ir al festival, un alivio se apoderó de ella y la sonrisa le salió tan natural, ahora mismo podía salir de ese lugar e ir donde Atsushi, tratar de hacerlo sonreír con una de esas muecas o sobornarle con comida y vino, no espero a que pagara la cuenta, pues fingió una emergencia por teléfono, el pretexto perfecto para salir en busca de un taxi, no le importaba cuando pudiese cobrarle, menos caminar rápidamente en esas trampas mortales que cargaba como zapatos.
Compró una tarta de moras en la pastelería de la esquina a su edificio, la cual era su favorita, con un vino como lo había previsto desde que había tomado el taxi. Caminó en la oscuridad de la calle, algunas personas la miraban, pues no era común cargar con una bolsa de la repostería, y una botella de vino además de ir arreglada como si fuese a una especie de fiesta. Llamó a su tío para asegurarse de que no estuviese con él y todo el viaje hubiese sido en vano
— ¿qué pasa hija? — estaba algo bebido, ojalá que no tanto para responder su pregunta, le rogó a buda, dios y Odín que no fuera así, sino estaría perdida.
— ¿esta Atsushi contigo? — casi gritó eso ultimo por el móvil, haciendo malabares para que las cosas no se le resbalaran de las manos, pudo imaginar su rostro de molestia, pues su tono de voz era algo extraño al de las mujeres asiáticas.
— no, se fue hace dos horas, ¿por qué? — no había tiempo de explicaciones, debía buscarlo, seguramente Imai no recordaría dicha platica por el efecto del alcohol y agradecía eso, no quería darle explicaciones.
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𝓑𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏 𝓓𝒐𝒍𝒍 [Buck-Tick] CORREGIDA
Hayran KurguAyanami Väinämö es la sobrina de uno de los guitarristas mas reconocidos en Japón junto con su banda Buck-Tick. Al morir su madre, es alejada del país del sol naciente siendo obligada a vivir con un hombre que se hacía llamar su padre. Con 23 años c...