III. Ella.

66 7 2
                                    

Le gustaba el ballet, las tardes nubladas pero sin lluvia, las canciones de balada en inglés y un buen café azucarado. Era muy simple. Pero no en todos los sentidos... ella no buscaba el amor. Ni tenía ganas de prendarse de un chico, ni de visitar cada cinco minutos su perfil de Facebook. Ella no quería caer en esas cosas. Veía cómo los de su edad de pronto tenían a alguien, de pronto a otro alguien y a otro y a otro. ¿Cómo creer en el amor cuando nunca nadie lo toma en serio? ¿Cómo creer en el amor cuando fingen sentirlo, pero nunca llegan a experimentarlo por el simple hecho de sentirse obligados? 

Esa noche ella no quería salir. Sus amigas la convencerían para que saliera, estaba segura de eso. Y lo lograron.

Aquel lugar era muy ruidoso, luces de muchos colores viajaban entre la gente bailando y las chicas meneaban las caderas para verse provocativas. Pues bueno, el banco en donde estaba sentada era muy cómodo. Sus amigas, ante la negativa de ella por acompañarlas a bailar, se metieron entre la gente y desaparecieron. 

Fue entonces cuando lo vio.


Poco comunesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora