Muchas veces en la vida nos mal acostumbramos a siempre fracasar en el amor. De ahí, justo de ese punto de partida surge lo que Ella llamaba ''El Escudo''. Ese escudo que la protegía de las posibles desilusiones amorosas. ¿Me mira? No lo miro. Por más guapo que sea, por más irresistible que parezca. ¿Me sonríe? Miro lentamente hacia otro lado restándole importancia. Aunque tenga que apretar toda la cara para no sonreírle de vuelta.
¿Le gusto? Buena suerte.
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¡Hola chicos! Hasta apenas ahora la escuela me da tregua, ya acabé todas mis tareas pendientes y vengo con muchas ganas de publicar esta nueva historia corta de Poco Comunes, será un poco más larga que las demás, casi como la primera ;D Gracias por seguir leyendo, esto es para ustedes :D