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El camino parecía eterno y los estallidos no cesaban. Emma abrazada a Louis, lloraba en silencio y él soportaba el dolor de las uñas de ella contra su piel, solo porque sabía que ella no podía evitarlo, que estaba asustada y que no era consciente de ello. Elthon no se detenía, solo subía mas y mas la velocidad.
Al divisar la ciudad, contuvo el aliento. Todo estaba destruido. No había estadounidenses ni nada. No quedaban mas que cadáveres. Tenía que ser mentira. Quizás se había confundido de ciudad o algo por el estilo. No podía ser esa. No podía estar, su última esperanza, destrozada ante sus ojos.
Presionó el volante con fuerza y miró a Zayn, este le puso la mano en el hombro. Todos lo sabían. Todos menos Emma que, tras dejar atrás los bombardeos, dormía entre los brazos de Louis.
-Vamos a encontrar un lugar.-dijo Jacob tras un suspiro.- Hay muchas ciudades por este camino.
Pasó lentamente por los escombros y Emma despertó, incorporándose, mirando por la ventana. Nadie quería que ella presenciara eso, era muy chiquita y ya había convivido demasiado con el dolor.
-¿Elthon? -murmuró con un hilo de voz.
Él volteó, alarmado, topándose con la mirada de ella puesta en el exterior mientras su ceño se fruncía.
-Elthon, está vivo.-susurró y él se detuvo cuando ella abrió la puerta y corrió hacia uno de los cuerpos que descansaba entre los escombros.
El pecho del hombre subía y bajaba con suavidad. Tenía una fea herida en la pierna pero estaba consciente. Parecía esperar la muerte. Al verla, frunció su ceño.
-Tranquilo.-murmuró con su suave vocecita y él la miró con sus ojos oscuros.- Voy a sacar eso de ahí, ¿si?-asintió pero dudaba que ella pudiera hacerlo.- Vos mirá el cielo. ¿Ves esa nube? Creo que se parece a un conejo.
-Yo creo que es un pollo.-rió él con suavidad y ella retiró algunos escombros mientras reía.
-Yo lo hago.-susurró Zayn y ella se sentó junto al hombre, distrayéndolo.
-¿Un pollo?
-Si. Es igual. Y esa es un pato.-dijo levantando su mano.
-Creo que estás delirando.-rió ella.
-Delirando por volver a casa.-susurró él.-Ni siquiera sé qué tengo que ver en esta guerra. Es solo una masacre y empezamos a perder.
-Los dos bandos estamos perdiendo.-dijo Jacob algo reacio a la idea de ayudarlo.
El joven hizo una mueca cuando su pierna se liberó. Sangraba mucho y dolía.
-Elthon, no podemos dejarlo.-murmuró ella buscando su mirada.
-Es estadounidense. -dijo Jacob.
-Ellos no me dejaron.-dijo Elthon y le hizo una ceña a Louis para que ayudara a subirlo.
Lo sentaron solo, en la última fila.
-Puedo curarlo.-susurró ella a Elthon. Eran los únicos que no habían subido aún.
-Emma...-empezó y vio tristeza en los ojos de ella. La abrazó con fuerza y la besó con ternura.-Está bien pero... cuidado.
Ella subió y recibió miradas confundidas mientras el rubio arrancaba.
Ella comenzó a limpiar la herida, ante la mirada atenta de sus amigos y luego la vendó con cuidado.
-Soy Glen Tronkins.-dijo él y ella asintió, sonriéndole.
-Soy Emma Wadlow. Tenes que descansar, Glen.
Él cerró sus ojos y Jacob la miró, poniendo sus dedos bajo el mentón de ella.
-El día que logre entenderte por completo...Ay, Emma. Estás tan loca como un cabra pero sos más buena que un ángel.
Ella le mostró una pequeña sonrisa y se pasó el resto del camino mirando por la ventana.
¿Cuánto faltaría para llegar a la ciudad?

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