-Se fueron.-dijo Edward a Elthon, pasando a Emma a sus brazos.- Ellos se fueron, pero van a volver. Van a buscarla.
-Mataron a papá. -musitó ella.- Mataron a papá.
Todos la miraron. Su novio la acunó con cuidado y besó su cabeza.
-Nos vamos esta noche. Quiero que todos estén listos.
-Yo ya no quiero irme.-susurró ella.- Ya no quiero escapar más.
-Mirame.-pidió Louis.- No voy a dejar que te pase lo que le pasó a mi otra hermana. Vos hiciste que te ame y no voy a dejar que renuncies.
-Mataron a papá.-volvió a susurrar ella.- Él no hizo nada malo.
- Estoy seguro de eso.- dijo Elthon.- Tenemos que irnos, mi amor.
-Elthon, quería que conocieras a papá y ellos lo mataron.
La forma en que Emma parecía perdida mientras hablaba no era tranquilizadora para quienes la miraban. Aquellas personas que tanto la amaban comenzaban a sentir ese dolor en su propia carne. Todos habían visto lo trasmitido. La cinta se repetía una y otra vez en la ciudad. Todos habían presenciado como un hombre torturado era asesinado frente a los ojos de una hija que lo creía muerto. Habían sentido esa carencia, esa sentimiento de carencia que les escosia el alma por culpa de la guerra.
-Vamos a irnos, Emma.-dijo Laurent.- Todos vamos a estar bien.
-Todos estamos muertos. Ellos van a matarnos por pensar que podíamos vivir en medio de una guerra.-dijo con tono neutro.
Esa noche, al subir a la camioneta, la chica dormía en brazos de su novio.
El mundo entero reproducía el video. La historia no tardó en salir a la luz. Emma Wadlow, con dieciséis años, había perdido a su familia de forma cruel y sangrienta. Luchó en el frente en dos ocaciones y ahora huía en busca de seguridad con americanos e irlandeses. La guerra perdió sentido ante los ojos del mundo. Los organismos internacionales intervinieron y las tropas se retiraron.
Con un país recuperándose y una joven como símbolo de una disputa armada a quien nadie encontraba el sentido necesario, las bombas dejaron de resonar por las noches. Sin embargo, nada más se supo de Emma, Elthon, Louis, Jacob, Laurent, Zayn, Glen y Edward. Algunos dicen que los veían en las carreteras por las noches, escapando de armas invisibles o de las tormentas que tanto aterraban a la joven de los ojos verdes y el corazón surcado por la batalla que le arrebató la vida que le prometieron vivir.
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Espero que las haya gustado y puedan dejar sus comentarios. Gracias por leer. Nos vemos en el próximo libro.
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Piensa lo que quieras.
RandomEstoy encerrada en una maldita casa de campo mientras los aviones destruyen mi ciudad natal con sus bombas. Una guerra sin sentido en un lugar que nadie conoce. Estoy harta de todo esto, estoy cansada de no tener palabra ni voto en este mundo tan eq...