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Por la mañana, Emma salió a trabajar dejando todos los desayunos preparados y servidos.
-Siempre está trabajando. -dijo Jacob a Elthon.- Tenes que ayudarnos. No está bien pero no sabemos qué hacer.
-Quiero que nos vayamos de acá. -dijo Elthon.- Hay un lugar en la ciudad... es seguro al menos por ahora. Quieren bombardear los campos.
-¿Cuándo nos iríamos? -preguntó Laurent.
-Hoy a última hora. Cuando vuelva al mediodía voy a hablar con ella. Y no voy a dejar que salga a la tarde.
-No va a volver al mediodía.-dijo Louis.- Ella no vuelve nunca a comer. ¿No viste lo flaca que está?
-Voy a ir a buscarla. -dijo Zayn.- Vos lográ que se quede adentro.
Al volver con ella, su rostro estaba pálido y el de ella igual.
-Tenemos que irnos.- dijo Zayn y ella subió rápidamente las escaleras.- Tienen presos de guerra en el campo de al lado.
-¿Qué? -preguntó Elthon incrédulo.
-Que tenemos que irnos ahora mismo.
Todos se dirigieron a distintos lugares para comenzar a empacar sus cosas. Elthon abrazó a Emma por la espalda y ella se dejó caer en su pecho mientras entrelazaba sus dedos con los de él.
-Vamos a irnos.-murmuró contra su pelo.- Todo va a estar bien.
-¿Cuándo va a terminar la guerra?- preguntó ella en un susurro.
-No lo sé. Espero que pronto.
-Perdón por todo. Por todas esa veces que no te hice caso. Por los momentos en que te hice enojar o en que solo logré que te decepcionaras de mi. Perdón por todo. Te amo ¿Si? Te amo.
Él la hizo voltear y le acarició la mejilla con suavidad. Posó sus labios sobre los de ella y la estrechó entre sus brazos.
-Ya nada de eso importa, Emma. Solo me importa que seguís acá conmigo, que te amo y que me amas. Sé que no es fácil. Entiendo completamente que no es el mejor momento para amar a alguien pero te amo.
Ella volvió a besarlo y ambos se encargaron de guardar todas sus cosas.
La vista de Elthon se posó en la mesita de luz, donde reposaban sus cigarrillos y su encendedor. La miró y se sintió el hombre mas afortunado del mundo a pesar de los horrores que se desencadenaban en su país, se sintió dichoso porque la tenía a ella. Tenía a Emma Wadlow y no la dejaría ir ni la descuidaría. La cuidaria siempre y no permitiría que nada le pasara. Él no permitiría que ella volviera a ver los vagones regresar vacíos.

Con todas las cosas guardadas en la camioneta, Elthon subió al volante. En la última fila de asientos estaba Laurent y Jacob, al volante iba Elthon y a su lado estaba Zayn. Emma iba detras de este, junto a Louis.
Este último la rodeaba con su brazo mientras ella descansaba su cabeza en el hombro de él. Entonces el joven rubio lo vio. Vio eso mismo que Amber le había dicho una vez, Emma se había integrado con ellos, volviéndose su hermanita, su protegida, su nenita. Eran cinco hermanos y no había quien lograra separarlos.
Arrancó y se alejó de la casa. Esperaba que la guerra terminara pronto porque ya no quedaban lugares seguros a los que ir.
La lluvia comenzó a formar una gruesa cortina alrededor de coche. Emma miraba a Louis en silencio mientras él le contaba historias para distraerla. Un estallido resonó y el corazón de ella se detuvo. Elthon la miró con pánico y siguió conduciendo sin intención alguna de detenerse. Tenían que salir de allí.  Tenían que encontrar algún lugar donde estar a salvo. Tenían que ir a la ciudad que ya había sido tomada por estadounidenses. Ahí estarían a salvo. Había conocido a alguien que lo haría pasar. A alguien que la conocía a Emma.
Debía salir de ese lugar porque el estallido no había sido un trueno.

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