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-Vamos a parar acá. -dijo Elthon, señalando el edificio que más entero se mantenía. -Quiero que bajen, yo voy a esconder la camioneta.
Zayn pasó el brazo por la cintura de Glen, manteniéndolo de pie.
-Puedo quedarme ahí si así se sienten más seguros.-dijo este.
-No.-murmuró Emma.- Ya no quiero que nos dividamos más. No si podemos evitarlo.
Ella empezó a llorar y Louis la alzó. Intentó calmarla pero era inútil. Laurent hizo una mueca a Jacob.
-Ya, Emma. Vamos a quedarnos juntos.
-Extraño a los demás. -susurró.- Y a papá y a mamá. A mi hermano y a mi primo. Extraño a todos.-lloró como niña pequeña y Elthon entró.
-No lo hagas.-dijo Glen.-Tenes que vivir con los que están. Sabes que todos pueden sumarse a la lista de a quienes extrañar. No dejes que eso pase. -dijo él.-Extrañar es darse por vencido.
-Edward dijo lo mismo.-musitó ella.
-¿El general Edward? Soldado de Edward reportandose, señorita Emma Wadlow.-dijo él.
Ella descansó la mejilla en el hombro de Elthon. Edward seguía vivo.
-Vamos a buscar un lugar seguro.-dijo Elthon, ajustando su brazo en torno a ella.-Creo que necesitamos descansar.
Y así lo hicieron. Encontraron un lugar y guardaron toda la comida. Emma se recostó en brazos de Elthon y él la besó suavemente para luego cubrirla con las sábanas.
-Te amo.-murmuró ella.
-Te amo todavía más.
-¿Falta mucho para llegar a la ciudad de la que hablabas?
Glen lo vio guardar silencio y se enderezó.
-Es una semana o dos a pie.-dijo.-En auto va a ser más rápido. Yo voy a hacerlos pasar.
-Gracias, Glen. -susurró ella y se acomodó en el pecho del rubio.-Dicen que lo bueno tarda en llegar.
-Pero llega.
-Llegaste. -sonrió ella y le acarició la barbilla.-Todos ustedes llegaron.
-Dormí, mi amor. -murmuró.- Mañana seguimos nuestro viaje hacia un lugar seguro. Todos juntos.
Ella se durmió y él miró a Glen.
-¿Es real la ciudad? -él asintió.- Era esta la que yo decía.
-La otra no va a caer. Van a estar a salvo.
-No te olvides que fue Emma. Nadie iba a detenerse. Ella te notó e hizo que paremos. Emma te salvó. No te olvides de eso cuando lleguemos. Es lo único que te pido. No la prives de un lugar seguro. Necesita estar a salvo.
-Elthon. -dijo Glen.-Todos van a entrar. La ciudad está a cargo de mi general. Edward va a preguntarles cosas pero va a dejarlos entrar. Es uno de esos hombres poderosos que escasean en la guerra, ¿sabes? Uno de esos que lo único que quiere es mantener a todos a salvo. Es como vos, solo que con un rango alto.
-Espero que el campo de batalla no lo corrompa y nos arrebate la oportunidad. -dijo Elthon y la miró a ella, dormida.- Es muy hermosa cuando duerme. Está tranquila y no se asusta. Me gusta cuando no se asusta. Ojalá fuera así todo el tiempo. Estuvo dos veces en el frente, ¿podes creerlo? La mandaron al frente dos veces. No tiene corazón.
-La batalla de las mil almas estaba llena de chicos y chicas que deberían haber estado durmiendo en sus camas.-dijo Glen.
-Ella estuvo ahí. Mi pequeña Emma estuvo ahí.

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