Solo veía el movimiento de la boca de mis profesores y nada de sonido, no estaba para nada concentrada, estaba algo ya cansada y aburrida para ser sincera, ellos escribían en el pizarrón y me limitaba a copiar, luego estaría en problemas por no atender pero está bien, luego vería como lo resuelvo.Los números eran lo mío, me encantaba matemática, lenguaje pan comido, física demasiado fácil, química algo que se puede superar, y finalmente inglés me hacia sentir que nunca podría ir a Estados Unidos.
Si efectivamente señores y señoras soy muy mala para inglés yo me esfuerzo hasta más que los demás pero ese bendito idioma del otro continente no me llega, lo juro trato de dar todo ...Pero se me hace muy pero muy difícil aprender esta trágica materia. Lo más malo de esto es que se que yo soy la única culpable de esta situación, ¿porqué?
Es simple, porque cuando comenzaron con estos temas conversaba como cotorra con Eli y no ponía atención así que si, lo acepto fue mi culpa.
El día de clases había terminado al menos por hoy. Salí del salón junto a mis dos personas especiales mientras conversábamos de temas sin importancia, notaba algo raro en Felipe.
—Nos vemos Eli y Valentina —finalmente dijo y sonrió dándonos un abrazo a las dos.
—Adios —respondimos al mismo tiempo por lo que nos empezamos a reír.
Cuando Felipe se fue, nos dirigimos a mi dulce hogar Eli me acompañó en todo el transcurso, supo manifestarme que quería conversar conmigo y claramente acepté, no hay nada de malo en ello, abrí la puerta de mi casa adentradonos en ella.
—Hola niñas —saludó mamá en el momento en que nos vio, estaba sentada en el sofá mientras veía con una sonrisa la televisión.
¿Niñas?
Mi querida madre aún no acepta que crecimos, pero a veces no me importa que me llamen así, es mucho mejor que me llamen de esa manera.—Hola mami —respondí y me dirigí a darle un beso y un abrazo.
—Buenas tardes señora Andrea— menciono Eli con un beso en la mejilla.
—Mas tarde estará listo el almuerzo se los llevo — indicó mamá antes de continuar nuestro camino asentamos con una gran sonrisa, me estaba muriendo del hambre. Subimos a mi habitación en el segundo piso, recuerdo cuando peleé casi a muerte con Bruno por esa habitación.
Dejamos las maletas a un lado sobre el escritorio, nos sacamos los zapatos y tomamos asiento en mi cama cruzando las piernas, Eli me miro misteriosa por un buen rato.
—¿Que? — alcé mis hombros ante mi desesperación de que ella no dijera nada.
—¿Me puedes hablar de él? —cuestionó mirándome a los ojos
—¿Quién es él?- contesté con una pregunta evitando la mirada de mi amiga .
Hablo en serio ¿quién es el?, no entiendo precisamente a que persona se refiere.
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Nosotras también sabemos amar (♥#1)
Teen FictionY había una vez, una linda princesa con su rostro delgado perfecto sin un solo grano, ojos azules como diamantes, unos labios rojos cual rubi, y sobre todo unas curvas de infarto y bla, bla, bla. Ustedes ya saben lo que sigue, la sociedad a tratado...