2. Tienes unos ojos hermosos
Tomé asiento en mi respectivo lugar, como cada día, siguiendo la misma aburrida rutina. Cada quien habla con su grupo, necesito hablar con alguien, si tengo amigos, pero no están aquí, están no se ni donde están.
Tomé de mi maleta un cuaderno adornado para luego dejarlo sobre la mesita de mi pupitre, adoro poderlo decorar, eso me hace sentir viva. Me di ánimos a mi misma para ponerme a dibujar, esto es algo que me hace ser yo misma, al trazar con el lápiz, al darle sombreado es lo que me permite olvidarme de todo el mundo perfeccionista que me rodea y así poder concentrarme únicamente en mí.
Levanté mi vista para revisar si el profesor había llegado, entonces observé a un chico dando pasos lentos en mi dirección, todo se detuvo como esas películas de holiwood con efectos especiales de detener el tiempo, debo estar alucinando para creer que una persona alta, de cabello corto negro y favorecido de belleza se esté acercando a mí.
¡Reacciona Valentina!
—Hola linda —saludó una voz gruesa y a la vez dulce sacándome de mis pensamientos, con una muy bonita sonrisa, debo estar ebria o quizás no esté escuchando bien, el chico de los profundos y brillantes ojos negros sacado de una revista me mira con una sonrisa deslumbrante, siento una extraña sensación en mi estómago, debe ser porque no desayune.
Si eso debe ser.Por impulso regresé mi cabeza hacia atrás para ver si de repente estaba hablando con alguien mas, no quiero parecer algo extraña e ilusionarme de ese saludo.
—¿Estas hablando conmigo? — pregunté señalándome y frunciendo el ceño, una linda sonrisa de ternura sacudió en sus labios, es extraño que alguien sonría para mi.
—Claro— mencionó colocando sus manos en mi pupitre, cerré mi cuaderno poniendo mis brazos encima de este. Solamente por esta vez me retracto, no soy ciega ni mucho menos tonta, el chico verdaderamente está hablando conmigo.
¿Pero porque lo hace?Necesitas una buena presentación- pensé —Soy Valentina, un gusto conocerte — fue lo más creativo y estúpido que se me ocurrio en estos momentos.
Tonta, el nunca te preguntó tu nombre.
Ashhhh, siento vergüenza y para rematar también un cosquilleo en mi cuerpo.Él me extendió su mano —es gusto, soy David — acepte su saludo, el contacto de su mano con la mía me hizo poner nerviosa, el corazón se me aceleró un poco, solté su suave mano muy despacio.
Debo decir que me gusta su nombre.
Me quedó mirando directamente a los ojos, su mirada es pesada, evitó su mirada, no reaccionaba esto es demasiado incómodo, ¿que le pasa? Pero si sale con alguna ofensa lo pondré en su lugar, no me dejaré llevar porque es lindo.
—Mmmmm...¿Qué? — Murmuré haciendo un sonido con mis labios.
Agita su cabeza para luego pasar su mano sobre su rostro y dejarlo en su mentón —A yooooo lo lamento — nuevamente su sonrisa — nunca había visto unos ojos tan lindos como los tuyos, me perdí en ellos como un mar infinito— dejó escapar un poco de aire — ¿sabes?, tienes unos ojos hermosos.
No me lo esperaba en absoluto, estoy en shock, estoy atónita, estoy impactada.
Esto debe ser una broma o algún sueño muy estúpido y agradable a la vez.
Me pellizque la mano, pero si sentí dolor, así que no es un sueño.
Regresé a la realidad, no creía esto, pensé que me iba a decir algo malo u ofensivo, estoy acostumbrada a que nadie diga algo bonito sobre mí, pero sus palabras hacen brincar a mi corazón . Estoy empezando a creer que no todos son así, quizás hayan personas buenas.
—Gracias — mostré una sonrisa honesta. Lo que no entiendo aún es el motivo por el cual me está hablando.
—Aa...vine por que recibo clases en la tarde, este es mi puesto — señaló la mesita en donde estaba —creo que me olvide unos apuntes de química, ¿podrías dejar que revisara? — preguntó, ahora si entiendo las cosas.
—Si claro — contesté asentando con mi cabeza a su pedido, le di paso para que empezara a buscar, abrió el candadito y sacó unas cuantas hojas.
—Muchas gracias.
Asente y me volví a sentar.
—Si lo hay, adiós — se despidió y se marchó por el mismo camino por el cual ingresó.
Me siento feliz es el primer chico que no me lanza insultos, bueno segundo chico, el primero es mi adorado amigo Felipe. Él me acepto desde siempre tal y como era, me apoya, me defiende, nunca le podré pagar por todo lo que ha hecho por mí, es una deuda incalculable.
David es guapo, pero también es un chico que solo pasó por mi vida durante unos minutos.
Si que suelo ser muy ilusa cuando me emociono.
Como sea, con el tiempo aprendí a ser realista y ver el mundo con otros ojos, aprendí que aún no existen cuentos de hadas con chicas como yo, y es mejor dejar de esperar que un príncipe azul venga montado en un corcel blanco y me lleve a su palacio.
Eso es simplemente imposible.
Así que no vale la pena ilusionarse con nadie, me han roto el corazón y cuando te lo rompen, creelo es difícil que se vuelva a unir. Dejas de creer en palabras bonitas, o en buenos tratos. Aunque a veces lo puede decir de corazón no todos son malos.
—Hola Va — saluda Felipe mi mejor amigo, se sienta frente a mí y cruza sus brazos.
—Holitas — correspondo a su saludo.
—Oye, ¿quien es el chico que hablaba contigo? — cuestionó de una forma seria mientras me observaba.
Levanté mis hombros, pensé que nadie lo noto.
—Solo un chico — guardo mi cuaderno de dibujos en mi maleta, sin tomar importancia a nuestra conversación.
Pues no la tiene.
—Solo ten cuidado, ¿entendiste? — regañó, hago una mueca, no tiene de que preocuparse.
—Si, si entendí, no haré nada malo.
—Eres mi amiga y de nadie mas, y también no quisiera que nadie mas te haga daño.
Sus palabras son como púas a mi corazón, hace que recuerde lo que ocurrió, cuando jugaron conmigo.
—¿Cómo que solo tu amiga? — cuestionó con voz enojona otra de las personas más fundamentales para mi vida, Elizabeth, puso sus manos en su cintura.
—Es que....— Felipe respondió nervioso.
—Es que nada, ella es solo mía — se lanzó hacia mí en un abrazo.
—Si solo de ella — le seguí la corriente y ambas le sacamos la lengua a mi amigo.
Eli, es como mi hermana, es muy guapa, es extrovertida, aún que tiene un carácter fuerte y alegre, y eso la hace especial. Cuando ingrese a este colegio ella fue la primera que se me acercó y no para agredirme o decirme algo por que soy gorda. Si no que me brindo su apoyo incondicional al igual que Felipe y desde ahí solo somos los tres mejores mosqueteros.
Son grandiosos, y los quiero por aceptarme, y no los cambiaría ni por millones de dólares.
¡Claro que no!
Mis amigos y creo que también los de las demás personas, son muy especiales y únicos por algo son nuestros amigos, ya que en ellos puedes confiar sin duda alguna, y sin ni siquiera pensar que te harán algo malo, por que ellos siempre estarán para ti, como tu lo estarás para ellos.
Incondicionalmente.
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Hola mis lectoras, espero que estén muy, muy bien, gracias por leer❣️ les quiero un mundo 🌎
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Abrazos 🐻Continúa conociendo la historia de amor que está a punto de comenzar ——⏩
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Nosotras también sabemos amar (♥#1)
Novela JuvenilY había una vez, una linda princesa con su rostro delgado perfecto sin un solo grano, ojos azules como diamantes, unos labios rojos cual rubi, y sobre todo unas curvas de infarto y bla, bla, bla. Ustedes ya saben lo que sigue, la sociedad a tratado...